martes, 4 de diciembre de 2018

Las mujeres del río: cómo es la lucha cotidiana contra la contaminación del Riachuelo


Un cortometraje muestra el trabajo y la valentía de quienes pelean a diario en el curso de agua, a una década del fallo de la Corte que ordena su saneamiento.

por Laura Rocha

La contaminación del Riachuelo baja hacia su desembocadura en el Río de la Plata a través de 64 kilómetros. En ese camino cuenta historias de mujeres valientes que en su pelea cotidiana intentan revertir una de las situaciones más graves en las que puede estar una población: el olvido y el abandono.

Esto es lo que cuenta el cortometraje Las mujeres del río, dirigido e ideado por Soledad Fernández Bouzo, que recoge la acción de Beatriz Mendoza, la vecina que comenzó con la causa por el saneamiento del Riachuelo que llegó a la Corte Suprema, de Claudia Leguizamón, maestra de una escuela de Villa Jardín y de Graciela Aguirre, que da clases en Lomas de Zamora, en Villa Lamadrid.

"Es muy frustrante. Lo que veo es involución. Hay cosas que me entristecen y hasta opacan todo lo voluntarioso que uno puede ser. Mi problema comenzó con una polineuritis cuando trabaja en la Villa Inflamable, en Dock Sud. Cada año nacen entre 300 y 500 chicos allí y nadie sabe si tienen plomo o hidrocarburos en la sangre y tampoco nadie sigue los casos. Hay acciones, pero no apuntan al centro del problema", le dice a Infobae Mendoza en el predio de la Universidad de Lanús donde la semana pasada se presentó oficialmente el cortometraje.

El reclamo de los vecinos no parece imposible de cumplir. Sin embargo, no ocurre: "Es necesario que se deje de contaminar, eso necesitamos. Y luego, atención de la salud".

En julio de este año se cumplieron 10 años de una sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que fue considerada histórica. El máximo tribunal ordenó a los estados nacional, bonaerense y porteño a sanear la cuenca más contaminada de la Argentina. Sin embargo, el balance de esas acciones tiene un sabor agridulce.

Después de años de atraso, avanza una megaobra cloacal financiada por el Banco Mundial para descargar los efluentes de 2 millones de personas a 12 kilómetros de la costa del Río de la Plata. Mientras tanto, las relocalizaciones de la población están muy atrasadas, los basurales clandestinos vuelven a brotar, la salud de la población se atiende de forma deficiente y el agua sigue igual o peor que hace una década o que hace un siglo.

Pero la pelea por que se cumpla con el fallo judicial no es la única que se da en esta cuenca en la que viven unas 7 millones de personas. "Busco que los chicos dejen de ser invisibles. Son los olvidados y por momentos ves que van a la escuela a permanecer. Así son los estudiantes con los que trabajamos", agrega Aguirre, directora de la ESB 334.

"Primero, les cuesta ver que nacen en ese ámbito pero que no son ellos los responsables. Es un proceso que es largo en el que hay que explicarles que tienen derechos. Ellos incluso intentan diseminar el mensaje entre sus familias, pero ellos también entraron en ese letargo", le cuenta a Infobae.

Leguizamón está en la misma lucha. Es maestra de la escuela 72 en Villa Jardín Lanús. Ella no pudo ir a la presentación del cortometraje que la tiene como protagonista. La emergencia lo impidió: las lluvias dejaron anegados a cientos de vecinos que buscaban un refugio para dormir o comer, después de que la inundación transformara en inhabitables sus casas.

"Un día les pedí a los pibes que escribieran en una hoja lo que les pasaba y entre los papeles había una hoja en blanco. Cómo podía pasar eso, no era obligatorio el trabajo. Sé de qué niño es y me entero de la muerte de sus dos hermanitos. No me puedo quedar con los brazos cruzados sabiendo que los chicos no tienen inodoro, viendo que no tienen un espacio para jugar, viendo que la plaza que había se transformó en un basural gigantesco", dice en uno de los pasajes del corto y describe la realidad que sufren varios de los barrios y asentamientos que están en los bordes del Riachuelo.

Vivir condenados, vivir esperando, como describen el sociólogo de la Universidad de Austin, el argentino Javier Auyero y la antropóloga Débora Swistun en su libro Inflamable. En la Villa Inflamable, en Dock Sud, por caso, donde además de la tormenta se registró un nuevo accidente en la empresa Shell con incendio incluido. Allí viven 1800 familias que iban a ser relocalizadas. Ese proceso, aún no comenzó.

"Es un abandono por parte del Estado. No es un problema de justicia ambiental, es un problema político", insiste Mendoza.

La Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar) instaló medidores de calidad de aire en la zona y una encuesta. Y la Dirección de Salud y Educación Ambiental del organismo llevó adelante el proyecto "Niveles de plombemia en perros de la Cuenca Matanza Riachuelo como centinelas de riesgo ambiental". La vecina que inició la causa tiene sentimientos encontrados porque cree que si la agencia se disuelve o la desarman pierden todos.

Las noticias no son muy alentadoras por estos días. La Acumar, que ahora depende del Ministerio del Interior, tendrá en 2019 unos $1000 millones menos que este año.

Según las fuentes consultadas, esta diferencia radica en la contratación o no de los servicios para recolección de residuos de las orillas del río. Hasta este año esa tarea está a cargo de la Coordinación Ecológica Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse), la idea del ex vicejefe de gabinete, Mario Quintana, era que desde el año próximo esa tarea quedara a cargo de los municipios. En año electoral y con recesión, los expertos aseguran que será difícil que ocurra.

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