Investigadores
analizaron el impacto socioambiental y alertan sobre las
consecuencias del avance desordenado de la urbanización sobre
tierras rurales. Más de 50 hectáreas ocupadas por fuera del ejido.
por Alberto Dutra
Río Cuarto será
en 12 años una ciudad insostenible socioambientalmente si no se
instrumenta en lo inmediato un Plan Urbano integral y con proyección
a futuro, que contemple tanto el crecimiento de la población como la
expansión edilicia. Así lo determinó un estudio que lleva adelante
la profesora María de los Ángeles Galfioni, docente e investigadora
del Departamento de Geografía de la UNRC.
Una serie de
excepciones a las normativas urbanas vigentes hizo que ya sumen más
de 50 las hectáreas edificadas por fuera de la ampliación del ejido
urbano implementado en el año 2011, que agregó a Río Cuarto 2.500
hectáreas.
Galfioni
consideró que el crecimiento urbano de Río Cuarto es “de tipo
difuso”, con un alto consumo de suelo en la periferia y un
incremento de la superficie edificada en el micro y macrocentro de la
ciudad. Esto da lugar al surgimiento de conflictos socioambientales,
que podrían agravarse según las proyecciones realizadas con vistas
a 2030.
Para entonces, de
persistir este ritmo de expansión urbana, Río Cuarto necesitará
cerca de 1.200 hectáreas más para su ejido urbano.
En 2030, habrá
una población de 184 mil habitantes, aproximadamente. Es decir, 27
mil personas más que las relevadas en el censo de 2010, que
contabilizó 157 mil habitantes. Por su parte, las viviendas pasarán
de 63 mil a 84 mil.
Mientras tanto,
“la ciudad viene avanzando sobre tierras rurales de manera
espontánea y caótica. En gran medida, como consecuencia del avance
de emprendimientos inmobiliarios que han marcado el ritmo de
expansión espacial acompañado por innumerables excepciones
permitidas a la normativa vigente”, dijo la investigadora.
Además,
puntualizó que hay disputas que se dan en las zonas de contacto
entre lo urbano y lo rural. “En un sector está la gente que reside
en sus viviendas y al lado están pulverizando con agroquímicos. Uno
y otro, conviviendo en el mismo espacio, son incompatibles”,
indicó. Y remarcó: “Esto sucede porque en Río Cuarto los límites
entre lo urbano y lo rural no están claramente establecidos”.
Afirmó la
docente: “Esta expansión descontrolada de la ciudad también
conlleva costos políticos y económicos para la administración
municipal, porque demanda fuertes inversiones en infraestructura y
servicios”.
En momentos en
que los recursos locales escasean y el gobierno nacional retacea el
financiamiento para obras públicas, “Río Cuarto está a las
puertas de una crisis ante la demanda de servicios energéticos, de
movilidad e higiene urbanas que no tardará en hacerse sentir más
allá de 2030”, advirtió.
Agregó: “La
ausencia de políticas preventivas para redireccionar el crecimiento
urbano de la ciudad provocó que hoy, por ejemplo, tengamos una zona
industrial al sur de la ciudad rodeada de viviendas residenciales,
con todas las consecuencias que esto supone para la salud humana. En
su momento, ese sector de Río Cuarto fue beneficiado con los
servicios y la gente fue detrás de ellos”.
“Con la
ampliación del ejido municipal en 2011, se diseñó un Plan Urbano
para Río Cuarto, que reemplazó al Código de Ordenamiento Urbano
del año 2004. El primero planteaba la adhesión a un modelo de
ciudad compacta, en la cual se priorizara la densificación de los
espacios vacíos en detrimento de su continua expansión. Pese a los
esfuerzos en materia normativa, esto no pasó, ya que en la
actualidad se detectan dentro de la zona urbana y urbanizable de la
ciudad mucho suelo vacante, sin ocupar, como producto del alto valor
económico que tienen los terrenos, sumado a la fuerte especulación
inmobiliaria sobre los lotes de menor valor situados en la periferia
de la ciudad”, señaló Galfioni.
Contradicciones
del Plan Urbano actual
La falta de una
planificación urbana integral con visión a futuro también dio
lugar a los denominados “islotes de urbanización”. Se trata de
la conformación de espacios residenciales desconectados del resto de
la ciudad. Un ejemplo de ello son los barrios privados, que “generan
mayores costos económicos para el Municipio, porque llevar los
servicios a más distancia requiere de mucha inversión en
infraestructura. Estas discontinuidades en la urbanización son un
problema”, añadió la geógrafa.
