martes, 20 de noviembre de 2018

Más de un tercio de los mamíferos de Córdoba está en peligro de extinción

Un relevamiento de biólogos de la UNC determinó que 25 de las 68 especies que viven en Córdoba están en riesgo. La pérdida de hábitat, la caza deportiva y la falta de leyes que las protejan, entre las razones.


por Lucas Viano

Venados de las Pampas, tarucas, yaguaretés y osos hormigueros habitaban las tierras cordobesas. Ya no hay rastros de ellos en la provincia. Si no se toman medidas, otras especies podrían correr la misma suerte.

Córdoba tiene 68 mamíferos autóctonos y el 37 por ciento de ellos está en riesgo de extinguirse. El relevamiento fue realizado por los biólogos de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) Ricardo Torres y Daniela Tamburini, con el apoyo de la Secretaría de Ambiente de la Provincia.

Los científicos también editaron un libro, con el aporte de varios colegas, que cuenta con una descripción de cada especie, mapa de distribución y otros datos.

Hay cinco especies que están en “peligro crítico” de extinguirse dentro de Córdoba: guanaco, pecarí quimilero, aguará guazú, tapetí y carpincho.

Para otros 12, su categorización es “en peligro” y ocho fueron incluidas dentro de la categoría “vulnerable”. El resto fueron etiquetadas como “cercana a la amenaza” y “preocupación menor”.

Torres, del Instituto de Diversidad y Ecología Animal (UNC-Conicet), apunta que hay algunas especies que a nivel nacional no están en peligro, pero sí se encuentran amenazadas dentro del territorio provincial.

El pecarí de collar (en peligro), la vizcacha (vulnerable) y la corzuela parda (vulnerable) son muy abundantes en otras regiones del país, pero en Córdoba están en peligro debido al estado ambiental en que se encuentra la provincia”, dice.

El caso de la vizcacha es emblemático. “El Código Rural de Córdoba, de 1886, fomenta la extinción de la vizcacha y todavía no fue derogado”, dice Tamburini, investigadora del Centro de Ecología y Recursos Naturales Renovables (Cernar).

Torres agrega: “La gente ya no las mata porque no se ven ejemplares. Después se quejan de que los pumas comen cabras y ovejas. Lo que ocurre es que se quedaron sin sus presas naturales”.

Roedores y murciélagos

La mayoría de los mamíferos presentes en Córdoba son murciélagos y roedores. “No son de los animales más queridos, pero sí son importantes para el ser humano porque contribuyen al control de plagas y a la diseminación de semillas. Otros son reservorios de patógenos, como el de la fiebre hemorrágica y el de hantavirus”, dice Torres.

En tanto, Tamburini apunta: “La fauna siempre fue considerada como un elemento molesto. La única ley que tiene Córdoba es de 1958 y es una ley de caza, no de protección”.

En este sentido, los investigadores esperan que la Secretaría de Ambiente refrende esta categorización de los mamíferos a través de una resolución provincial.

De esta forma, se pueden generar mecanismos para que las actividades productivas en las zonas donde habitan las especies más amenazadas sean sustentables o muy restringidas”, dice Torres.

Los nuevos parques nacionales en la estancia Pinas, en Traslasierra, y al norte de Mar Chiquita, en los Bañados del Río Dulce, cubrirán las regiones más biodiversas de la provincia.

En el oeste provincial sería necesario un planeamiento sustentable de los predios. Esto no significa que todo sea parque nacional, sino que se realiza un uso más sustentable del territorio”, dice Torres.

La pérdida de hábitat es, por lejos, la mayor amenaza para los mamíferos cordobeses. Luego le siguen la caza y el impacto de la urbanización, en especial en el oeste de la provincia.

El biólogo explica que a pesar de que los mamíferos son animales grandes y más “queridos” por el ser humano, se ven poco en Córdoba. “Tienen hábitos nocturnos por su propia naturaleza, pero también obligados por la presión antrópica”, explica.

