viernes, 12 de abril de 2019

Hallan evidencias de que los pueblos originarios desmontaban los valles serranos

Un estudio arqueológico logró determinar el impacto que tuvieron estas poblaciones sobre el paisaje. Si bien se cae un mito, los investigadores aseguran que no se compara el impacto de aquella práctica con la deforestación actual.

Pensar que las comunidades originarias de América no modificaban el entorno es una idea romántica que no se sostiene de ninguna manera”, asegura Matías Medina, investigador de Conicet en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata.

Medina y colegas estudiaron cómo las comunidades originarias de las sierras de Córdoba modificaron el paisaje y afectaron la biodiversidad antes de la llegada de los españoles con sus cultivos europeos, ovejas, cabras, vacas y caballos.

La realidad es que los seres humanos siempre ejercimos actividades que impactaron sobre el medioambiente”, dice Medina.

El arqueólogo realizó un análisis detallado de hachas de piedra pulida y polen contenido en sedimentos de distintos sitios arqueológicos de las sierras de Córdoba, evidencias concretas de que se hacía deforestación unos mil años antes de la conquista.

Las conclusiones del trabajo fueron publicadas recientemente en la revista Latin America Antiquity.

Trabajos por estaciones

Medina explica que las sociedades de ese momento ya habían comenzado a cultivar la tierra pero sin dejar de lado la caza y recolección. No eran agricultores estrictamente sedentarios.

Y agrega que durante el verano los grupos se instalaban en pequeños poblados para plantar maíz, zapallo, quínoa y porotos y recolectar frutos silvestres.

En tanto que en invierno se dispersaban hacia los sectores más altos en busca de guanacos para luego regresar a los valles en primavera y planificar la siembra.

A lo largo de los siglos, ese modo de vida modeló el ambiente serrano, contribuyendo a la conformación del paisaje que hoy conocemos”, asegura.

Diferencias entre ayer y hoy

Sebastián Pastor, investigador adjunto del Conicet en el Centro de Investigación y Transferencia de Catamarca y también autor del trabajo, establece diferencia entre la modificación del paisaje que hicieron estos pueblos originarios con la que se dio a partir del siglo XX.

Nada tienen que ver las consecuencias de la acción humana sobre el ambiente de ese momento con las que se ven hoy: un desmonte feroz, siembra directa y monocultivos que entre otros factores son responsables de las inundaciones que azotan a los pueblos de las llanuras cordobesas”, asegura.

Y agrega: “Las de hoy son prácticas económicas que no son sustentables ni siquiera en lo inmediato, mientras que las que observamos de las comunidades prehispánicas sí lo eran, y a largo plazo”.

Estudio de las hachas

Las hachas analizadas fueron recuperadas en distintas sitios de los valles serranos de Punilla, Traslasierra y Calamuchita.

Medina explica que se desmontaba alrededor de las aldeas o poblados.

Abrían claros en el bosque y los mantenían despejados a través del tiempo ya sea para cultivar, construir viviendas o fomentar el crecimiento de árboles de consumo como el algarrobo, el mistol o el chañar.

La actividad fue lo suficientemente extensiva como para dejar su impronta en los sedimentos arqueológicos”, señala el investigador.
La muestra consiste en 55 hachas y azuelas líticas (una herramienta similar pero con la hoja perpendicular al mango).
Pesan entre los 300 gramos a los dos kilos.
Gran parte presenta rastros indicativos de haber sido utilizadas para cortar elementos leñosos del bosque serrano a nivel del suelo.
Algunos artefactos tienen en sus filos marcas de un uso asociado exclusivamente a trabajar la madera, como pulido y estrías finas.
Medina asegura que el ambiente que ahora entendemos como natural en la sierras de Córdoba en realidad empezó a formarse hace miles de años con las poblaciones humanas como partícipes necesarios.

El investigador resalta el valor actual de la arqueología ya que produce conocimiento sobre el funcionamiento de las sociedades y su impacto sobre los ecosistemas que ayuda a ubicarnos en el presente.

Autores. Matías Medina es el primer autor del trabajo del que también participaron Imanol Balena, Esteban Vázquez, Nelson Coriale y Sebastián Pastor. (Conicet)

Fuente:
Hallan evidencias de que los pueblos originarios desmontaban los valles serranos, 12/04/19, La Voz del Interior.

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