También, sostuvo
la investigadora que muchas quintas ubicadas en la zona rural fueron
loteadas o vendidas a privados para uso residencial. “Esta es,
precisamente, una de las contradicciones del Plan Urbano actual. Si
bien promueve una ciudad que se densifique y se consolide, permite
asimismo que una persona física y jurídica pueda presentar un
proyecto que dé lugar a la creación de un área residencial fuera
del ejido urbano. Es decir, que se ha hecho de las excepciones a la
norma un código paralelo, lo que contribuyó a extender la ciudad
hacia áreas no permitidas por las normas o no abarcadas por éstas”.
La profesora
María de los Ángeles Galfioni, docente de la carrera de Geografía
de la Facultad de Ciencias Humanas en las asignaturas de Cartografía,
de Geografía Humana y de Problemas de Geografía Económica
Argentina, está llevando a cabo esta investigación en el marco de
su tesis del Doctorado en Ordenamiento Territorial y Desarrollo
Sostenible de la Universidad Nacional de Cuyo, dirigida por el doctor
Américo Degioanni y asesorada por la doctora Gabriela Maldonado,
ambos también profesores e investigadores de la Universidad Nacional
de Río Cuarto.
- ¿Por qué dice
que Río Cuarto será una ciudad insostenible territorialmente en
2030?
- Porque si no se
replantean las actuales tendencias de crecimiento urbano de tipo
difuso y fragmentado físicamente a partir de la generación de
políticas anticipativas con visión a futuro, en Río Cuarto se
acrecentarán y profundizarán los costes socioambientales, políticos
y económicos que se evidencian en la actualidad.
- ¿A qué tipo de
conflictos socioambientales se refiere?
- Uno de ellos es
el que se da en la periferia, derivado del uso de agroquímicos por
las actividades agropecuarias y frutihortícolas en el medio rural
colindante a los residentes urbanos. Es decir, en un sector está la
gente y al lado están pulverizando. De esta manera, se plantea no
sólo el encuentro de usos del suelo incompatibles, sino también un
problema de jurisdicción en torno a los controles ¿Quién es la
autoridad responsable de velar por la salud de las personas cuando se
fumiga cerca de zonas urbanizadas que están por fuera del ejido
municipal? ¿El control lo hace la Provincia o el Municipio? A veces,
no está claro y, en consecuencia, no lo hace nadie o bien se
retardan las soluciones en llegar. Este es uno de los conflictos
socioambientales, pero también hay otros. La ausencia de políticas
preventivas también provocó, por ejemplo, que algunas actividades
vinculadas al sector industrial, como la de los molinos harineros,
quedaran dentro del ejido urbano, generando conflictos con el área
residencial. Por otra parte, hay que considerar que al aumentar la
superficie construida se producen más residuos domiciliarios, así
como también la proliferación de basurales clandestinos, sobre todo
en las zonas colindantes al río Cuarto y la periferia de la ciudad.
Otro aspecto que no podemos dejar de lado es el de las inundaciones.
El incremento de la superficie construida da como resultado la
reducción de la capacidad y retención del agua del suelo, a lo que
se le suma la falta de mantenimiento y construcción de desagües
pluviales. En Río Cuarto, la expansión del medio construido se
realiza sin prever los costos socioambientales, políticos y
económicos que acarrea, en el sentido de que ese crecimiento
edilicio no va acompañado de las obras de infraestructura
necesarias. Primero se da la expansión de la superficie construida y
recién después todo el tendido de la infraestructura y la
habilitación de los servicios. Los servicios de agua, gas y
transporte, por lo general, siempre vienen después de los procesos
de urbanización, lo que en cierta manera atenta contra la calidad de
vida de la población. Quiero aclarar que, cuando hablo de
crecimiento urbano, involucra el crecimiento demográfico, que es el
aumento de la población, y el incremento de la superficie
construida. A partir de 1980, en Río Cuarto empieza a darse el
fenómeno por el cual el crecimiento de la superficie construida
comienza a superar en términos porcentuales el incremento de la
población. Si analizamos los resultados del último censo, podemos
notar que ha habido un aumento de construcciones en el centro de la
ciudad, pero no todas están ocupadas, mientras que en la periferia
aumentó el número de viviendas, pero también la ocupación de
éstas. O sea que en el centro de la ciudad encontramos muchas
viviendas ociosas.
- ¿Esta expansión
de la que habla es proporcional hacia todos los sectores de Río
Cuarto?
- La expansión de
la superficie construida mayormente se registró, por un lado, hacia
el sector Oeste, a la vera de la ruta A005, como resultado de la
habilitación de una zona comercial y la implementación de proyectos
de desarrollistas vinculados a la creación y expansión de
urbanizaciones privadas, tales como los barrios cerrados y countries.
