A la repetida
situación de las arterias de acceso, se sumó el malestar por el
anegamiento en el corazón del barrio, que ayer intentaba volver a la
normalidad.
Hoy el barrio La
Calera amanecería ya con la mayoría de sus calles sin agua y el
vecindario tratando de acomodarse tras el cachetadón que significó
el temporal que comenzó el sábado a la noche y se prolongó hasta
la madrugada de ayer, y que provocó la evacuación de familias de
cuatro manzanas durante más de un día.
En la mañana de
la víspera ya se podía ver cómo había disminuido el caudal sobre
la calle Granaderos Argentinos, en extensión la arteria más
golpeada. El cuadro azuzó los ánimos de quienes viven en las
primeras cuadras si se accede al barrio desde el bulevar Vélez
Sarsfield: es que allí están hartos de que cada lluvia haga
colapsar la calle convirtiéndola en un río.
Ana vive en la
otra punta de la Granaderos, la del límite con el inicio de campos.
Hace dos años que está en este sector y es la primera vez que ve
algo semejante, dijo al ser abordada por El Diario. Contó que no
sufrió la entrada de agua a la casa, pero que esto sí le sucedió a
quienes habitan la vivienda vecina. “Se les inundó todo”,
precisó.
Y haciendo
alusión a la otra punta de La Calera, remarcó que “así llueva
poco, quienes están en las primeras cuadras de la Granaderos lo
pasan muy mal”.
Héctor fue otro
de los frentistas consultados. Se lo vio muy molesto. “Nos entró
agua a la casa y nos arruinó un poco las cosas”, afirmó el
hombre, que reside en Arenales al 700.
Hace diez años
que está en el lugar. “Para mí hacen mal los desagües”, evaluó
y criticó a la gestión municipal.
David Salas tiene
23 años y desde siempre fue parte de La Calera. Vive en calle Marcos
Juárez, y si bien no se le inundó el hogar (“porque está más
alto”), sí lo sufrió su madre.
“Le entró agua
y se le mojaron las cosas. Ella, mi abuela y mi padrastro fueron
trasladados al Hogar de Ancianos, y ahora quiero acomodar todo antes
de que regresen”, explicó al filo del mediodía.
A diferencia de
Héctor, estimó que el municipio “se movió bastante” para
atender el cuadro. “Incluso creo que todas las organizaciones se
movilizaron”, valoró.
Luego pidió que
se los ayude con la limpieza.
A la hora de los
reclamos o solicitudes, llamó a que “se hagan algunas tareas
porque la calle Granaderos Argentinos es siempre la parte más
afectada, los vecinos piden, pero nadie los escucha”.
Cuando este
matutino estuvo en la zona vio a diversas trabajadoras de la
Secretaría de Salud de la Municipalidad haciendo un relevamiento
vecinal. Contaron que en la jornada del lunes hubo al menos una
decena de personas que fueron atendidas por cuadros de ansiedad,
nervios o estrés a raíz de lo que se vivía.
Es que algunos
ciudadanos lo pasaron realmente mal, porque tuvieron agua adentro de
sus residencias. Algunas construcciones son muy precarias y la lluvia
sorteó los techos. En otras directamente ingresó desde la calle.
El intendente
indicó ayer que las evacuaciones se produjeron de manera preventiva
por verse los hogares “sitiados” por lo que sucedía en las
arterias, con humedad en el interior de los inmuebles y además por
el hecho de haberse cortado la energía eléctrica.
Desde el Gobierno
se informó que todas las áreas del municipio continuaron brindando
asistencia, se entregó el almuerzo y se dio atención sanitaria.
Tras el temporal,
la respuesta solidaria de los vecinos fue absoluta
Organizaciones
sociales, políticas y gremios se organizaron para armar campañas de
donaciones para los afectados por las intensas lluvias. Incluso hubo
ayuda ofrecida por espacios de otras localidades.
