Cada día recibe casi 90.000 metros cúbicos de desechos industriales y 368.000 de aguas servidas. Hay más de 100 basurales a cielo abierto y el agua tiene niveles de mercurio, zinc, plomo y cromo de hasta 50 veces más de lo permitido. La salud de los pobladores, el plomo en la sangre de los niños y qué hace falta para sanear la Cuenca.
por Daniel
Muchnik
La historia es
vieja. Nadie la resuelve en su totalidad. Demuestra la fragmentación
de poderes entre la Justicia, la Ciudad de Buenos Aires, la provincia
de Buenos Aires y gran cantidad de municipios.
Hablamos de la
Cuenca del Riachuelo, una cloaca abierta, una vergüenza argentina
que muchas veces nos dejó sin argumento cuando, por ejemplo, se
evidenciaron las protestas en el país contra las plantas de
elaboración de papel frente al Uruguay. Tiene 64 kilómetros de
extensión, atraviesa catorce municipios y cubre 2.000 kilómetros
cuadrados.
Su permanente
contaminación afecta a 5 millones y medio de habitantes, entre los
cuales casi 4 de cada 10 no tienen agua potable y más de la mitad no
posee cloacas. Cada día, históricamente hablando, el Riachuelo
recibe casi 90.000 metros cúbicos de desechos industriales de muchas
de las fábricas instaladas en su orillas. En toda la Cuenca hay
13.000 establecimientos industriales. De ese total, 1397 han sido
declarados agentes contaminantes.
A esos afluentes
químicos se les suman 368.000 metros cúbicos de aguas servidas por
día, de las cuales -según algunos organismos controladores-
sólo 5 por ciento recibe tratamiento específico. Si se sigue la
opinión de Acumar (Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo), creada
especialmente para que todas las jurisdicciones afectadas se pongan
de acuerdo y no se peleen entre sí, un tercio del caudal intoxicador
proviene de descargas industriales. Aseguraron en ACUMAR que de las
industrias contaminantes 412 fueron reconvertidas ambientalmente y
hay otras 512 en proceso.
En esa misma
Cuenca hay más de 100 basurales a cielo abierto y el agua tiene
niveles de mercurio, zinc, plomo y cromo de hasta 50 veces más de lo
permitido, usada por 13 villas de emergencia en la parte baja del
río.
En Villa
Inflamable, es el caso, los niños tienen 5 veces más plomo que lo
aceptable.
El plomo enferma
a quien lo padece, atrasa su crecimiento, lo lleva a comportamientos
agresivos, afecta la piel y le produce consecuencias dolorosas hasta
el día de su muerte.
Eso no es todo.
En muestras recogidas en la zona se detectó en laboratorios
especializados en el exterior la presencia de nonifenol, que va
destruyendo el sistema reproductivo y la hormona estrógeno. También
se encontraron rastros de insecticidas cancerígenos y el prohibido
DDT. Se comprobó la presencia de elementos que afectan el cerebro y
los riñones, otro que se ensaña con los riñones y el hígado.
Daños a la salud
de tal magnitud que se asemeja a una guerra, con gente afectada de
por vida, sin solución de continuidad.
La campaña por
la limpieza urgente del Riachuelo se inició a comienzos se la década
del 90. La solventó APOC, la asociación del personal de Organismos
de Control, por sus propias investigaciones y la acción de
asociaciones vecinales. APOC demostró entonces que con solo 50
millones de dólares Inglaterra había podido limpiar a fondo y para
siempre el río Támesis, muy contaminado.
La extinta María
Julia Alsogaray, alta funcionaria del gobierno de Carlos Menem, dijo
con omnipotencia, que en un corto tiempo ella haría que se
revirtiera el problema. No pasó nada. Fue una promesa tirada al
viento.
