La directora del Programa de Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA), Inger Andersen, ha advirtido en una entrevista a Efe de la necesidad de que tanto los Gobiernos como las personas en sus rutinas diarias tomen acciones inmediatas para evitar "crear un mundo que no podemos ni imaginar".
“Si
no tomamos acciones, vamos a crear un mundo que incluso no podemos ni
imaginar, en el sentido de que estamos viviendo más allá de los
últimos límites (que soporta) el planeta”, ha dicho Andersen en
su despacho de la sede neoyorquina del Pnuma.
Pausadamente,
fue describiendo algunos de los efectos que se sentirán si no se
revierte la crisis climática y la temperatura media del planeta, que
ha aumentado 1 grado centígrado de media en comparación con la era
preindustrial, y subirá por encima de 1,5 grados centígrados en los
próximos años.
Áreas
sumergidas bajo los mares por el deshielo
“Grandes
partes de la tierra se habrán ido” sumergidas bajo los mares por
el deshielos de los polos; “grandes partes de la tierra no estarán
habitadas”, por las altas temperaturas; en muchas “no se podrá
cultivar” y millones de personas se verán forzadas a emigrar, si
no se avanza hacia un mundo descarbonizado”, ha profetizado la
danesa.
Andersen
recuerda que el último informe sobre biodiversidad sostiene que de
los 8,7 millones de especies animales y vegetales, un millón se
encuentra en riesgo de extinción y avisa de que la “naturaleza nos
está enviando mensajes”.
“Estos
mensajes nos llegan en forma de incendios, olas de calor, tormentas o
inundaciones, la naturaleza nos está diciendo que necesitamos
actuar”, dice, antes de insistir en la perentoria necesidad de
descarbonizar las economías e invertir en energía renovable.
Actuar
de manera local
Pero
también de actuar de manera local, reduciendo la huella de carbón,
cambiando los hábitos de transporte y de uso de la energía o
reciclando.
“El
cambio climático es una cuestión de existencia para la humanidad”,
dice Andersen, que también hace hincapié en que la clave está en
“invertir en naturaleza”.
Esta
inversión se debe hacer, según apunta, en diversidad biológica,
“porque no conocemos la implicación” que puede tener la
desaparición de especies, pero también en la lucha contra la
contaminación.
Contaminación
del aire
“Más
de 8 millones de personas mueren de manera prematura todos los años
por la contaminación del aire (…). Tenemos que tratar nuestros
desperdicios. Tenemos que reclicar, reciclar y reciclar esa es la
solución”, declara.
Pero
también recuerda la importancia de los océanos como fuente de
alimento, como parte fundamental en las pautas del clima y como
generadores de oxígeno. “Una de cada dos inspiraciones la tomamos
de los océanos”, dice.
Pero
más allá de esta visión catastrófica, Andersen reconoce que “en
los últimos años, la gente ha empezado a ver el verdadero impacto
(de la crisis climática) en nuestras vidas” y cómo está
afectando a todos los ámbitos.
Preocupación
por el medioambiente en política
Incluso
muchos partidos políticos están viendo que la preocupación por el
medio ambiente también se traduce en votos.
La
directora del Pnuma, cuya sede general se encuentra en Kenia, rompe
una lanza en favor del compromiso mostrado por el secretario general
de la ONU, António Guterres, por la emergencia climática y en su
convocatoria de una cumbre sobre acción para el cambio prevista para
el próximo septiembre.
Explica
que en el reciente Foro Político de Alto Nivel para los Objetivos de
Desarrollo Sostenible, celebrado en la ONU entre el 9 y el 18 de
julio, ha quedado patente cómo la preocupación por la crisis
climática ha transcendido el ámbito de los Ministerios de Medio
Ambiente y Asuntos Sociales e implica ahora a los de Exteriores y
Economía y, en septiembre, a los jefes de Estado y de Gobierno.
“Los
hechos no son una cuestión de fe”, -acentúa-. “Los hechos
hablan de hechos e indican que el clima está cambiando debido a la
actividad humana. Son hechos científicos que no se pueden negar”,
subraya Andersen, en respuesta a líderes políticos como el
presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que niegan el cambio
climático.
Descarbonización
de la economía
Para
la exdirectora general de la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza es imperioso descarbonizar la economía
para llegar a un mundo sin C02 en el año 2050.
Pero
hasta entonces, “en este periodo de transición”, vuelve a
insistir en que hay que asegurarse “de que invertimos en
naturaleza”, en bosques, en tierras, en manglares.
“Porque
cuantos más árboles plantemos más Co2 almacenaremos”, porque “no
podemos apagar hoy la energía y tener energía renovable mañana”.
Se
necesitan 20 años y con dicha inversión en biodiversidad “la
naturaleza nos puede dar una pausa”.
Fuente:
Inger Andersen: “La crisis climática nos empujará a un mundo que no podemos ni imaginar”, 23 julio 2019, EFEverde. Consultado 26 julio 2019.
No hay comentarios:
Publicar un comentario