Evacuados,
autoevacuados, barrios enteros sin luz, calles inundadas y agua en
los hogares fueron sólo algunas de las consecuencias que dejó el
gran caudal de lluvia que cayó sobre la ciudad durante el fin de
semana y el lunes. Pero ante esta situación de angustia y de pérdida
para muchas familias, se despertó un mecanismo solidario que sumó
la colaboración de organizaciones sociales, políticas y vecinos
particulares.
Incluso hubo
ofrecimientos de otras localidades para ayudar y “trabajar todos
juntos”.
Tal fue el caso
del trabajo entre la CTA A y el Partido Solidario de Despeñaderos.
La CTA Autónoma
Regional Villa María realizó una campaña para juntar donaciones de
alimentos no perecederos, elementos de higiene y de limpieza, que se
recibieron en la sede ATE. Su secretario general, Gustavo Vilches,
contó ayer a EL DIARIO que a partir de la convocatoria que hicieron
por redes sociales recibieron un llamado del Partido Solidario de
Despeñaderos para ponerse a predisposición y trabajar en conjunto:
“Estamos volviendo hacia Villa María con alimentos, ropa y
colchones que donaron desde este espacio para los afectados de
nuestra ciudad. Viajamos con compañeros de la Universidad Nacional y
el compañero Luis Alberto Córdoba a buscar todo. Queremos agradecer
a Fabián Martínez por su ayuda a los vecinos y vecinas de Villa
María afectadas por el temporal”.
Los miembros del
espacio político Somos, en su sede de Ramiro Suárez esquina Alem,
también recibieron donaciones de agua mineral, colchones, frazadas,
zapatillas, ropa y artículos de limpieza.
En lo que hace a
organizaciones sociales, la Fundación Familia Trinitaria, en red con
la Municipalidad, recolectó ropa y otros enseres para entregarlos a
los afectados por las lluvias.
El Hormiguero
juntó elementos de limpieza en la casa popular Eduardo Requena de
barrio Botta.
Las Iguanas
Solidarias recolectaron pañales, elementos de higiene personal y
zapatillas, al igual que el colectivo Ciudadanos Solidarios en
Acción, que se sumó a lo que necesitaban los vecinos.
El centro vecinal
del barrio Almirante Brown, que funcionaba como uno de los espacios
para evacuados, solicitó ayuda a través de redes sociales. Desde el
mediodía del lunes, cuando comenzaron a llegar los primeros vecinos
de La Calera que tuvieron que deshabitar sus casas, comenzaron a
arribar también las donaciones, principalmente de ropa seca, que era
lo más necesario en ese momento.
Fue tal la
respuesta de los vecinos que colaboraron con lo que pudieron, ya
fuera con elementos, alimentos o en transportar estas donaciones, que
algunos espacios colmaron su capacidad de almacenamiento.
Un oído y un
hombro
Por otro lado,
desde la Cruz Roja se acercaron personalmente al centro vecinal del
Almirante Brown durante el día de ayer para brindar apoyo
psicosocial y acompañar a los afectados.
También
colaboraron en las casas de los vecinos colocando bolsas para evitar
el ingreso del agua y en el armado de las contenciones para evitar el
paso de más agua a las calles.
Durante la tarde
del lunes, también se acercó un grupo de voluntarios a este mismo
espacio y realizó un show de títeres para los más pequeños.
Además organizaron juegos para entretener y menguar la espera y la
ansiedad de querer volver a casa.
Afirman que habrá
solución definitiva
Dijeron que la
obra que realizan para desviar el agua de los campos se convertirá
en una “defensa permanente” de la ciudad.
“Se están
haciendo las obras estructurales que necesita la ciudad para que
eventos climáticos regulares eviten inconvenientes y que si hubiera
hechos extraordinarios, con el tiempo se genere el escurrimiento”,
recalcó el intendente Martín Gill ayer a la mañana cuando habló
con la prensa en el Aeropuerto Regional Néstor Kirchner, tras
sobrevolar la zona para conocer las características de las
anegaciones tras el temporal de más de dos días.