En este sentido, espera que el libro sirva para difundir este conocimiento, en especial, en las escuelas. De cada especie hay descripción, su hábitat y distribución en Córdoba, además de mencionar las principales amenazas. Cuenta con un mapa de distribución realizado a partir de un modelo matemático bien preciso.

La vida animal en Córdoba, vulnerable

Existen especies que están muy amenazadas.

Venados de las Pampas, tarucas, yaguaretés y osos hormigueros eran parte de la fauna autóctona cordobesa.

Se categorizó en este lugar a las especies guanaco, pecarí quimilero, aguará guazú, tapetí y carpincho.

El pecarí de collar (en peligro), la vizcacha (vulnerable) y la corzuela parda (vulnerable) son abundantes en otros puntos del país.

Ratones subterráneos y un zorro que sólo vive en las Sierras

El Parque nacional Quebrada del Condorito le dio protección al zorro colorado de achala, en peligro.

El grupo más curioso de las 68 especies de mamíferos que viven en Córdoba es el de los tuco-tuco. “Son roedores de hábitos subterráneos. Tienen los ojos bien arriba en el cráneo para poder asomarse mínimamente en la superficie. También garras potentes en las patas para cavar”, explica el investigador Torres.

Y agrega: “Tienen pelos en las palmas de las patas que usan para limpiarse la tierra que desprenden cuando cavan. De hecho, el nombre científico Ctenomys alude a eso: ‘ctenos’, significa peine y ‘omys’, ratón”.

El nombre vulgar tuco-tuco se debe a la onomatopeya que hacen para comunicarse entre sí. Tres de los cinco endemismos cordobeses (especies que sólo viven en la provincia) corresponden a este grupo.

Otra especie ciento por ciento cordobesa es el ratón serrano (Akodon polopi), que sólo habita las zonas altas de las sierras de Córdoba.

El quinto endemismo es el zorro colorado de Achala (Lycalopex culpaeus smithersi). “En realidad es una subespecie. Es más colorado y más chico que el zorro colorado. El Parque Nacional Quebrada del Condorito le dio la protección, si no su situación sería crítica”, dice Torres.

En peligro crítico

Mientras el guanaco (Lama guanicoe) no es una especie en riesgo a nivel global (categoría “preocupación menor”), su estado es crítico en Córdoba.

Sólo quedan ejemplares en la estancia de Pinas y cerca de esta, además de los que se reintrodujeron en Condorito. Hace unos años también había un grupo en el Monte de las Barrancas (Salinas Grandes), pero la caza furtiva los eliminó, a pesar de ser una reserva provincial”, relata Torres.

Otra especie que pende de un hilo es el pecarí quimilero (Catagonus wagneri). “Hasta el año pasado, no sabíamos que estaba presente en Córdoba. Recién lo estamos empezando a estudiar y ya está condenada a desaparecer si no hacemos algo ahora, porque lo están cazando y su hábitat se reduce”, comenta Tamburini.

El aguará aguazú (Chrysocyon brachyurus), un cánido, es el único carnívoro en peligro crítico en Córdoba. Recientemente, se lo redescubrió en los bañados del río Dulce y en las costas de Mar Chiquita, aunque en muy escaso número.

Las otras dos especies que están en la misma situación son el tapetí (Sylvilagus brasiliensis), de la familia de las liebres y los conejos, y el carpincho (Hydrochoerus hydrochaeris), el roedor más grande del mundo. En ambos casos, su situación a nivel global es de “preocupación menor”.

Fuentes:
Lucas Viano, Más de un tercio de los mamíferos de Córdoba está en peligro de extinción, 18/11/18, La Voz del Interior. Consultado 20/11/18.
Ratones subterráneos y un zorro que sólo vive en las Sierras, 18/11/18, La Voz del Interior. Consultado 20/11/18.

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