“Hay soluciones
que ya no funcionan ante ciertos incendios. Tenemos que reaprender”,
dijo Marc Castelnou.
El impacto de los
incendios forestales excede a Córdoba y a Argentina. El fuego
inquieta al mundo. Y más cuando algunas evidencias empiezan a
mostrar que con el cambio climático los siniestros resultan cada más
intensos y difíciles de combatir. Más que sumar recursos y
tecnología -que hacen falta-, los especialistas en el mundo
advierten que es clave hoy entender mejor cómo y por qué ocurren.
De eso se habló
en Córdoba, entre el jueves y el sábado pasados, en el primer Foro
Internacional de Incendios Forestales en Latinoamérica, que
organizaron la Federación de Bomberos Voluntarios de Córdoba y la
fundación española Pau Costa, un reconocido centro internacional de
capacitación e investigación en este rubro.
Hubo unos 400
asistentes de varios países y disertantes llegados desde Canadá,
España, Estados Unidos, Chile, Brasil y otras naciones. Los bomberos
cordobeses compusieron la mayor parte de la platea.
Adaptar los
criterios de prevención y combate del fuego ante el nuevo escenario
climático, fortalecer la capacitación como aspecto clave para saber
cómo enfrentar cada siniestro y profundizar la investigación para
comprender mejor el antes y el después de cada incendio (causas y
efectos, más allá de la acción de apagar las llamas) asomaron como
algunas de la conclusiones centrales de las charlas y debates.
Los tres aparecen
como desafíos por enfrentar para el sistema de combate al fuego en
Córdoba.
El español Marc
Castelnou, de la fundación Pau Costa, abrió el ciclo planteando que
en todo el mundo se necesita “readaptar y reaprender” el modo de
abordar los incendios.
“No se trata
sólo de acumular recursos. Al principio, pensamos que pasaba por
ahí. Pero ya no alcanza. Ante los megaincendios que estamos viendo,
acentuados por el cambio climático, lo que más nos falta es
capacitarnos mejor para entender qué es lo que pasa”, señaló el
catalán.
En Europa y en
América asombró el desarrollo de megaincendios en los dos últimos
años, con nuevas características, que resultaron incontrolables.
En general, se
admite que cada vez se combate con más eficiencia el inicio de
focos, pero también que cuando alguno se dispara, ante ciertas
condiciones meteorológicas y de carga combustible en el lugar, se
hace más complejo contenerlo.
“Décadas
atrás, pensar en incendios de 100 mil hectáreas en un día era
inimaginable. Y hoy, aunque contamos con más recursos, suceden. Son
incendios que no sabíamos que existían”, graficó Castelnou. “Hay
soluciones que ya no funcionan ante ciertos incendios. Tenemos que
reaprender”, dijo.
Capacitar
En dos días, se
fueron sumando exposiciones de funcionarios provinciales y nacionales
ligados al tema, también de bomberos y de especialistas de varios
países.
Además de los
puntos salientes citados, se debatió sobre las complejidades que se
generan por la cada vez mayor incrustación de viviendas en zonas de
riesgo. Es lo que los bomberos llaman incendios de interfase. En las
sierras cordobesas, por caso, hay cada vez más casas entre los
montes y cerros, lo que acentúa las chances de inicios de focos y, a
la vez, crea mayores dificultades de abordaje cuando se prenden.
Otra cuestión
debatida fue la práctica de quemas controladas, utilizada en muchos
casos, pero poco habitual en Córdoba. Se trata de fuegos
prescriptos, en zonas muy puntuales, en épocas determinadas y a
cargo sólo de expertos, para reducir la carga combustible de
pastizales.
Varios
especialistas plantearon también la necesidad de una mayor
interacción con los pobladores de las zonas con bosque o monte, para
generar conciencia sobre los riesgos que pueden reducir o agravar.
A la vez,
sobrevoló una aparente contradicción: cómo gestionar una reducción
de la carga combustible, pero que no implique afectar los bosques
(sobre todo autóctonos), que son un capital clave por preservar y
cuya presencia, además, ayuda a sostener mayor humedad en los
suelos.
De allí que se
apuntó como clave mejorar el conocimiento sobre cada ecosistema y
sobre el comportamiento del fuego en cada zona.
Un dato más,
entre tantos de los debates: en todos los países, europeos o
americanos, hay sanciones (en varios casos graves) para quienes
inicien incendios de modo intencional o por negligencia. Pero en
todos -se coincidía- cuesta que lleguen a condenas por la dificultad
para probar la autoría. Córdoba también sabe de eso.
Aspectos para
tener en cuenta frente al riesgo
Acciones con la
comunidad, las autoridades y los turistas.
El especialista
David Caballero pidió estrategias comunes ante el fuego:
Reforzar a las comunidades.
Implementar la cultura del riesgo yde la autoprotección.
El propietario es fundamental en la prevención.
Informar a turistas sobre riesgos.
Hacer control de combustibles más cercanos.
Pensar jardines y parcelas resistentes al paso de fuego.
Evaluar las posibilidades de evacuación en las rutas.
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Fuente:
Qué se discute en el mundo sobre cómo combatir el fuego, 22/10/18, La Voz del Interior. Consultado 25/10/18.
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