Este último fenómeno también se identifica hacia el Norte de la
ciudad. Por otra parte, en el sector Sur, con la consolidación de
una zona industrial y comercial, se generaron vectores de crecimiento
a esta ciudad, donde más tarde se suman emprendimientos
inmobiliarios. En menor medida, esta expansión también se ha dado
hacia el sector Este de Banda Norte, también como producto de las
urbanizaciones privadas.
- ¿Qué se debe
hacer de cara al futuro?
- Lo primero es
evitar que la expansión de la construcción edilicia quede librada a
los intereses del mercado. El Estado tiene que regular y velar porque
la normativa vigente se respete.
- ¿Usted
considera que no se la está respetando?
- El crecimiento
urbano de Río Cuarto ha sido manejado por la lógica del mercado,
como resultado de la inversión de capitales por parte de privados. Y
esto, a su vez, fue favorecido por las excepciones a la norma, que la
transforman en “letra vacía”.
- ¿Un nuevo Plan
Urbano sería la solución?
- Lo que necesita
Río Cuarto es un Plan Urbano que establezca claramente qué modelo
de ciudad queremos ser en el futuro, con qué objetivos y de qué
manera lo vamos a lograr. Eso es lo que nos está faltando. Un plan
que contenga una visión propositiva a futuro, que prevea lo que va a
pasar para evitar los conflictos socioambientales, políticos y
económicos que hoy tiene la ciudad. Tenemos que estar preparados
para saber cuántos habitantes va a tener la ciudad más adelante,
qué superficie urbanizable vamos a necesitar, hacia dónde
direccionar los vectores de crecimiento de la ciudad ¿Densificar o
expandir?
- ¿Cuáles son
las proyecciones que hace a partir de su investigación?
- Las estimaciones
indican que en 2030, es decir dentro de sólo 12 años, Río Cuarto
va a necesitar cerca de 1.200 hectáreas más para su ejido urbano.
Mientras tanto, la cantidad de habitantes, que según el censo
poblacional de 2010 fue de 157 mil personas, pasará a ser de unos
185 mil. Ese último censo también arrojó una cantidad de poco más
de 67 mil viviendas y la proyección para 2030 es de aproximadamente
84 mil unidades habitacionales. Por otra parte, en 2010 Río Cuarto
tenía alrededor de 4.100 hectáreas construidas y, para 2030, se
estima que habrá 1.200 hectáreas más.
- ¿De dónde
saldrán esas 1.200 hectáreas más que necesitará Río Cuarto?
- Tomando como
base un trabajo realizado con docentes del Departamento de Economía
Agraria y Ecología Agraria de la Facultad de Agronomía y
Veterinaria, se plantearon diferentes escenarios de ocupación urbana
a futuro. Uno de estos escenarios propone densificar y consolidar la
zona urbana y urbanizable actual, es decir mantener los actuales
límites del ejido urbano vigente, a partir de la ocupación de
espacios vacíos y de la reutilización, renovación o redesarrollo y
recuperación de zonas degradadas y abandonadas. Si tenemos en cuenta
la superficie que no está construida dentro del ejido urbano actual,
en principio, los resultados preliminares nos indicarían que
alcanzaría para cubrir esa demanda a futuro. El segundo y el tercer
escenario proponen expandir el actual ejido urbano hacia el sector
Norte y Oeste; y un cuarto escenario que plantea seguir las actuales
tendencias de crecimiento urbano de tipo difuso y fragmentado. Estas
tres últimas alternativas plantean una oferta de tierra que triplica
la superficie requerida para el año 2030.
- ¿Qué
beneficios o desventajas tendría optar por uno u otro?
- Los tres últimos
implicarían una ampliación de la cobertura de los servicios, así
como también la presión sobre el presupuesto municipal para una
mayor inversión. A esto se le suma un avance sobre más tierra rural
y la consecuente profundización de los conflictos socioambientales
identificados en la actualidad. Esto me estaría indicando que
densificar la ciudad, como propone el primer escenario, sería una de
las alternativas más viables a considerar. Ahora bien, esta
densificación también tiene que ir acompañada por un mantenimiento
de la infraestructura, así como también de la racionalización en
la demanda de los servicios, sobre todo en relación al uso del agua
y el gas. Si en el 2030 vamos a tener 27 mil habitantes más, tenemos
que tener una política anticipativa y conocer, por lo menos, cuánto
va a ser la demanda de cada habitante. Dichos datos, a nivel
institucional, se presentan muy generales, lo que dificulta tener una
proyección a futuro. Sin lugar a dudas, este tipo de escenario
requerirá de un cambio estructural en la forma de planificar y
gestionar la ciudad por parte de las instituciones públicas.
Fuente:
Alberto Dutra, UNRC: advierten que en 12 años Río Cuarto se volverá insostenible, 01/07/18, El Puntal de Río Cuarto.
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