martes, 20 de noviembre de 2018

Especialista dijo que la mano del hombre en los temporales “es innegable”



Fernando Forgioni dijo que los eventos extremos se darán cada vez más seguido. El ingeniero agrónomo y docente universitario despegó lo sucedido de El Niño. Consideró que los temporales llegaron para quedarse.

por Diego Bengoa Barra

Fernando Forgioni, ingeniero agrónomo y profesor de Climatología agropecuaria de la Universidad Nacional de Villa María sostuvo que los temporales extremos como el que se vivió a comienzos de esta semana llegaron para quedarse y que la mano del hombre entre las causas de estos fenómenos es “innegable”.

- ¿Estos temporales llegaron para quedarse?

- Sí. Van a continuar sucediendo y cada vez más.

Si tomamos noviembre en alguna ocasión ha llovido 180 o 200 milímetros, pero históricamente (tomando los datos que se tienen desde 1956) el promedio mensual es de 80 milímetros.

Ahora ha llovido 200 milímetros en tres días, por lo que no hay sistema de drenaje ni suelo que aguante, ni ciudad que pueda hacer frente a este fenómeno tan extremo.

- ¿No?

- Por ahora tenemos que pensar cómo adaptarnos a este tipo de fenómenos. El municipio comenzó con la tarea de subsanar estas cuestiones, pero estas lluvias superan lo que estamos acostumbrados a planificar como sociedad, por lo que hay que pensar alternativas.

Se ha hablado mucho de El Niño, pero por lo menos en Villa María no incide tanto en lluvias. Hay muchos estudios que demuestran que en su fase cálida no provoca tantas lluvias, y que la mayor cantidad se da en fases neutras, es decir cuando no está caliente el océano. De todas maneras esto no quiere decir que en un “año niño” no llueva mucho, pero generalmente no se lo asocia.

Lo que viene sucediendo son eventos extremos, con mucha agua, granizada o vientos fuertes en corto período.

- ¿Cuáles son las razones?

- Podemos disentir en las causales, podemos decir que lo causó el hombre, que tiene que ver con la influencia de los ciclos solares, que tiene que ver conque la Tierra históricamente ha tenido cambios en el clima, pero no podemos dejar de mirar que ocurren cada vez con más frecuencia. Personalmente creo que es un conjunto de cosas. El hombre tiene una parte innegable.

- ¿De qué manera?

- Una es la contaminación con gases de efecto invernadero, que provocan el calentamiento global. Tenemos que pensar en el clima como un motor: uno lo enchufa y el motor funciona, si uno le da mayor corriente andará más fuerte. El clima es parecido, funciona en base a la energía que nos llega del Sol. Si esa energía queda atrapada y es devuelta hacia la Tierra con más fuerza por la cantidad de gases de efecto invernadero, el clima experimentará mayor cantidad de energía y por ende mayor cantidad de eventos extremos. De hecho, los últimos informes científicos dicen que a medida que vaya aumentando la temperatura global va a haber mayor cantidad de eventos extremos y más fuertes. Lluvias más intensas, fuertes y fuera de fecha.

- ¿En cuánto repercute el desmonte?

- Al no tener una cubierta boscosa se dificulta que el agua sea absorbida por el suelo. Si bien la parte agrícola hace mucho, absorbiendo cantidades, en la zona había especies que estaban adaptadas a absorber grandes cantidades de agua que a veces una especie agrícola no lo hace.

Además, el monte frena, porque la gota no impacta directamente sobre el suelo, dificultando así que se mueva con tanta facilidad por la tierra. El desmonte río arriba provoca que el agua llegue con mayor velocidad y a mayor cantidad.

A veces también la planificación no es adecuada, construimos en lugares bajos o donde históricamente el río ha desbordado.

Está bien lo que está haciendo el municipio en torno al drenaje nuevo. Actuó adecuadamente, uno no puede prever que va a llover tanta cantidad.

Sí hay que pensar en líneas para adaptarse al cambio climático.

- ¿Cuáles serían los ejes?

- Trabajar interdisciplinariamente entre arquitectos, ingenieros agrónomos, especialistas en climatología, licenciados en ambiente, médicos para atender cuestiones como aparición de enfermedades por el aumento del calor, docentes que eduquen en la temática, licenciados en desarrollo local y regional. Es algo que nos compete a todos. No se puede encarar desde un solo eje.

- En 2014 se vieron inundados sectores costeros, ahora le tocó a barrios muy alejados del río. ¿Se puede decir que nadie quedó exento de sufrir consecuencias?

- Ninguno, es más, las vamos a sufrir todos, pero generalmente las personas de menor poder adquisitivo se llevan las peores consecuencias y eso es lo triste. En toda Latinoamérica se están empezando a ver migraciones forzadas por causas ambientales.

- ¿Se pueden amortiguar las consecuencias de vientos fuertes?

- Es un desafío. Las casas ya están construidas. Hay que prever lo vinculado al arbolado: que estén podados, que no tengan ramas muy largas, que no estén muy cerca de la casa si no están en condiciones y averiguar con un experto si sus raíces son fuertes.

- ¿Hay influencia del río Ctalamochita en aminorar las tormentas?

- No. Es solo una creencia popular.

- ¿Qué recomendaciones puede hacer ante este contexto?

- No hay que caer en el pánico y hay que pensar que estos efectos serán cada vez más comunes.

Las secretarías de Ambiente local, provincial y nacional tienen que pensar en planes para que las localidades se adapten a estos fenómenos. Quizás hay cosas que ya no se pueden hacer, pero hay que plantear la planificación a futuro. Y lo otro queda en nosotros, en cuidar el ambiente.

- ¿Esto es irreversible?

- El último informe de los expertos en cambio climático indica que tenemos entre 2030 y 2050 para detener el ritmo del calentamiento global o, hablando en criollo, estamos en el horno. Los cambios que han ocurrido son irreversibles.

Fuentes:
Diego Bengoa Barra, Especialista dijo que la mano del hombre en los temporales “es innegable”, 17/11/18, El Diario del Centro del País.
La obra de arte que ilustra esta entrada es "Inundación" del pintor Gustavo Cochet.

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