El Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) sentenció este jueves que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) debe permitir el acceso a estudios de toxicidad y carcinogenicidad de la sustancia activa del glifosato, herbicida sobre el que alertó la Organización Mundial de la Salud en 2015.
La corte anuló
así dos decisiones de la EFSA que denegaban el acceso a detalles
sobre estudios relativos al herbicida más utilizado y polémico del
mundo, empleado por multinacionales como Monsanto, para el que la Comisión Europea (CE) acordó en noviembre de 2017 renovar hasta 2022 la licencia en la Unión Europea (UE), pese a la oposición de
países como Francia.
Estudios sobre el
glifosato
La EFSA había
denegado la solicitud de acceso a distintas partes de estudios
científicos de esa agencia relativas al impacto sanitario y
medioambiental del glifosato que habían cursado un ciudadano europeo
y los europarlamentarios ecologistas Heidi Hautala, Michèle Rivasi,
Benedek Jávor y Bart Staes.
Los demandantes
recordaron en su solicitud que el Centro Internacional de
Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) concluyó en marzo de 2015
que el glifosato presentaba potencial carcinogenicidad y que, sin
embargo, en noviembre de 2015, el examen por los homólogos de la
EFSA había concluido que probablemente no presentase ningún riesgo
carcinógeno para el hombre, indicó la corte.
La EFSA argumentó
su rechazo a permitir el acceso a esos documentos, entre otros
motivos, en base a que su divulgación supondría un perjuicio serio
para los intereses comerciales y financieros de las empresas que
presentaron los informes de estudio, y aduciendo no existía un
interés público superior que justificase la divulgación.
Esa agencia de la
UE consideraba también que “el acceso a las partes de dichos
estudios no era necesaria para verificar la evaluación científica
de los riesgos realizada de conformidad con el Reglamento relativo a
la comercialización de productos fitosanitarios”, agregó el
Tribunal de Luxemburgo.
Sin embargo, el
TGUE sostiene en su fallo que el público debe tener acceso “no
sólo a la información sobre las emisiones (…) sino también a la
relativa a las consecuencias a más o menos largo plazo de estas
emisiones sobre el estado del medio ambiente, como los efectos de
dichas emisiones sobre los organismos distintos de aquellos a los que
va destinado el producto”.
El fallo del
TGUE, que admite recurso de casación ante el Tribunal de Justicia de
la Unión Europea (TJUE), establece además que el acceso a esos
documentos “reviste un interés público superior con respecto al
interés basado en la protección de intereses comerciales de una
persona física o jurídica”.
Reacciones
Tras conocerse la
sentencia, el eurodiputado español de EQUO Florent Marcellesi del
grupo Verdes/ALE del Parlamento Europeo señaló que el fallo supone
“una victoria en la lucha contra el secretismo cuando hay riesgos
medioambientales y sanitarios de productos peligrosos como el
glifosato”.
“Gracias a la
publicación de todos los estudios disponibles, en el futuro otros
científicos independientes tendrán la posibilidad de hacer doble
control sobre la ciencia que está detrás de las evaluaciones de los
plaguicidas”, añadió.
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