El profesor de Stanford Mark Z Jacobson ha dicho que las nuevas centrales nucleares pueden costar hasta 7,4 veces más que las instalaciones eólicas y solares, y los tiempos de construcción serán de unos 15 años. Tal retraso, dijo, podría dar lugar a una enorme cantidad de emisiones de carbono adicionales procedentes de fuentes de energía de combustibles fósiles. Su veredicto llega cuando este mes China fijó nuevas tarifas garantizadas para la energía nuclear.
por Emiliano
Bellini
La medición de
las emisiones de carbono de las centrales nucleares durante su
funcionamiento no tiene en cuenta la enorme huella de carbono causada
durante el prolongado tiempo de su construcción.
Afirmar que las
centrales nucleares emiten cero o casi cero CO2 es una suposición
falsa refutada por datos objetivos, según el documento Evaluation of
Nuclear Power as a Proposed Solution to Global Warming, Air Pollution
and Energy Security(Evaluación de la energía nuclear como solución
propuesta para el calentamiento global, la contaminación del aire y
la seguridad energética), escrito por Mark Zachary Jacobson,
profesor de ingeniería civil y ambiental de la Universidad de
Stanford.
Jacobson, que
también es director del programa Atmosphere/Energy de la universidad
californiana, destaca en el estudio el riesgo de sobreestimar la
capacidad de la energía nuclear para reducir el calentamiento global
y la contaminación del aire, así como sus pretensiones de
garantizar la seguridad energética.
El profesor dijo
que los tiempos de construcción de nuevas plantas nucleares serán
de entre 10 y 19 años. “Si observamos la construcción de
centrales nucleares recientes se confirma que este rango no solo es
razonable, sino que en al menos un caso se ha quedado corto”,
escribió. El documento cita el reactor Olkiluoto 3 en Finlandia, el
plan nuclear de Hinkley Point en el Reino Unido y los reactores
Vogtle 3 y 4 en Georgia, entre otros, como ejemplos de proyectos cuya
planificación se inició en la última década y cuya entrada en
operación comercial aún está lejos de producirse.
Debido a la
cantidad de tiempo que requiere la construcción de estos proyectos
(la instalación y entrada en operación de megaplantas solares o
eólicas requiere de 2 a 5 años) la energía nuclear emite entre 64
y 102 g de CO² por kWh de capacidad de la planta durante el tiempo
de construcción o renovación de las centrales, en comparación con
las granjas eólicas o solares.
Jacobson añadió
que habrá que tener en cuenta otros 2-4 años de inactividad de la
central para tener en cuenta la renovación necesaria para garantizar
que las instalaciones nucleares funcionen durante los 40 años de
vida útil previstos. “En general, las emisiones de las nuevas
centrales nucleares son de 78-178 g CO²/kWh, no se acercan a cero”,
escribió. “Incluso las plantas existentes emiten, debido a la
continua extracción y refinación del uranio necesario para la
planta.”
El profesor
también destacó los riesgos bien conocidos asociados con la energía
nuclear, como la proliferación de armas, la fusión de reactores,
los desechos radiactivos, los cánceres relacionados con la minería
y el expolio de tierras.
China y sus
planes nucleares
Según Jacobson,
los prolongados retrasos en la conclusión de las centrales nucleares
de China han sido responsables de un aumento del 1,3 % de las
emisiones de carbono en el país entre 2016 y 2017, en lugar de la
caída del 3,4 % reclamada por las autoridades.
Según el
artículo de Stanford, el costo de capital de las nuevas centrales
nucleares oscila entre 6.500 y 12.250 dólares/kW, mientras que un
nuevo aerogenerador oscila entre 1.150 y 1.550 dólares/kW.
“Dividiendo el alto (y bajo) costo de capital de la energía
nuclear por kW entre el bajo (y alto) costo de capital del viento por
kW y multiplicando el resultado por 14 GW se obtiene un rango de
58.7-149 GW de capacidad eólica nominal que podría haber sido
instalada y en funcionamiento antes de 2017”, señala el informe.
A pesar de la
gran diferencia de costos, la Comisión Nacional de Desarrollo y
Reforma de China estableció este mes nuevas tarifas mínimas
garantizadas para la electricidad generada por las centrales
nucleares de tercera generación. Según Reuters, el proyecto Taishan
en la provincia de Guangdong se fijó en 0,435 RMB (0,0649 dólares)
por kWh, mientras que los precios del proyecto Sanmen en la provincia
de Zhejiang y la planta de Haiyang en la provincia de Shandong se
fijaron en 0,4203 y 0,4151 RMB por kWh, respectivamente.
Mycle Schneider,
consultor francés especializado en energía nuclear, dijo entonces a
pv magazine que las nuevas tarifas fijas están en el mismo rango que
las anteriores subvenciones nucleares. “Esto es bastante
sorprendente, ya que estas unidades eran significativamente más
caras que los reactores anteriores, llevan años de retraso y están
muy por encima del presupuesto”, dijo. “Es difícil de creer que
vayan a ganar dinero. 435 Yuan[RMB] por MWh -alrededor de 65 dólares
estadounidenses o 58 euros- es aproximadamente la mitad del precio de
ejercicio acordado para Hinkley Point C”.
Schneider añadió
que los costes fotovoltaicos y eólicos han bajado tanto que China
está invirtiendo mucho más en energías renovables que en energía
nuclear. “La conclusión es que es probable que China reinicie la
construcción nuclear en algún momento -la última unidad comercial
comenzó a construirse en diciembre de 2016-, pero que el ritmo sea
significativamente inferior al previsto, dejando la mayor parte de la
nueva capacidad de generación de electricidad a las energías
renovables, como en cualquier otro lugar, pero a mayor escala”,
añadió. A 1 de julio, China tenía 41 reactores en funcionamiento
con una capacidad neta total de 38 GW.
En la edición de
2018 del Informe sobre el Estado de la Industria Nuclear, Schneider
reveló que la capacidad de energía nuclear creció a nivel mundial
solo un 1 % en 2017, mientras que la capacidad solar y eólica
aumentaron un 35 % y un 17 %, respectivamente.
El informe
también reconoce que la energía solar y eólica son las fuentes de
energía más baratas conectadas a la red. Por otra parte, las
inversiones en nuevas plantas nucleares fueron impulsadas con dinero
público y por los Estados poseedores de armas nucleares, según el
documento.
Fuente:
Emiliano Bellini, “No existe una planta de energía nuclear de emisión cero o casi cero”, 24/04/19, pv magazine. Consultado 24/04/19.
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