El asunto fue tan
relevante que llegó a la Corte Suprema quien ordenó la limpieza de
la Cuenca sin resultado alguno: nadie obedeció. Como la acción no
depende de un solo ente sino de varios (Ciudad de Buenos Aires,
provincia de Buenos Aires y municipios, como ya dijimos) no había
manera de unir criterios, presupuestos y conveniencias políticas. Un
antiguo drama que es el desentendimiento argentino.
En un segundo
tiempo, la Corte Suprema de Justicia decidió, en la causa caratulada
"Mendoza, Beatriz Silvia y otros c/el Estado Nacional s/daños y
perjuicios", condenar al Estado Nacional, a la provincia de
Buenos Aires y a la Ciudad de Buenos Aires a ejecutar de una vez por
todas un programa de saneamiento sobre la aguas del Riachuelo y
alrededores del mismo.
La contienda tuvo
su origen en el año 2006 cuando 17 damnificados promovieron demanda
contra los poderes constituidos y contra 44 empresas. La Corte
especificó un programa de acción que obligaba a codificar la
partidas presupuestarios y asignar a la Auditoría General de la
Nación la realización de un control permanente de la asignación de
recursos y de ejecución presupuestaria.
Actuó ACUMAR a
lo largo del tiempo pero los resultados dejan mucho que desear. Un
grupo de ONGs acusó, precisamente a ACUMAR, de ser "incapaz"
de limpiar el Riachuelo. Pedían enfrentar las problemáticas desde
una mirada integral, multidisciplinaria y participativa.
Si bien ACUMAR
organizó un encuentro con especialistas de Alemania, Colombia,
España, Corea del Sur, Ecuador , Estados Unidos, Italia y Brasil
donde se debatió sobre sanidad ambiental, las ONGs combativas
cuestionaron la "falta de cumplimiento de las funciones
constitucionales y legales de la Corte Suprema de Justicia" y
reprobaron "el desempeño de ACUMAR por su vaciamiento".
Exigieron trasparentar el funcionamiento de ACUMAR en cuanto a su
presupuesto y su ejecución.
El presidente de
la Asociación de Vecinos de La Boca, Alfredo Alberti, advirtió que
el recorte presupuestario para cumplir el objetivo es muy evidente.
En cuanto a la atención medica faltan personal y recursos. El
Hospital Argerich está colapsado y los centros de salud de la zona
no tienen capacidad. Las afecciones que más se registran en la zona
-señaló Alberti- son las alergias en la piel y en las vías
respiratorias. Lo recalcan los médicos de la zona y las farmacias.
La contaminación
sigue omnipresente. En el segundo semestre del año pasado, en las
obras de ampliación de las redes cloacales, pluviales y de agua
potable en la Villa 21-24 de Barracas, se detectaron restos de plomo.
En esa villa una
muestra tomada sobre 962 niños menores de 6 años, el 25 por ciento
tiene plomo en la sangre según todos los organismos y
representaciones oficiales.
Y se aclaró :
"El plomo compite en el organismo con el calcio y el hierro lo
que puede predisponer a la persona a dos respuestas iniciales:
trastorno en el desarrollo para el aprendizaje del niño y anemia.
Puede afectar al sistema nervioso central en la forma de cefaleas,
insomnio, alteraciones del carácter y la memoria, graves dolores en
el cuerpo, cambios drásticos de humor". El padecimiento crónico
es el "saturnismo".
Hay especialistas
quienes aseguran que en tres años y un presupuesto de 300 millones
de dólares para su limpieza total el Riachuelo pasaría a "ser
apto para el desarrollo de actividades recreativas pasiva y de vida
acuática". ¿Sueños de una noche de verano?
Fuentes:
Daniel Muchnik @dmuchnik, El Riachuelo, la contaminación imparable y más de 5 millones de personas en riesgo, 07/02/19, Infobae.
La obra de arte que ilustra esta entrada es "El Riachuelo", 1916, óleo sobre tela, 72,3 x 84,5 cm, Museo Nacional de Bellas Artes. Del pintor, grabador y escenógrafo argentino Pio Collivadino (1869- 1945).
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