Enormes alfombras
de plástico nadan en los ríos, mares y océanos. La basura es un
peligro para humanos y animales. Alemania le declara la guerra al
plástico.
por Fabian von der
Mark
Svenja Schulze no
se puede olvidar del cachalote muerto. La semana pasada, la Ministra
de Medio Ambiente de Alemania escuchó la noticia sobre una ballena
que se encontró en Indonesia con seis kilos de plástico en su
estómago: 115 vasos de plástico, 25 bolsas de plástico, cuatro
botellas plásticas, dos chancletas y más de mil piezas de plástico.
El caso de la ballena no es un hecho aislado. Schulze opina que
"tenemos que cambiar el manejo de los residuos plásticos".
Alemania lo
exigió en conferencias y reuniones durante mucho tiempo, también
tuvo éxito al proponerlo en la agenda política internacional, como
ella misma recalca. Pero los acuerdos en las reuniones del G7 y G20
ya no son suficientes para el Gobierno federal. A partir de ahora,
Alemania también quiere ayudar a detener la basura producida por el
plástico en todo el mundo. El Ministerio de Medio Ambiente pone a
disposición 50 millones de euros para los próximos diez años.
La ministra tiene
muy claro dónde hay que invertir el presupuesto. Gran parte de los
residuos plásticos provienen de ríos en Asia. El más largo es
también el más sucio: el río Yangtsé fluye desde el Tíbet por
las principales grandes ciudades, como Shanghái, hacia el mar de
China Oriental. En su caudal flotan botellas, lonas y bolsas de
plástico, porque los desechos ni se recolectan ni se reciclan.
Alemania podría
ayudar, con su experiencia en el sector, a los países "más
afectados", como India, China y Bangladés, donde se encuentran
los ríos más sucios, y que podrían beneficiarse de la tecnología
alemana. Se les ofrecerá apoyo en la eliminación de residuos
plásticos de forma respetuosa con el medio ambiente. Pero Alemania
también debe dar un buen ejemplo en su propio casa.
Un plan de cinco
puntos
La Ministra
Federal de Medio Ambiente presentó un plan de 5 puntos para reducir
los residuos de plástico en el país. Schulze quiere "dejar
atrás la sociedad del usar y tirar" y también mostrar al resto
del mundo cómo vivir bien con menos plástico. Porque, según ella,
"aunque no lo queramos en absoluto, exportamos nuestros patrones
de consumo a los países emergentes y en desarrollo". Los puntos
incluyen medidas para evitar o reutilizar residuos plásticos.
Alemania apoya la prohibición de productos plásticos desechables (pajitas para beber, utensilios de plástico, bastoncillos de algodón) en toda la UE.
El Ministerio de Medio Ambiente quiere convencer al comercio para que lo haga sin empaques innecesarios (por ejemplo, láminas sobre pepinos y plátanos).
Debería ser más fácil prescindir de las botellas de agua de plástico. En las ciudades alemanas deberían haber más estaciones de recarga.
Se debe incentivar a los fabricantes que usan materiales reciclados para sus productos o empaques fáciles de reciclar.
También se debe invertir en productos de reciclaje a través de la inversión pública. El plástico debe mantenerse fuera de los residuos orgánicos.
Pero este plan de
cinco puntos no es vinculante más allá de la prohibición de la UE.
Schulze quiere seguir apostando por el diálogo sobre residuos
plásticos. Para la política ambientalista Bettina Hoffmann, de Los
Verdes, el plan es una "amarga decepción", porque echa de
menos un "objetivo de prevención de residuos vinculante".
La ministra cree que el diálogo sí podría ayudar, como sucedió
hace dos años con las bolsas de plástico, que entretanto se ha
reducido su uso en dos tercios.
Prohibición de
bolsas en África y Asia
Otros países han
sido más rigurosos, especialmente en África. En Ruanda, la bolsa de
plástico fue prohibida hace diez años. Con medidas draconianas y
vigilancia aguda, el Estado africano logró prácticamente desterrar
la bolsa de la vida cotidiana. Kenia y Sudáfrica han seguido su
ejemplo. También lo intentó Bangladés: la prohibición del
plástico ha mejorado la situación, pero al mismo tiempo se generó
un mercado ilegal de bolsas.
Aunque África y
Asia tienen el mayor problema con el plástico, la Ministra de Medio
Ambiente alemana considera que Europa debe responsabilizarse más del
tema. El plan de 5 puntos de Schulze es importante para Alemania,
pero las medidas internacionales podrían marcar la diferencia. "El
plástico en el estómago del cachalote solo se puede abordar a
escala global", asegura la ministra alemana.
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Fuente:
Fabian von der Mark, ¿Cómo pretende Alemania acabar con la basura plástica en todo el mundo?, 26/11/18, Deutsche Welle.
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