Si ocurriera un accidente grave en uno de los reactores nucleares de Suiza, la radiación afectaría a millones de europeos, según un estudio divulgado este martes y que analiza la manera en que la meteorología y la geografía influirían en el movimiento de una nube radiactiva.
por
Susan Misicka
Este
vídeo ilustra, por ejemplo, la manera en que las condiciones
meteorológicas del 19 de enero de 2017 hubieran impactado en caso de
un accidente en el reactor de Obergösgen, entre Berna y Zúrich.
El
estudio fue dirigido por Frédéric-Paul Piguet del Institut Biosphère de Ginebra. Piguet y su equipo examinaron el
riesgo de accidentes en las cinco centrales nucleares suizas, que se
encuentran entre Fukushima y Chernóbil en términos de tamaño. El
estudio incluye a Beznau I, el reactor nuclear más antiguo del
mundo, con medio siglo de existencia, ubicado en el norte de Suiza.
Con
base en las condiciones meteorológicas a lo largo de 2017, el equipo
calculó las consecuencias de eventuales fallos en los reactores
helvéticos y concluyó que entre 16 y 24 millones de europeos se
verían afectados por una catástrofe nuclear en Suiza, país con 8,5
millones de habitantes.
Estimaron
que entre 12 500 y 31100 personas morirían a causa del cáncer o
como consecuencia de problemas cardíacos causados por la radiación.
Además, habría otros problemas de salud, incluidas enfermedades
genéticas y esterilidad.
Según
el estudio, el clima húmedo casi duplicaría el número de
enfermedades graves relacionadas con la radiación. En 2017 hubo 36
días de "mal tiempo".
Un
'evento poco realista'
La
asociación de operadores de centrales nucleares suizas,
swissnuclear, informó a swissinfo.ch que había tomado
nota del estudio y que tenía previsto examinarlo en detalle en los
próximos días.
“Las
centrales nucleares suizas han sido diseñadas, construidas y
reequipadas regularmente de manera que puedan hacer frente a
accidentes graves", explicó un portavoz de swissnuclear, que
calificó de “acontecimiento poco realista” la situación
descrita en el estudio.
“Gracias
a múltiples e independientes sistemas de seguridad, es muy poco
probable que ocurra un accidente grave”.
Las
centrales nucleares suizas son supervisadas por la Inspección
Federal de la Seguridad Nuclear (IFSN).
En
2017, la ciudadanía helvética votó por la eliminación gradual de la energía nuclear y la prohibición de construir nuevas centrales.
Alrededor del 32% de la producción de electricidad en Suiza procede
de esa fuente de energía.
Fuente:
Susan Misicka, Impacto de eventual accidente nuclear suizo, 21 mayo 2019, Swissinfo. Consultado 21 mayo 2019.
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