Greenpeace
destacó la medida del Concejo Deliberante de Ushuaia que aprobó una
ordenanza municipal para evitar la salmonicultura en el tejido urbano
de la ciudad, para la instalación de plantas de procesamiento y
otras estructuras que requiere la industria. Sin embargo, la ONG
cuestionó que la medida no se extiende a la protección del canal.
“Es un
excelente primer paso que refleja la presión de la comunidad,
científicos, chef de la ciudad y muchas organizaciones que rechazan
la salmonicultura en Ushuaia. Sin embargo, las aguas del canal aún
están desprotegidas. Por eso, exigimos la sanción de una ley
provincial que avance en la misma línea y así se le cierre la
puerta a esta nefasta industria en el Canal de Beagle y toda Tierra
del Fuego”, sostuvo Estefanía González, coordinadora de campañas
de Greenpeace Andino.
La organización
sostuvo que, más allá de las disposiciones provinciales, el acuerdo
para instalar la salmonicultura en Ushuaia fue firmado entre los
gobiernos nacionales argentino y noruego para evaluar la factibilidad
de desarrollar la industria en el lado argentina del canal, a pocos
kilómetros de Ushuaia.
A su vez, la
amenaza al canal de Beagle, que es binacional, se presenta por ambas
costas. En Puerto William, la empresa chilena Nova Austral pretende
instalar cuatro proyectos y 138 jaulas en diferentes puntos del canal
que pertenecen a Chile.
Greenpeace instó
ambos gobiernos a pronunciarse respecto de este intento de
instalación de las salmoneras en el Beagle. “Las autoridades de
Argentina y Chile no pueden quedar silenciosas y deben tomar una
posición clara para proteger nuestro patrimonio medioambiental.
Argentina no debe avanzar con una industria que ningún país hoy
promueve por su efectos nocivos en el ambiente y la salud. Por otro
lado, Chile debe impedir que más concesiones sean entregadas. El
Beagle no puede convertirse en el nuevo basurero ambiental de las
salmoneras.”, agregó González.
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