Los
incendios forestales aumentan en Brasil. La agencia espacial del país
reportó un récord en 2019. El científico Carlos Nobre, de la
Universidad de Sao Paulo, cree que la política es la culpable del
alarmante aumento.
por
Loveday Wright
En
2019, se han registrado casi 73.000 incendios entre enero y agosto,
en comparación con los 39.759 en todo 2018, según las últimas
cifras del INPE, el Instituto Nacional de Investigación Espacial de
Brasil, que monitorea los incendios forestales en la región
amazónica.
DW:
¿Qué hay detrás de este aumento de incendios forestales en Brasil?
¿Tiene que ver con las altas temperaturas, los vientos más fuertes
de este año u otra cosa?
Carlos
Nobre: Es otra cosa. De hecho, la estación seca de este año no es
extremadamente seca, es normal. Los vientos en esa parte de la
Amazonía no son tan fuertes. Entonces, en realidad, la mayoría de
los incendios forestales en la Amazonía no son incendios forestales
naturales, son inducidos por el hombre, generalmente por agricultores
y ganaderos.
Pero
lo que estamos viendo este año es más deforestación. Estimamos que
las áreas forestales en la Amazonía brasileña han disminuido entre
un 20 y un 30 por ciento en comparación con los últimos 12 meses.
¿Se
está intentando evitar estos incendios?
Es
muy difícil, porque el uso del fuego es una parte tradicional de la
agricultura tropical para limpiar tierras agrícolas, tierras de
pastoreo, por lo que es muy difícil detenerlo. Durante muchos años,
hubo períodos en los que estaba prohibido hacer fuego, pero
desafortunadamente la mayoría de los granjeros y ganaderos no
cumplen con esas medidas legales. Los multan, pero no funciona. Los
incendios están aumentando. Existe una cultura agrícola en la
Amazonía que utiliza el fuego de manera extensa e intensiva.
¿Cuál
es la dimension y los daños que causan estos incendios?
Los
sistemas de INPE se basan en satélites para detectar puntos
calientes relacionados con los incendios. Por lo tanto, están
midiendo incendios que son para fines agrícolas y también queman la
selva. Hemos visto estos incendios durante muchas décadas. Pero
desafortunadamente, el número es muy alto este año.
Además,
el nuevo gobierno de Brasil está fomentando estos modelos de
desarrollo agrícola. Incluso el presidente lo está alentando,
haciendo declaraciones casi diarias diciendo que la agricultura es un
sector económico poderoso para Brasil y que la frontera agrícola
debe expandirse.
Es
decir, que no hay ni un mensaje oculto. Es de hecho un mensaje claro
hacia los granjeros y ganaderos: son héroes que deberían ampliar la
frontera agrícola, porque colaboran a que haya progreso e ingresos,
lo que no es necesariamente cierto.
¿Qué
se puede hacer para reducir los incendios allí?
Hay
un enfoque educativo, pero que lleva mucho tiempo: cambiar la forma
en que se desarrolla la agricultura en los trópicos. La agricultura
moderna no usa fuego en absoluto. No necesita usar fuego para limpiar
la tierra de pastoreo o la tierra de cultivo después de la cosecha.
En los países donde la agricultura está muy desarrollada, en su
mayoría, en los países desarrollados, no se usa el fuego. Pero
enseñar este enfoque lleva tiempo, muchos años o décadas.
El
otro problema más urgente es la rigurosidad en términos de
aplicación de la ley. Hasta el 80 por ciento de la deforestación en
la Amazonía brasileña es ilegal. Entre 2005 y 2014, las tasas de
deforestación disminuyeron, porque había muchas más medidas de
control. Muchos de los culpables de estos delitos ambientales fueron
arrestados. Hubo campañas contra la deforestación ilegal y también
campañas contra el uso del fuego. Pero desafortunadamente esas
campañas han terminado. Así que ahora estamos viendo un aumento de
la deforestación y de los incendios.
Alemania
y Noruega han negado sus subsidios de protección para la Amazonía.
¿Cuánto afectará eso a la tarea de conservación en la región?
Las
subvenciones eran muy importantes. Esos fondos de Noruega y Alemania
eran fundamentales para demostrar cómo podia seguir desarrollándose
la Amazonía sin talar bosques, sin incendios y empoderando a las
comunidades locales. Así que creo que sería muy negativo para el
futuro de la Amazonía si nosotros, los países amazónicos, en
particular Brasil, perdiéramos ese apoyo de otros países que
demuestran que hay alternativas. Dado que los políticos en el poder
en muchos países amazónicos no comparten esa visión, es importante
que estos países reciban ayuda internacional. Pienso que la pérdida
de fondos es desfavorable para las instituciones brasileñas serias
que echarán de menos la ayuda internacional.
(rmr/jov)
Carlos
Nobre es investigador senior en el Instituto de Estudios Avanzados de
la Universidad de Sao Paulo. Anteriormente trabajó como investigador
en INPE.
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Fuente:
Loveday Wright, La Amazonía en llamas: son los humanos los que la están quemando, 21 agosto 2019, Deutsche Welle. Consultado 25 agosto 2019.
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