En
Alemania se cortan cada vez más árboles para que el bosque pueda
resistir a las plagas y a la sequía producida por el calor extremo.
Alemania, tierra de bosques, ¿camino a convertirse en desierto?
por Patrick
Große
Hace
algunos meses, en lo que es ahora un terreno baldío se erigían
hileras de abetos. Solo algunos árboles siguen en pie. El resto ha
desaparecido, talado para proteger el bosque. En Alemania se cortan
árboles para que el bosque pueda resistir a las plagas y a la
sequía.
Stephan
Braun es guardabosques en el Stadtwald, el bosque que rodea la ciudad
de Sinzig, de 17.000 habitantes, en Renania-Palatinado. Desde hace 32
años cuida las 900 hectáreas de bosque, y desde hace casi 30 libra
una batalla que parece cada vez más difícil de ganar. “Hace 30
años teníamos aquí todavía un 17 por ciento de abetos”,
explica. Hoy solo hay un siete por ciento. La causa principal son los
escolitinos, coleópteros de la familia Curculionidae. Insectos muy
pequeños, pero de enorme poder de destrucción. La otra causa: el
calor inusual que afecta a Alemania.
Al
observar de cerca los troncos de los abetos, Braun nos muestra las
huellas de los escolitinos. Son pequeños agujeros de pocos
milímetros, huecos excavados por los insectos para formar pasillos
en los que depositan sus larvas. Miles de ellos puede destruir un
árbol. “Pasan pocas semanas, y el árbol muere”, señala Braun.
La corona se vuelve cada vez más delgada y la corteza se desprende.
“Hace 20 años que luchamos contra esta plaga”, dice, “pero
antes el problema era menor”. Normalmente, el árbol mismo puede
defenderse de los parásitos, ya que el agua y la resina debajo de la
corteza barren a los invasores. Pero si además de sufrir por la
invasión de insectos, recibe poca agua, la cuestión empeora.
“Los
últimos años fueron extraordinarios en ese sentido”, aclara el
guardabosque, ya que, desde julio hasta octubre prácticamente no
llovió. “Un abeto sobrevive solo de cuatro a seis semanas sin
lluvias. Luego, es una víctima ideal para los insectos”, añade.
Si los episodios de sequía, como los que están afectando desde hace
algunos años a Alemania, continúan, eso podría significar la
muerte de muchos más árboles en los bosques.
Un
problema global
También
hoy es un día caluroso y seco. Con 42 grados, la temperatura de este
jueves (25.07.2019) batió el récord de calor de todos los tiempos
en Alemania. Los árboles nos brindan su sombra y el verano se hace
más llevadero, pero en el bosque de Sinzig hay cada vez menos
árboles. Stephan Braun tuvo que ordenar la tala de dos hectáreas
desde diciembre de 2018, y la superficie sin árboles es cada vez
mayor. En los primeros siete meses de 2019 ya se talaron 10
hectáreas. Este problema afecta a los bosques de Alemania y de todo
el centro de Europa. Según datos de Braun, ya hay 110.000 hectáreas
de bosque destruidas por los escolitinos, entre 2018 y 2019, cerca de
70 millones de metros cúbicos de madera.
Para
evitar que estos insectos se propaguen aún más, hay que cortar los
árboles que todavía están sanos, directamente después de que
sufran la primera plaga. “Pero para eso no tenemos recursos”,
dice Braun. Transportar la madera de desecho le costaría a Alemania
2.100 millones de euros, dinero que muchos de los dueños de los
bosques no poseen.
Las
agujas de muchos pinos invadidos por los escolitinos se han teñido
ya de rojo. “Esos no van a sobrevivir el invierno”, añade el
guardabosques con tristeza. El mercado europeo está inundado de
madera podrida. Por eso, las ganancias que deja un metro cúbico de
madera se redujeron a menos de la mitad en un lapso de dos años.
Luego habría que plantar nuevos árboles en lugar de los talados,
pero eso costaría entre 5.000 y 10.000 euros por hectárea. “Los
dueños de bosques tienen que pagar esos costos. Si bien la ciudad de
Sinzig podría acarrear los gastos, algunos dueños privados no
lograrían hacerlo. “No solo se trata del dinero, sino que es una
cuestión de sentimientos”, aclara.
Sin
embargo, aún ve algo positivo: “Ahora intentaremos estabilizar más
el bosque”, subraya, es decir, plantar más especies diferentes y
crear un bosque más mixto. Pero los nuevos árboles no solo harán
que los bosques se defiendan mejor del cambio climático, sino que
también lo combatirán. Julia Klöckner, la ministra alemana de
Agricultura, ya anunció una inversión de 500.000 de euros para un
programa de reforestación. Los bosques son, después de todo, los
pulmones de la Tierra y un factor clave en la protección del medio
ambiente y del clima.
(cp/ers)
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Fuente:
Patrick Große, Las plagas y el calor extremo están destruyendo los bosques alemanes, 25 julio 2019, Deutsche Welle. Consultado 30 julio 2019.
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