La
investigación de los profesionales de la provincia mediterránea y
de Mendoza nos alerta sobre los efectos negativos de los incendios.
por
Esteban Kowaljow, Diego Gurvich, Alberto Díaz Añel - Imbiv-Conicet
UNCórdoba y Mariano Morales - Ianigla. Conicet Mendoza
En
nuestro país, no son muchos los estudios que hayan evaluado el
efecto de la repetición de incendios forestales sobre un mismo
ecosistema. Estos estudios son particularmente necesarios en regiones
que se queman recurrentemente como los bosques secos subtropicales.
Un
reciente trabajo en colaboración entre investigadores del Instituto
Multidisciplinario de Biología Vegetal (Imbiv-Conicet-UNCórdoba) y
del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias
Ambientales (Ianigla-Conicet-UNCuyo), ha iluminado el camino para
comprender cómo el fuego es capaz de moldear a la naturaleza a lo
largo del tiempo.
Este
trabajo, que estudió la influencia de los incendios sobre la
diversidad vegetal y el suelo, fue realizado en una región de
bosques secos subtropicales que se encuentra cerca de Carlos Paz,
importante centro turístico de la Provincia de Córdoba.
La
región seleccionada para esta investigación se encuentra separada
en dos partes por la autopista que une la ciudad de Córdoba con
Carlos Paz. Esta división artificial, existente desde 1971, actuó
como un cortafuego generando dos situaciones muy diferentes respecto
al número de incendios de uno y otro lado de la autopista.
Antes
que nada, es bueno precisar cómo puede conocerse la cantidad de
incendios que han afectado una región cuando no existen registros
oficiales de este tipo de eventos, ya sea que se originen de forma
natural (durante tormentas eléctricas) o artificial (debido a la
negligencia humana).
“Grabar”
su historia
La
mayoría de los árboles poseen la capacidad de “grabar” su
historia en los anillos internos que forman parte de sus troncos. El
crecimiento de muchas plantas leñosas es típicamente estacional
(por lo general aumenta cuando las condiciones son más cálidas y
lluviosas, y se detiene cuando el clima es más frío y seco). Estos
cambios en el crecimiento van formando anillos concéntricos bien
diferenciados, correspondiendo cada uno a un año de la vida de ese
árbol. Así, conociendo la cantidad de anillos que posee el tronco
de un árbol podemos saber su edad exacta. Pero también pueden
“leerse” fenómenos que pudieron afectar su crecimiento y que
dejaron cicatrices en el anillo del año en el que, por ejemplo, hubo
una gran sequía o un incendio.
Hablamos
de una “historia ambiental” que queda impresa en los anillos de
crecimiento de los árboles.
A
través de este estudio, los investigadores lograron conocer con gran
precisión los años en que existieron grandes incendios en el
pasado, utilizando como un verdadero “archivo natural” a uno de
los árboles más emblemáticos y resistentes de la zona, el molle
(Lithraea molleoides).
Los
investigadores encontraron que la periodicidad de incendios fue muy
diferente de uno y del otro lado de la autopista. En la zona “sur”,
cuyo aspecto recuerda al de una sabana, descubrieron una alta
incidencia de fuego en el pasado (10 incendios en los últimos 80
años), mientras que en la zona “norte”, más boscosa, se
registraron muy pocos incendios en el mismo período de tiempo (entre
1933 y 2015). Este resultado les permitió comprender cuan influyente
fue la acción del fuego en la diversidad actual de la vegetación y
en la calidad del suelo.
En
primer lugar, se estudiaron los diferentes tipos de plantas que
abundaban en ambas zonas, encontrándose diferencias muy marcadas.
Mientras que la zona con pocos incendios poseía una gran cantidad de
árboles y plantas trepadoras, en la región con reiterada ocurrencia
de fuegos se encontró un alto número de especies, pero que en su
mayoría eran arbustos, hierbas y pastos. En este último caso, el
pasto más abundante resultó ser el “pasto rosado” (Melinis
repens), una especie originaria de África que es considerada una
maleza nociva en varias partes del mundo en donde fue introducida.
Los
estudios de suelo también mostraron cambios radicales entre ambas
zonas. Si bien la cantidad de materia orgánica y nutrientes del
suelo parecían conservarse entre ambos sectores separados por la
autopista, se registró una menor profundidad del suelo en el sector
con más incendios, probablemente originada por la pérdida de
cobertura vegetal y el alto grado de erosión a que esa zona fue
sometida luego de cada incendio.
Esta
pérdida de suelo conllevaría a una menor disponibilidad de
nutrientes y agua para la vegetación.
Cambios
drásticos
Si
bien en la zona de alta incidencia de incendios también se pueden
encontrar molles (aunque en un número mucho más bajo), su capacidad
de crecimiento se encontró muy afectada por el continuo efecto del
fuego, demostrando que este tipo de fenómenos periódicos afecta de
manera notable la productividad del bosque. Por otro lado, la
abundancia de pasto rosado, que se adapta mucho mejor que otras
especies a la pérdida de suelo, contribuiría en gran parte a que
estos sucesos sean cada vez más frecuentes, ya que este tipo de
plantas son altamente inflamables.
Todos
estos resultados demuestran que una alta frecuencia de incendios en
este tipo de bosques conduce a cambios drásticos en la abundancia
vegetal, junto con una reducción en la profundidad del suelo debido
a un mayor grado de erosión. Si este tipo de fenómenos persisten,
es muy probable que la frecuencia de los incendios siga aumentando, y
continuaría perdiéndose suelo hasta llegar a condiciones críticas
que no permitan el desarrollo de la vegetación. Estos resultados no
hacen más que demostrar que es necesario llevar a cabo acciones
urgentes de restauración del bosque seco subtropical, tratando de
evitar el inicio del fuego (particularmente el asociado con acciones
del hombre) y disminuyendo el avance de especies exóticas como el
pasto rosado. Comprender los efectos del fuego en diferentes
ecosistemas es esencial para evitar generar daños irreparables y
conservar recursos indispensables como la biodiversidad y los suelos.
Referencias
Publicación citada: “A 55-year-old natural experiment gives evidence of the effects of changes in fire frequency on ecosystem properties in a seasonal subtropical dry forest” (2018). Kowaljow, E., Morales, M.S., Whitworth Hulse, J.I., Zeballos, S.R., Giorgis, M.A., Rodríguez Catón, M. & Gurvich, D.E. Land Degradation and Development 30(3): 266-277. Enlace para descarga: https://doi.org/10.1002/ldr.3219
Fuente:
Esteban Kowaljow, Diego Gurvich, Alberto Díaz Añel, Mariano Morales, Ecología: estudio sobre los efectos del fuego en los bosques, 17 agosto 2019, Los Andes.
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