Dueña de un
pasaje único, Ushuaia, comúnmente conocida como la ciudad más
austral del mundo, recibe todos los años a miles de turistas
argentinos y extranjeros. En 2018, casi 400.000 turistas la
visitaron, según datos oficiales de la provincia. Actualmente, la
ciudad que alberga al famoso canal de Beagle se ve amenazada por la
industria de los salmones. La introducción de esta especie no nativa
en el canal, según argumentan desde la ONG, provocará serios
impactos en la fisonomía y la belleza del lugar.
El canal cuenta
con características singulares en el territorio nacional; no existe
otro punto del país con características asociadas al Océano
Pacífico. Además, es el único fiordo de Argentina, un tipo de
accidente geográfico donde las montañas confluyen con el mar.
La ONG alertó
sobre la contaminación que la industria salmonera provocará en las
aguas del canal. El escape de salmones que puede provocar la
depredación de otras especies de importancia en el canal, el abuso
de antibióticos, antiparasitarios y otras sustancias químicas, la
acumulación de residuos en el fondo marino provenientes de los
alimentos y las heces de los salmones son algunos de los impactos
directos de las operaciones de las salmoneras.
“La belleza
escénica, lo más cotizado a la hora de visitar Ushuaia, se verá en
peligro por la instalación de jaulas del tamaño de quince canchas
de fútbol en el medio del canal. Se generará una enorme disrupción
en los avistajes icónicos del canal”, sostuvo Estefanía González,
coordinadora de la campaña de océanos de Greenpeace.
A su vez, la ONG
vaticinó serios impactos en la fauna autóctona, principalmente por
el aumento de basura en en las costas, islas y fondos marinos. Los
lobos marinos, cormoranes y la popular centolla requerida en los
emprendimientos gastronómicos ushuaienses, serán las principales
especies afectadas, entre otras.
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