sábado, 9 de febrero de 2019

“Si no hacemos nada, la Tierra será un lugar inhóspito en 100 años”

Albert Martínez, jefe de Meteorología del canal Univisión en Estados Unidos, habla de los estragos que conllevará el cambio climático en ‘Pulso al Planeta’.

por Joseph Pita

Antaño, del que iba a probar fortuna a América se decía que ‘iba a hacer las américas’. Pues bien, eso es lo que hizo Albert Martínez (Miralcamp, 1982) hace ya casi seis años. Licenciado en Geografía Física y meteorólogo de profesión, a este leridano le surgió la oportunidad de trabajar en Dallas (Estados Unidos) para el canal Univisión y no desaprovechó la oportunidad para cruzar el charco. “No me lo pensé ni dos minutos”, explica. Y la verdad es que no le ha ido mal. Hace dos años cambió Dallas por Houston. ¿El motivo? Le nombraron jefe de Meteorología del canal. Pero eso no es todo: en su haber cuenta ya con varios Emmy. Entre ellos, el de mejor presentador del tiempo. Recientemente ha sido premiado con otro por el reportaje Pulso al Planeta , en el que se analizan las temibles consecuencias del cambio climático. La Vanguardia ha podido charlar unos minutos con él, y el que sigue es el resultado de la conversación.

¿Estamos a tiempo de revertir la posible subida del nivel del mar que comportará el cambio climático?

Hay estudios que dicen que aunque mañana mismo se parara toda la emisión de gases de efecto invernadero, la inercia existente seguiría fundiendo los casquetes polares, el hielo de las montañas… Me temo que nos estamos acercando al punto de no retorno (los famosos 1,5 grados o 2) y que las consecuencias pueden ser muy malas. La gran mayoría de los científicos cree que no lo hemos alcanzado todavía, pero nos estamos aproximando mucho. Los gobiernos no hacen nada, y ese es el problema. Desde los años 80 del siglo pasado, la subida de la temperatura de la Tierra ha sido brutal.

¿Cuándo podríamos empezar a notar una subida del nivel del mar?

En estos momentos, el nivel está creciendo unos tres milímetros por año, según datos de la NASA. Podemos tardar 50 o 100 años en ver una subida del mar que pueda afectar a ciudades como Barcelona, Miami o Sydney. Es verdad que muchos no lo veremos, pero los que vienen detrás sufrirán este impacto. El problema es que la subida es exponencial.

No es lineal…

En el siglo pasado subía 1,7 milímetros al año, pero ahora ya está subiendo más de 3. ¿Qué pasará si de aquí 20 años vuelve a ser el doble? El aumento no es lineal, es exponencial, ese es el problema. Y claro, hay que tener en cuenta que la mayoría de los habitantes de la Tierra vive en la costa, de manera que el impacto sobre la sociedad, la agricultura y el turismo puede ser importante.

En su reportaje hablan de que las previsiones más extremas y catastrofistas sitúan la subida en 80 metros si se fundiera gran parte del hielo de la Antártida. Otras más ‘benévolas’ hablan de 12 metros. Pero eso continúa siendo una crisis mundial, ¿no?

Sí. El peor escenario es aquel en el que se deshiela todo. La gente piensa en el deshielo de los icebergs, pero con eso no ocurre nada. El problema es si se funde todo el hielo de la Antártida, que son kilómetros de hielo, de los glaciares de las montañas… además de que nos quedaríamos sin agua dulce, toda esta agua acabaría en los mares, generando un escenario tremendo. Si eso ocurriera, seguramente supondría el final de la vida tal y como la conocemos. El IPCC [Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático, en sus siglas en inglés] también lo contempla.

Ese es el peor escenario…

El otro menos malo habla de una subida de 10/12 metros. Muchas playas desaparecerían y la línea costera casa vez se iría más adentro. En Houston eso ya se ha visto. Después del huracán Ike, la zona de Galveston, donde impactó, desapareció. Las casas que había ya no existen, están bajo el mar, que se las llevó. Esto puede continuar pasando en zonas como Miami, Nueva Orleans, Nueva York… La subida del nivel del mar también afectaría a ciudades como San Francisco o los Ángeles.

Ustedes recuerdan en ‘Pulso al Planeta’ que los océanos están sufriendo un proceso de acidificación por culpa del cambio climático. ¿Qué significa?

Los mares y los océanos representan alrededor del 71 % de la superficie de la Tierra, y desde la revolución industrial la concentración de gases de efecto invernadero, como el CO2, ha aumentado un 40 %. Éste procede de la quema de los combustibles fósiles y la agricultura. Está claro que cuando quemamos algo, el humo va a la atmósfera, pero tenemos que entender la Tierra como un sistema cerrado, por lo que ese gas va a parar a los océanos.