Lo hizo junto al
secretario de Recursos Hídricos de la provincia, Edgar Castelló, el
titular de Riesgo Climático y Catástrofes del Ministerio del
Gobierno cordobés, Claudio Vignetta y el jefe de Bomberos, Gustavo
Nicola.
En ese marco
Castelló dijo que la obra de desagües que se ejecuta sobre bulevar
Sarmiento y calle Mariano Moreno-Rucci tiene un avance del 70%.
Como se conoce,
el plazo de ejecución es de más dos años, y comenzó en febrero de
2017.
El Diario le
consultó al intendente cuán operativo está el sistema en
construcción. Detalló que ya funciona el corto tramo que va de
Mariano Moreno hasta el río, además de “algunas cuadras” de esa
calle y “unas dos del Sarmiento”.
Como se ve que
los trabajos ya se están desarrollando frente a la Terminal, el
mandatario especificó que por esa vía (el bulevar Sarmiento) la
obra “está desarrollada, cortada y desarrollada”, es decir que
hay interrupciones, dando a entender que por eso todavía no está
todo ese canal operativo. “Suponemos que en 20 días ese brazo
estará finalizado”, apuntó.
En tanto,
respecto al frente que va por Mariano Moreno-Rucci también tiene el
ritmo previsto, pero conlleva una obra complementaria de cloacas.
En este contexto
se le preguntó si cuando los desagües estén terminados
desaparecerá el cuadro que se vio, por ejemplo, en la Sabattini, San
Juan y otras calles céntricas. Respondió ilustrando que “se
produjo un escurrimiento por la misma traza del desagüe -lo cual
marca que está correctamente ejecutado- pero de manera superficial”,
y advirtió que lo que se vio “no solo fue la colecta pluvial de la
ciudad sino el fenómeno de ingreso” de agua de los campos.
Por otro lado
recordó que se trabaja con la Nación y la Provincia en un desagüe
en calle Seydell en el barrio Nicolás Avellaneda.
“Solución
definitiva”
Gill hizo foco en
lo que se hace desde el lunes a la tarde para desviar el caudal de
agua que llegaba desde los campos en paralelo a la vieja ruta 9 y a
las vías del ferrocarril. “La canalización que estamos ejecutando
con la Provincia es una obra de emergencia, pero representa una
solución definitiva para un problema que es crónico”, aseguró,
indicando que de esta forma será una “defensa permanente para
Villa María”.
Esto consiste en
un canal que va a utilizar una parte del camino de acceso a la laguna
Las Conchas y el viejo derivador del tránsito pesado, y utilizando
una vía de desagüe a la altura del predio de COTAC, con una
extensión de 6 kilómetros. “Esto nos permite descomprimir y hacer
una circunvalación del acceso de agua por ese sector de la ciudad”,
explicaron.
En un segundo
frente de trabajo, se avanzó para descomprimir el sector paralelo al
ingreso a la ciudad por ruta 158. El Diario recorrió ayer esta vía
y observó el enorme caudal a ambos costados. También se verificó
que varias calles del Parque Norte continuaban anegadas. En tanto,
además de estos trabajos se siguieron utilizando bombas de
extracción, en simultáneo con la normalización de la situación en
la laguna de retención del barrio Malvinas Argentinas, donde se
colocaron bombas adicionales.
Entradas relacionadas:
La Calera: una postal que dejó rostros inundados de tristeza
Evacuaron por prevención cuatro manzanas de barrio La Calera
Fuentes:
El retorno al hogar se da con un fuerte pedido para que no suceda más, 14/11/18, El Diario del Centro del País.
Tras el temporal, la respuesta solidaria de los vecinos fue absoluta, 14/11/18, El Diario del Centro del País.
Afirman que habrá solución definitiva, 14/11/18, El Diario del Centro del País.
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