Entre Ríos. No están
conformes con el accionar de las autoridades. Dicen que esto se veía
venir y “ni radicales ni peronistas hicieron nada”.
El deslizamiento
de la barranca y sus consecuencias. Dramáticas. Cuarenta familias
evacuadas en Diamante, Entre Ríos. Todo esto en la zona, quizá, más
turística del lugar. No hay persona que haya pasado por allí sin
sacarse una foto en el Cristo Pescador posando sobre la barranca que
"balconea" al majestuoso río Paraná. Hoy no se puede
pasar por allí. Corre riesgo de derrumbe. Esa situación genera un
clima de angustia y desesperación. Los funcionarios municipales
llegan al lugar custodiados por la policía por temor a la reacción
de algunos vecinos.
“Estamos con
muchos nervios, hace como tres meses comenzó a verse la grieta. Era
una rajadura en la calle y de un momento al otro se abrió hasta
quedar como está ahora. Y da la sensación que esto no tiene
arreglo, que es la naturaleza la que está tomando las decisiones y
tenemos que aceptarlas. Eso sí, pretendemos que las autoridades
estén a la altura y no que nos metan hasta quién sabe cuándo en
una escuela”, le dice a Clarín Silvana, vecina del lugar.
Ella comenzó a
notar rajaduras en su casa que antes no había visto. “Noté en el
patio una grieta y eso ya me dejó intranquila, yo tengo dos nenas.
Pero nunca nadie vino a decirnos lo que sucedía como lo están
haciendo ahora que el problema salió a la luz. Desde la
municipalidad nos dicen que nos traen un camión con provista y
colchones pero con eso no hacemos nada. Queremos un techo”, agregó.
Adrián es otro
vecino que está a metros del lugar pero pasó 40 años de su vida en
la casa que da a la barranca. “Desde que nací, nunca hicieron nada
para contener los movimientos de la barranca. Nunca. Ni radicales ni
peronistas se ocuparon de este lugar. Esto es producto de la política
porque se podría haber hecho un pilotaje y esto no pasaba. Da
impotencia y bronca la situación”, le dijo a este diario.
“Acá la gente
está con mucha bronca. Le ofrecen cosas que no son.: sacarlos y
llevarlos a una escuela, a un centro psiquiátrico, nos están
tomando el pelo. Eso no es así. Esperaron a que suceda para tomar
las decisiones, no nos advirtieron y la gente tiene miedo porque
nadie quiere dejar la casa por un tema de seguridad. Ahora es tarde
para lamentos”, concluyó el vecino.
La grieta en la
tierra es de 130 metros de largo y tiene más de 40 metros de
profundidad. “Las familias corren riesgo de vida”, advirtió el
intendente, Lenico Aranda.
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