El planeta visto como una esponja…

Si esto no fuese así, la concentración de CO2 en la atmósfera sería mucho más grande. En el océano tenemos mucha vegetación que igual que los bosques convierten ese CO2 en oxígeno. De hecho, el gran pulmón de la Tierra no es el Amazonas, sino los océanos.

Interesante.

Cuando el CO2 se combina con el agua del mar (H2O) se forma ácido carbónico (H2CO3). Este ácido libera iones de bicarbonato (HCO3) y de hidrógeno. Es el aumento de este hidrógeno lo que hace bajar el pH del agua y por lo tanto aumenta su acidez. En los últimos años el pH ha bajado de 8,2 a 8,1 y si sigue aumentando el CO2 en la atmósfera seguirá bajando.

Parece preocupante.

La acidificación tiene otro problema: los animales marinos calcificadores (desde las gambas a los cangrejos) necesitan carbonato de calcio (CaCO3). Si aumenta el CO2, bajarán los carbonatos y eso hará que haya menos calcio para los animales, puesto que el hidrógeno que estaba suelto se une al CO3. ¿Se puede arreglar? Pues solo reduciendo considerablemente a partir de ahora la emisión de CO2 a la atmósfera.

¿El cambio climático hará que llueva menos pero de manera mucho más intensa?

Ese es uno de los escenarios. En algunas zonas del planeta se espera que llueva menos pero que cuando lo haga llueva muchísimo. Es probable que el tiempo sea cada vez más extremo: que tengamos episodios más severos con grandes granizadas, con ‘esclafits’ [downburst en inglés] o incluso algún que otro tornado. Si la atmósfera cada vez está más caliente, los choques de masas de aire contrastadas (que es lo que produce el desarrollo de las borrascas) serán más virulentos, y eso puede provocar tormentas mucho más severas.

¿Y qué pueden hacer los gobiernos para mitigar el cambio climático?

Ahí está la gran cuestión. A nivel particular, muchas sociedades ya hacen cosas. En Estados Unidos el comercio de proximidad hace unos cuantos años que está de moda. Y eso ayuda. Si tú consumes fruta de temporada, por ejemplo, el transporte es mínimo, y eso es importante porque la mayor parte de las emisiones vienen de la combustión de los coches y también de las fábricas. La globalización hace que aumente la contaminación.

Eso a nivel individual…

Evidentemente, si todo esto lo haces tú, también reciclar, y no lo hace el vecino, pues tenemos un problema. Estamos delante de un cambio de mentalidad de la sociedad, y esto cuesta. Los gobiernos tienen que llegar a acuerdos, pero países como Estados Unidos o China ya han dicho que irán a la suya, y hay otros que producen mucho y que negocian con países, que no están tan industrializados y no consumen tanto, la compra de su producción de dióxido de carbono para que a ellos no les multen.

Entiendo.

Evidentemente, no podemos decir, ‘a partir de mañana sólo pueden circular coches eléctricos’, porque colapsaríamos la sociedad. Tampoco la solución radica en el coche eléctrico: por mucho que todo el mundo tuviera uno, la electricidad no la obtenemos del Sol, sino de fábricas que seguirían contaminando emitiendo dióxido de carbono.

No vamos a una…

Exacto. Podemos fomentar el uso del transporte público por ejemplo. Pero en la ciudad en la que vivo, Houston, eso es impensable. ¿Por qué? Porque no hay opciones viables. Hay autobuses, sí, pero la red no funciona: muchos no pasan y todo es muy lento. El problema es que prefieren invertir en una carretera nueva que en mejorar los servicios públicos. Habría que pensar en los servicios colectivos, públicos, en lugar de pensar tanto individualmente. Eso ayudaría.

¿Qué les diría a las personas que todavía hoy niegan el cambio climático?

Que no piensen tanto en ellos y sí en sus hijos y descendientes. El cambio climático se está produciendo ahora, pero sus efectos llegarán a medio/largo plazo. Les pediría que no sean tan egoístas. Evidentemente, el mar no inundará las ciudades costeras el año que viene o de aquí a 10 años, pero sí en 50 o 100. Hay que pensar en los que vienen detrás.

Pero es que ellos niegan la mayor, defienden que este cambio no existe.

También hay gente que continúa pensando que la Tierra es plana. Los datos son los que son. Cuando yo estudiaba, tenía profesores que en aquella época negaban el cambio climático. Pero ahora no. La comunidad científica, seguramente en un 90%, está de acuerdo en que hay un cambio climático. Y cuando una mayoría así confirma que este cambio existe se le tiene que hacer un poco de caso.

