jueves, 27 de junio de 2019

Energía nuclear en Chile, ¿qué podría salir mal?

Desde 1974, existe en la comuna de La Reina un reactor nuclear cuyo foco está en investigación y medicina. Su uso para generar electricidad está en discusión hace décadas, pero los costos y riesgos aún se consideran muy altos.

por Mónica Garrido

Subiendo por Avenida Nueva Bilbao, donde las canchas de fútbol terminan y los pequeños pasajes residenciales desaparecen, se alza una suerte de ciudadela de edificios blancos rodeados por muros de ladrillo rojo.

Una inscripción de madera reza en letras doradas “Centro de estudios nucleares La Reina”. Tomar fotos no es opción entre letreros que califican de “Recinto militar” aquella construcción que prohíbe las fotografías. Por fuera, solo es posible ver el acceso vehicular resguardado por un vigía desde su caseta.

Inevitablemente evoca a una ciudad lejana que volvió a ser mencionada masivamente hace un mes, cuando HBO estrenó su miniserie Chernobyl. Pero la catástrofe ocurrida en 1986 en Prípiat, cuando Ucrania aún era parte de la Unión Soviética, en nada se relaciona con las actividades que se realizan en el sector oriente de Santiago.

Las principales causas de la tragedia en Chernóbil

Según explica a Culto el Profesor Hugo Arellano, académico del Departamento de Física de la Universidad de Chile, fueron varios los factores que provocaron el denominado “accidente”.

Una de ellas fue llevar el reactor a un régimen de funcionamiento inestable, ignorando e incluso desactivando alarmas de advertencia de los mismos dispositivos de seguridad del reactor”, afirma Arellano, docente de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas.

El físico dice, en términos simples, que fue un sobrecalentamiento de las zonas más activas del reactor nuclear lo que provocó la explosión de hidrógeno que causó muertes, heridos y la evacuación de una ciudad.

Fue resultado de una liberación descontrolada de energía del mismo reactor. Tal explosión destruyó la estructura del reactor, esparciendo material radiactivo a la atmósfera y contaminando su entorno”.

La segunda condición grave que menciona el profesor de la Universidad de Chile, es que el reactor no tenía una estructura de contención externa de hormigón. De hecho, actualmente todos los reactores nucleares cuentan con una contención mínima y, en el caso de los países que arriesgan movimientos telúricos como Chile y Japón, una estructura antisísmica.

Marcelo Loewe, Profesor de la Facultad de Física de la Universidad Católica, resume las causas del accidente de Chernóbil en cuatro puntos clave: “Una pésima mantención, medidas de seguridad muy básicas y no actualizadas, tecnología obsoleta (en general) y una enorme desidia por las autoridades centrales del partido comunista respecto a este tema”.

¿Existe riesgo de una accidente de estas características en Santiago?

Desde 1974 que los terrenos ubicados en Nueva Bilbao -limitando con Aguas de San Ramón- alberga el Centro de estudios nucleares La Reina, el cual abre al público para visitas solo dos veces al año y se desempeña principalmente en investigación.

De acuerdo a lo explicado por la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN) a Qué Pasa en enero de 2019, en el reactor de La Reina se dedican a la preparación para emergencias radiológicas, servicios de calibración de equipos emisores de radiaciones ionizantes, producción de radiofármacos y radioisótopos, servicio de irradiación, servicios de análisis radiológico, Red Nacional de Vigilancia Radiológica Ambiental, servicios de Vigilancia Radiológica Individual, Gestión de Desechos Radiactivos y análisis al litio extraído, derivados o compuestos.

No creo que en Chile, en estos momentos, pudiera ocurrir nada parecido, ni remotamente, al desastre de Chernóbil”, asegura Loewe, lo que se condice con lo planteado por Arellano, quien dice: “La cantidad de combustible nuclear es muy pequeño, el reactor cuenta con una estructura de hormigón armado de contención, y además el reactor es fiscalizado regularmente”.

De hecho, más que similitudes entre el reactor nuclear de La Reina y el de Chernóbil, existen diferencias.

Los reactores de La Reina y de Lo Aguirre no son reactores de potencia. Son reactores muy pequeños cuyo propósito apunta al desarrollo de investigación en distintas áreas”, como lo son la salud y la preservación y limpieza de alimentos, precisó el docente de la Universidad Católica.

El material nuclear de Chernóbil era acorde a la generación de energía eléctrica y contaba con cuatro reactores, cada uno de 1000 megawatts. El reactor RECH1 de La Reina, en tanto, es de investigación, opera dos veces a la semana y tiene una liberación de 5 megawatts de energía”, detalla el profesor Hugo Arellano.

Por otro lado, la alta actividad sísmica en Chile, punto preocupante considerando que las instalaciones en La Reina están ubicadas sobre la falla de San Ramón, no debería ser detonante de una emergencia.

En marzo de 2011, un terremoto 9.1 azotó las costas de Japón provocando -entre la destrucción propia del movimiento tectónico y el posterior maremoto- el accidente de Fukushima.

La planta nuclear nipona vio fallar sus sistemas de refrigeración -debido al colapso eléctrico- que mantenían el núcleo a una temperatura adecuada. La estructura de contención fue hecha para soportar un sismo de hasta 7.5 grados, en cambio el reactor nuclear de La Reina fue construido para aguantar un terremoto de 10 grados.

Como Chile sufrió el terremoto de Valdivia, que fue 9.5, pusieron un estándar mucho más alto para este reactor”, dijo Rafael Videla, académico del Diplomado en Prevención de Riesgos Ocupacionales y Enfermedades Profesionales de la Universidad Católica de Chile, a Culto en marzo de 2011.

Tendría que ser algo muy catastrófico, y en ese caso, gran parte de Stgo se vendría abajo”, asegura Arellano tras recordar que las instalaciones de La Reina ya pasaron por el terremoto de 1985, el del 27 de febrero de 2010 y posteriormente el de Coquimbo en 2015.

Viabilidad de la energía nuclear de potencia en Chile

Durante 2018, se dieron a conocer tres estudios -solicitados durante el gobierno de Michelle Bachelet- que revelaban punto por punto la viabilidad de utilizar energía nuclear de potencia.

Realizados por la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), estos señalan: “Actualmente no existen impedimentos en el marco regulatorio que restrinjan el desarrollo de un Programa Nuclear de Potencia (PNP)”, consignó Qué Pasa en enero de este año.

Sin embargo, la Ministra de Energía, Susana Jiménez, dijo al mismo medio que “el desarrollo de será impulsado por energías como la solar o eólica en el futuro”, sin considerar a corto o largo plazo la energía nuclear por un tema de costos y riesgos.

El impulso de la energía nuclear de potencia es totalmente impopular y nadie que calcule su capital político está abierto a ello. Menos en estos tiempos. Al final las soluciones energéticas se irán dando al transformar el uso de recursos fósiles -de uso mayoritario en Chile- a nuevas tecnologías que nos lleguen del hemisferio norte”, analiza Hugo Arellano para Culto.

Marcelo Loewe, en tanto, considera que no es una buena alternativa para Chile, no porque no sea factible, sino por el cuidado y dedicación que requiere en sus procedimientos. “Creo que no es aconsejable. Por temas como vivir en un territorio altamente sísmico, conveniencia económica y, sobre todo, por nuestra mentalidad. Dudo que se sigan protocolos rigurosos y modernos de seguridad”, concluye el docente.

Fuente:
Mónica Garrido, Energía nuclear en Chile, ¿qué podría salir mal?, 6 junio 2019, La Tercera. Consultado 27 junio 2019.

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