Un fenómeno muy
particular y los efectos del cambio climático hicieron de este
verano uno de los más lluviosos y húmedos de los que se tengan
registros recientes. Qué dice el pronóstico para los próximos días.
por Laura Rocha
Los eventos
extremos llegaron para quedarse en la Argentina. A la sequía feroz
que el año pasado provocó la pérdida de 6 mil millones de dólares
en el corazón productivo del país, le sigue este comienzo de 2019
con inundaciones brutales, que dejaron al menos cuatro muertos, miles
de evacuados que siguen sin poder regresar a sus hogares y cientos de
miles de hectáreas de cultivos bajo agua.
¿Cuál es la
causa de estos cambios abruptos que no dan respiro a cientos de miles
de personas? Se trata de un fenómeno que se denomina variabilidad
intraestacional o semanal, agravada por el cambio climático que
muestra sus efectos.
"Este patrón
se caracteriza por influir en los períodos de lluvia de unos 10 o
hasta 18 días, o más. Puede tener una fase húmeda y otra lluviosa,
como esta, o seca. Por ejemplo, la ola de calor de diciembre de 2013
también fue el efecto de este fenómeno, pero, en ese caso, generó
temperaturas extremas", explica Carolina Vera, investigadora
principal del Conicet y Vice-Chair del Grupo de Trabajo 1 del Panel
Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en
inglés).
La explicación
de cómo se produce este fenómeno parece un efecto mariposa: "En
la zona del Pacífico Tropical Oeste activó en una zona de que
empezó a alterar las condiciones de presión hasta llegar a
Sudáfrica e hizo persistir condiciones de presión más bajas de lo
normal al Oeste del país y al Sudoeste, más altas de lo normal. Eso
favoreció las condiciones que aumentan las lluvias. Esto es posible
que ocurra y ha habido más de 20 casos como este en los últimos 15
veranos. El tema es que puede variar la cantidad de días y el hecho
de que la lluvia puede ser extrema. Según estudios realizados, ante
eventos de estas características, en algunas regiones de la
Argentina las chances de lluvias extremas son del 100 % por eso
recomendamos que se tomen las previsiones correspondientes",
sostuvo la investigadora.
El cambio
climático y la deforestación no son la causa principal de esta
variabilidad, pero suman a ella. "El aumento de los gases de
efecto invernadero en la atmósfera promueve una mayor tendencia a la
abundancia de lluvias en verano en la parte oriental del país. El
cambio climático ha alterado la forma en que llueve. Hoy por hoy en
el verano de nuestro país, las chances de que llueva en forma
extrema son altas", agregó Vera.
Los récords que
registra, hasta ayer, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) lo
demuestran: hay al menos cuatro localidades que registran niveles
históricos de agua caída. Por caso, en Resistencia, Chaco ya
llovieron 556,3 mm.
"En esta
localidad el fenómeno más extremo ocurrió entre el 8 y el 9 de
este mes cuando se reportaron 224 mm", dijo a Infobae Cindy
Fernández, vocera del SMN. Como para darse una idea esta es una
cantidad similar al agua que cayó en 24 horas en las fatídicas
inundaciones de La Plata, en 2013.
En las ciudades
correntinas de Paso de los Libres y Monte Caseros los registros
superaron los 600 mm. Y en Mercedes, la marca llegó a 467 mm.
La región
pampeana ha recibido más de 460 mm de lluvia en las dos primeras
semanas de enero -casi cinco veces la cantidad normal. Al menos
cuatro personas han muerto en Argentina y otra en Uruguay.
El daño a la
agricultura será significativo: 2,4 millones de hectáreas de
cultivos de soja han sido inundadas en Argentina, según Coninagro,
que estima que estas pérdidas ascienden a 2.400 millones de dólares.
Los agricultores de maíz, algodón y ganado también se han visto
afectados. Las inundaciones han afectado a Argentina un año después
de que la cosecha de soja se viera gravemente impactada por una grave
sequía, lo que contribuyó a que la economía entrara en recesión.
De hecho, este
fenómeno que se prolongó desde fines de 2017 y hasta abril de 2018,
registró muy bajas precipitaciones: en algunas partes del país
fueron menores al 50 % de lo normal, entre diciembre y febrero y, un
25 % menores a los niveles usuales, en marzo. Fue la peor sequía del
país en 50 años. Los efectos de la sequía en la agricultura
causaron importantes problemas económicos en Argentina. La cosecha
de soja se redujo en un 31 % respecto al año anterior y la
producción de maíz en un 20 %. La producción perdida
costó a la Argentina 6 mil millones de dólares. Estos números
hicieron que el país figurara en un reporte internacional entre los
10 fenómenos meteorológicos más costosos del año.
El pronóstico
hasta fin de mes
"Hoy las
provincias del noreste tienen buenas condiciones meteorológicas,
para el resto de enero quedan en líneas generales se espera que haya
buen tiempo, pero toda la zona está con una ola de humedad que puede
generar condiciones altas temperaturas y tormentas aisladas. Si bien
serían chaparrones pasajeros, en una zona ya complicada puede ser
una mala noticia", indicó Fernández.
Otro de los
efectos del cambio climático en estas latitudes son las olas de
calor. Si bien, hasta el momento no se ha registrado ninguna, las
próximas semanas llegarán con altas temperaturas.
"Se emitió
un informe por persistencia de altas temperaturas para el centro y el
norte del país. Riesgo de ola de calor podría haber. Formosa,
Chaco, Norte de Santa Fe, Norte de Corrientes y Santiago del Estero
ya rige una alerta amarilla por ola de calor. En algunas provincias
del Noroeste y cuyo también hay alerta amarilla o naranja",
detalló Fernández, quien recuerda que para que se dé una ola de
calor tienen que repetirse temperaturas máximas de más de 32º y
mínimas por encima de los 23º, por más de tres días seguidos.
Fuente:
Laura Rocha, Qué es la "variabilidad intraestacional" y por qué provocó lluvia se inundaciones durante enero en la Argentina, 26/01/19, Infobae. Consultado 28/01/19.
No hay comentarios:
Publicar un comentario