Parece que estamos abocados al desastre… ¿Cómo ve el futuro?

Soy bastante pesimista. Hasta que no haya graves impactos, los gobiernos y la sociedad en general no se pondrán manos a la obra. Al ser una cosa que no se ve, le restamos importancia. Si sigue aumentando la tendencia, podríamos estar hablando de una subida de temperatura de 3 o 4 grados, y ahí el cambio en los ritmos de lluvia, el deshielo, la subida del nivel del mar y las tormentas severas irán a más.

No suena agradable.

Hasta que algún país no empiece a ver que los cultivos cada vez son menos productivos porque no llueve, o que llegan más sistemas tropicales a la costa y los daños son más grandes, hasta que eso no ocurra y después de unos años asocien esa realidad con el cambio climático, no se pondrán las pilas. Quizás lo único que podamos hacer en 100 o 200 años es irnos.

Ya…

Ir a otro planeta, si es que se ha encontrado alguno y se puede llegar a él en un tiempo ideal, y empezar de nuevo.

¿Cómo se imagina la Tierra en 100 años si no empezamos a cambiar las cosas?

Si no hacemos nada, la Tierra en 100 años será un lugar inhóspito: no tendríamos combustibles fósiles, ni agricultura sostenible, no tendríamos agua potable, no podríamos ir a pescar porque no habría peces, ni tantas plantas, por lo que el aumento del dióxido de carbono haría que la temperatura media del planeta fuera mucho más alta.

Menudo panorama…

Eso ya se ve en España. El desierto del Sáhara va subiendo, y en zonas de Andalucía ya están empezando a sentir los efectos de un clima desértico, y eso irá a más.

Y cuando queramos reaccionar, ¿será demasiado tarde?

En los acuerdos climáticos se establecen unas guías pero no se obliga a nadie. Y si no quieres ratificarlos, pues no lo haces. Ahí está el problema. Todo el mundo ve que hay un cambio climático, pero no se hace nada. Todo queda en papel mojado.

Para ustedes los científicos, que son más que nadie conscientes del cambio climático, entiendo que debe ser frustrante ver semejante inacción…

Sí. Una parte importante de mi trabajo diario es cómo puedo comunicarlo, cómo explicar a la audiencia latina de los Estados Unidos. que realmente hay un cambio climático y que, por ejemplo, los incendios que hemos visto en 2018 en California irán a más y por una doble razón: por la sequía y por que cada vez vivimos en lugares con mayor riesgo. Uno se hace una casa en medio del bosque sin tener en cuenta que éste se puede quemar porque vive en un clima mediterráneo. Es una doble educación. Pero claro, si salgo un día en pantalla y les muestro los datos del IPCC me cambiarán de canal.

¿Ah si?

Pero si les muestro con imágenes, aunque sean retocadas, de cómo podría ser la ciudad de Houston de aquí a 50 años y en ellas se ve que casi la mitad de ella estaría cubierta de agua, entonces quizás alguna persona llegue a hacer el clic. Y si esa persona consigue que otra también lo haga y cambie su actitud el mensaje habrá llegado bien.

¿Usted ha enseñado gráficos en su espacio televisivo donde se ve medio Houston bajo el agua? ¿Y no le han llamado alarmista?

No, porque en Houston tienen la mala suerte de que en los últimos cinco años han vivido unos episodios que han inundado toda la ciudad. Así es más fácil concienciar a la gente diciéndoles, ‘esto que nos ha sucedido, ocurrirá cada vez más a menudo’. ¿Y sabes qué ha ocurrido en Houston?

Dígame.

Que el precio de la vivienda se ha multiplicado por cuatro en las zonas que nunca se han inundado de la ciudad.

Claro.

En Miami tuvieron la marea roja el verano pasado a raíz de un alga, un fenómeno que no había ocurrido nunca en los últimos 30 años. Y todo ello es por los fertilizantes de los campos agrícolas de Florida, que van a parar al Golfo de México. La planta se los come, se reproduce a lo loco, y mata a los peces. Se tuvieron que cerrar playas como la de Miami Beach, y eso fue un impacto para el turismo. Nosotros aprovechamos situaciones como éstas para decir, ‘lo que ha pasado es culpa nuestra’. Nos ayuda a concienciar a la gente.

Fuente:
Joseph Pita, “Si no hacemos nada, la Tierra será un lugar inhóspito en 100 años”, 30/01/19, La Vanguardia. Consultado 09/02/19.

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