En
Cuba se planificaron 3 centrales atómicas. En 1975 Cuba y Rusia
firmaron un convenio de cooperación para el uso pacífico de la
energía atómica.
por Álvaro Alba
La
serie Chernobyl, que acaba de presentar HBO, da una visión detallada
del horrendo accidente en la planta nuclear de Ucrania cuando aún
existía la URSS, el Politburó, y las órdenes las dictaban desde el
Kremlin para las 15 repúblicas que formaban la Unión Soviética.
Los
5 capítulos de la serie son vitales para esta nueva generación del
milenio, también llamada generación Y o millennials (en inglés).
No acostumbrados a la lectura, la serie les ofrece la información
básica que necesitan para entender lo que sucede cuando la energía
atómica escapa del control humano.
"Chernobyl"
también muestra el rostro de un sistema -el socialista- que prefiere
engañar antes de decir la verdad. De ahí que el subtítulo sea:
"¿Cuál es el precio de la mentira?".
Para
quienes prefieren la lectura en lugar de los audiovisuales, está el
libro "Voces de Chernobyl", de Svetlana Alexievich,
periodista bielorrusa nacida en Ucrania y ganadora del Premio Nobel
de Literatura en el 2015. El volumen contiene una recopilación de 10
años de trabajo con el testimonio de los sobrevivientes de la
tragedia, desde los bomberos hasta los residentes del área. El
relato es mucho más dramático que la serie de HBO.
Como
un ensayo de la Apocalipsis califica Alexievich el accidente de
Chernobyl. En entrevista con Radio Libertad, la escritora reconoce
que el guión de la serie se basó en su libro.
Las
autoridades rusas no están muy contentas con la serie. Ya el
ministro de cultura de Rusia, Vladimir Medinski, comentó a la prensa
local que están en camino dos seriales de producción nacional sobre
Chernobyl. Uno se llama "Cuando caen las cigüeñas", y se
estrenará el 8 de octubre del 2020.
Los
medios oficiales en Rusia se encargan de precisar que esta nueva
producción tendrá mayor exactitud, que la británica-estadunidense.
No
han faltado las acusaciones de que "Chernobyl" desacreditaa
la URSS y la tecnología nuclear rusa para impedir la venta de
reactores. También se habla de la intención de una agrupación
comunista de llevar a los tribunales al director, guionista y
productor ejecutivo de la serie, además de prohibir la difusión de
la misma en la televisión rusa.
Pero
para mantener el interés en el tema, el Canal Uno (Kanal 1) de la
televisión estatal rusa anunció para el sábado 22 de junio un
documental sobre la tragedia en Ucrania en el que, afirman, se
presentaran los apuntes que hizo el científico Valeri Legasov antes
de morir.
En
Cuba se planificaron 3 centrales atómicas
Los
planes para Cuba eran 3 plantas nucleares en todo el país. En total
serían 12 reactores atómicos, tipo VVER-440/318. Cada planta
nuclear con cuatro reactores.
Además
de la conocida Central Electronuclear de Juraguá, en el centro de la
isla, cerca de Cienfuegos, se levantaría otra en el oriente de Cuba,
en los alrededores de la ciudad de Holguín, y una tercera en la zona
occidental.
El
Secretario Ejecutivo de la Comisión de Energía Atómica de Cuba,
Fidel Castro Díaz-Balart, así lo detalló en un informe sobre la
utilización de la tecnología nuclear en Cuba a la Organización
Internacional de la Energía Atómica (OIEA), recogido en el boletín
de enero de 1990.
En
1980, la Oncena Resolución sobre Ciencia y Técnica del Segundo
Congreso del Partido Comunista de Cuba especificaba la "construcción
de las centrales nucleares", en plural. Ese año se creó la
Comisión de Energía Atómica de Cuba (CEAC) y la Secretaría
Ejecutiva para Asuntos Nucleares (SEAN).
Entre
Cuba y la URSS existía un acuerdo desde 1967 para la entrega a la
isla de un reactor con fines experimentales, pero no fue hasta 1972
que comenzaron las conversaciones para experimentar con la energía
nuclear en Cuba.
En
1975 ambos países firmaron un convenio de cooperación para el uso
pacífico de la energía atómica. Un año más tarde, en 1976, se
decidió la construcción de la planta en Juraguá de 2 bloques
energéticos reactores. El primero fue terminado en octubre de 1982,
el segundo en febrero de 1985, el tercer y cuarto reactor nunca
llegaron a terminarse. Además de especialistas soviéticos, en la
obra participaron asesores búlgaros y de la Republica Democrática
Alemana (RDA).
El
5 de septiembre de 1992, Fidel Castro hizo público el fin de la
construcción de la planta nuclear en Juraguá en la ciudad que pudo
haberse convertido en el Pripiat cubano. La decisión tuvo un
carácter financiero, no de cuidado por el medio ambiente. Ya para la
fecha había desaparecido la Unión Soviética, que había invertido
en la construcción y equipos más de 1,000 millones de dólares.
Las
nuevas autoridades rusas, con el presidente Boris Yeltsin a la
cabeza, decidieron quitar la ideología del comercio. Rusia propuso
que ya no era el 2.5 por ciento de interés a pagar en 25 años, sino
que Cuba tenía que pagar 200 millones de dólares al contado y
buscar créditos adicionales por 200 millones en terceros países.
Ahí se paró la construcción.
Álvaro Alba es historiador
y periodista especializado en temas de Europa del Este y la ex Unión
Soviética. Máster en Historia por la Universidad Estatal de Odesa,
Ucrania. Premio Emmy 2017 (Emmy Award) en la categoría de Documental
Histórico.
Fuente:
Álvaro Alba, Chernobyl, tres centrales nucleares en Cuba y el precio de la mentira, 17 junio 2019, Infobae.
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