El avión
Gulfstream G1, destinado a la investigación atmosférica en Córdoba,
fue exhibido en Las Higueras. Estiman que las evaluaciones llevarán
de dos a tres años de trabajo.
“Vinimos a
Argentina porque el clima aquí es único, es especial”, resaltó
Adam Varble, el principal investigador del Proyecto Relámpago-Cacti
que ayer fue presentado en Río Cuarto.
Para esta campaña
iniciada el mes pasado, Pacific Northwest National Laboratory (PNNL)
destinó un avión de 57 años: el Gulfstream G1, que cumplirá en el
país su última misión antes de ser reemplazado por un nuevo
artefacto.
Esta aeronave
empleada en diferentes estudios en todo el mundo “es un laboratorio
aéreo con instrumentos para realizar investigación atmosférica”,
explicó Beat Smithd, mánager de la facilidad aérea del proyecto.
A los costados
del avión se ubican picos utilizados para la medición de
partículas. La información, procesada con distintos dispositivos en
la cabina, es obtenida del interior de las nubes.
“Esperemos que
estas mediciones se utilicen para mejorar los pronósticos del
clima”, subrayó Varble acerca de los objetivos trazados en
Relámpago-Cacti.
Con respecto al
camino que recorrerán los datos recolectados, indicó que lleva un
control de calidad de seis meses y luego la investigación continúa
con una tarea que -estiman- demandará de dos a tres años.
“Con esa
información los investigadores van a mejorar los modelos
meteorológicos y climatológicos”, aseguró el investigador.
Tormentas que
asombran
Los especialistas
que participan de la misión se mostraron asombrados por las
tormentas producidas en la provincia, tal como se anticipaba a Puntal
a principios de este año, cuando empezó a conocerse sobre el
interés de estudiar estos fenómenos en la zona.
Ayer en el
contacto con este diario, Jason Tomlinson, al pie del avión, rescató
la fuerza que tienen las tormentas eléctricas en esta región del
país.
Contó que en
Estados Unidos estudió fenómenos de gran tamaño y que los de aquí
son de igual magnitud o mayores quizás.
El clima en esta
zona “es especial”, aseguró Adam Varble. “El cordón montañoso
de las sierras de Córdoba es el lugar de nacimiento de muchas de las
tormentas más importantes en América”, agregó el científico.
“Nos está
acompañando a nosotros el tiempo”, expresó Lucía Arena, doctora
especializada en física atmosférica de la Universidad Nacional de
Córdoba (UNC) tras las recientes tormentas. “Además hemos podido
hacer estudios interesantes”, agregó la académica.
Valoró que,
comprendiendo cómo se generan las tormentas, podrá tenerse mejores
pronósticos y alertas tempranas.
De la
presentación participaron autoridades provinciales, científicos y
empresas como Invap, claves en la campaña con el aporte de radares y
demás recursos.
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Fuente:
Un veterano del cielo descifra el origen de las tormentas, 16/11/18, El Puntal de Río Cuarto.
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