por Maged Srour
ROMA, 12 nov 2018
(IPS) - Muchos países y agricultores todavía no se han volcado del
todo a la agricultura orgánica, lo que sí logró el pequeño estado
indio de Sikkim, en la frontera entre Tíbet, Nepal y Bután, en el
Himalaya, que ya es 100 por ciento orgánico.
A principios de
noviembre, Sikkim ganó el Premio a la Política del Futuro por ser
el primer Estado del mundo en declararse totalmente orgánico en
2015, un camino que inició en 2003, cuando el ministro jefe Pawan
Chamling anunció su política para convertirse en el “primer
estado orgánico de India”.
La organización
del premio, conocido como el “Oscar para las Mejores Políticas”
está a cargo del Consejo para el Futuro del Mundo (WFC, en inglés),
que busca investigar soluciones para los desafíos actuales.
El WFC analiza
qué políticas tienen una perspectiva holística y de largo plazo, y
cuáles protegen los derechos de las generaciones futuras. Y una vez
al año, el consejo destaca las mejores.
Este año, en
colaboración con la Federación Internacional de Movimientos de
Agricultura Orgánica (IFOAM, en inglés) y la Organización de las
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el
premio se concentró en las mejores políticas para ampliar la
agroecología.
En 2004, un año
después de anunciar su política, el gobierno de Sikkim adoptó una
Política de Agricultura Orgánica, y en 2010, lanzó la Misión
Orgánica, un plan de acción para su implementación. Luego, en
2015, gracias a una buena estrategia, se logró el objetivo.
Entre las medidas
adoptadas por Sikkim, se destaca destinar 80 por ciento del
presupuesto entre 2010 y 2014 a construir las capacidades de los
agricultores, proveedores de servicios rurales y organismos de
certificación. También se destinó parte de los fondos a ayudar a
los agricultores a adquirir certificaciones y se tomaron medidas para
distribuir semillas orgánicas.
Mejores prácticas
en agroecología: Plan de acción orgánico de Dinamarca
El WFC también
reconoció las políticas de otros gobiernos, y entregó otros
reconocimientos. Entre los que recibieron la plata, se destaca el
Plan de Acción Orgánica de Dinamarca, que se convirtió en una
herramienta popular en los países europeos en la última década.
Casi 80 por
ciento de los daneses compran alimentos orgánicos, y en la
actualidad ese país tiene el mayor mercado de productos orgánicos
del mundo, al concentrar 13 por ciento del volumen comercial.
“Lo que
convierte a los consumidores daneses en los más entusiastas es que
se realizaron campañas de información y hemos trabajado
estratégicamente con los supermercados para que expongan productos
orgánicos como parte de su estrategia de atraer a los consumidores
hacia el valor de los alimentos, agregándole valor a través de los
productos orgánicos”, explicó Paul Holmbeck, director de
políticas de Dinamarca Orgánico, en diálogo con IPS.
La importancia de
lo orgánico y lo agroecológico
Concebir las
tierras cultivadas como ecosistemas en sí mismos, en los que los
componentes vivos y no vivos afectan a los otros, es vital para
obtener no solo alimentos sanos y orgánicos, sino también para
preservar nuestro ambiente.
De hecho sería
un error pensar que tener alimentos orgánicos en nuestras mesas
necesariamente significa que resolvimos todos los problemas
relacionados a la agricultura intensiva y a los daños al ambiente.
“La
agroecología es un enfoque que aplica conceptos y principios
ecológicos a los sistemas alimentarios y agrícolas, concentrándose
en la interacción entre microorganismos, plantas, animales, seres
humanos y el ambiente para impulsar el desarrollo de la agricultura
sostenible a fin de garantizar la seguridad alimentaria y la
nutrición para todos, ahora y en el futuro”, explicó María
Helena Semedo, directora general adjunta de la FAO.
“Se basa en la
cocreación del conocimiento, compartiendo e innovando, combinando
prácticas locales, tradicionales e indígenas con enfoques
multidisciplinarios”, acotó.
Tendencias
emergentes en materia de cultivos orgánicos
Se plantaron 57,8
millones de hectáreas en el mundo siguiendo prácticas orgánicas en
2016, según el informe “El Mundo de la Agricultura Orgánica 2018,
Estadísticas y Tendencias Emergentes”, publicado a principios de
este año por el Instituto de Investigación de Agricultura Orgánica
e IFOAM, lo que significa un aumento de 7,5 millones de hectáreas,
alrededor de 13 por ciento, en comparación con el año anterior.
Este año, las
tierras dedicadas a cultivos orgánicos aumentaron en todo el mundo,
en Europa, 6,7 por ciento, en Asia, 34 por ciento, en África, siete
por ciento, en América Latina, seis por ciento, y en América del
Norte, cinco por ciento.
Australia tiene
la mayor superficie plantada de forma orgánica, con 27,2 millones de
hectáreas, seguida de Argentina, con tres millones, y China con 2,3
millones.
En 2016, hubo 2,7
millones de agricultores orgánicos. Alrededor de 40 por ciento de
los cuales residen en Asia, seguido de África, con 27 por ciento, y
América Latina, con 17 por ciento.
Según ese
informe, el área total dedicada a la agricultura orgánica en Asia
fue de casi 4.9 millones de hectáreas en 2016, y hay 1,1 millón de
productores orgánicos en la región, siendo India el país con el
mayor número al concentrar unos 835.000 cultvadores.
Por ello no
sorprende el éxito de Sikkim, pues Asia es la región que encabeza
la producción orgánica.
Perspectivas de
futuro
Es difícil
ampliar la agroecología y producir alimentos orgánicos.
“Para
aprovechar los múltiples beneficios sostenibles de los enfoques
agroecológicos, como un ambiente propicio, se necesitan políticas
adaptadas, inversiones públicas, instituciones y prioridades de
investigación”, indicó Semedo. “Pero eso todavía no es una
realidad en la mayoría de los países”, observó.
De hecho, la
pobreza, la malnutrición, la distribución desigual de la riqueza,
la disminución de la biodiversidad, el deterioro de los recursos
naturales, como el suelo y el agua, y el cambio climático son
importantes desafíos en muchos países.
“Es fundamental
ser orgánicos y que cada persona coma productos orgánicos porque de
lo contrario estará consumiendo veneno y, básicamente, será
escribir una receta de enfermedades crónicas”, alertó la
especialista Vandana Shiva, integrante del WFC, en diálogo con IPS
durante la ceremonia de premiación en la sede de la FAO, en Roma, en
octubre.
“Puede ser
cáncer, así como problemas neurológicos”, apuntó.
“El cultivo
orgánico es la única solución viva al cambio climático. La
agricultura química es gran responsable de las emisiones de gases de
efecto invernadero, en cambio la agricultura orgánica capta el
dióxido de carbono de la atmósfera y lo lleva al suelo”, añadió.
Parece haber un
gran consenso respecto de que el planeta debe avanzar hacia una forma
más sostenible de vida, y ese es un motivo para ser optimistas.
“Soy muy
optimista respecto de los productos orgánicos porque creamos nuevas
soluciones para el bienestar del clima y los animales, la
sostenibilidad y el buen estado del suelo cada día”, indicó
Holmbeck.
“Los gobiernos
comienzan a ver que las políticas que favorecen los productos
orgánicos funcionan: es bueno para los agricultores, para los
consumidores y para el planeta”, subrayó.
Traducción:
Verónica Firme
Fuente:
Maged Srour, “Las políticas que favorecen los productos orgánicos funcionan”, 12/11/18, Inter Press Service. Consultado 21/11/18.
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