lunes, 11 de junio de 2018

El calentamiento del agua amenaza la supervivencia del frailecillo

Muchas aves marinas están disminuyendo debido al aumento de la temperatura de los océanos, que provoca la disminución de su fuente de alimento.

por Greg Norman

Es como estar en la alfombra roja del estreno de una película. Los fotógrafos tratan de asegurarse el mejor lugar para su instantánea, los disparadores de las cámaras hacen clic. Pero no se trata de la última película de Hollywood, sino de un pequeño pájaro. Y tampoco hay alfombra roja, sólo rocas escarpadas. Estamos en la costa norte de Inglaterra, en un área protegida llamada Bempton Cliffs, gestionada por la Real Sociedad para la Protección de las Aves (RSPB, por su siglas en inglés). La estrella es el frailecillo atlántico.

Es un cálido día de principios de verano y los ornitólogos y excursionistas se han dado cita para observar la abundancia de aves marinas del lugar, que incluye una de las mayores colonias de alcatraces de Inglaterra. No obstante, es el diminuto frailecillo, posando pintorescamente con su característico pico y sus ojos tristes, el centro de todas las miradas.

A pesar de sus escasos 25 cm, esta especie de pluma blanca y negra se sumerge, valiente y ágil, a profundidades de hasta 60 metros en el agua, alcanzando velocidades de más de 80 km/h. Allí, atrapa pequeños peces, su principal fuente de alimento.

Su hábitat preferido son los acantilados rocosos de la costa de Noruega, las Islas Feroe, el Reino Unido, Islandia y Groenlandia. Es raro verlo en acción, especialmente porque pasa la mayor parte del tiempo en el mar.

"Situación catastrófica”

Aunque todavía abunda -sólo en Islandia hay millones- el frailecillo está en peligro. En 2015, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) cambió la designación de su estado a vulnerable. Pero no están solos en esta lista. Según un estudio reciente del grupo conservacionista de aves Birdlife, una de cada ocho especies de aves en el mundo podría estar en peligro.

"El frailecillo es el ejemplo de una situación catastrófica, que afecta en este momento a las aves marinas británicas”, afirma a DW Euan Dunn, consejero político de la RSPB y autor de un libro sobre frailecillos.

Las cifras publicadas el mes pasado por la Fundación Nacional para los Lugares de Interés Histórico o de Belleza Natural del Reino Unido, más conocido como National Trust en inglés, indican una disminución significativa de ejemplares en el importante hábitat de reproducción de las Islas Farne, frente a la costa norte de Inglaterra. Se cree que una sola colonia ha sufrido una caída del 40 por ciento desde el último censo quinquenal en 2013. En general, se estima que el Reino Unido alberga al diez por ciento de la población mundial.

"La situación es mucho peor a medida que uno se traslada al norte”, afirma Dunn, y señala que es particularmente grave en las Islas Orkneys y Shetlands de Escocia. "En general, diría que la población de aves marinas de Escocia se ha reducido a la mitad desde los años 80”, subraya.

Frailecillo en el menú

De acuerdo con esta tendencia, Islandia, que alberga aproximadamente el 40 por ciento del total mundial, también ha registrado un fuerte descenso en el número de frailecillos en los últimos años. Algunos informes estiman que casi una cuarta parte de las aves podría haber desaparecido desde 2002.

En los últimos años, la gravedad del declive se ha reflejado en la moratoria autoimpuesta por los cazadores tradicionales de frailecillos. Decenas de miles de aves siguen siendo cazadas anualmente, principalmente en el norte de Islandia, algunas de las cuales terminan siendo ahumadas para ser servidas en los restaurantes de Reikiavik. No obstante, el número es considerablemente menor que los cientos de miles de crías que solían ser sacrificadas anteriormente.

Erpur Hansen ha estado monitorizando frailecillos en las Islas Westman, al sur de Islandia, durante más de una década. La población más numerosa del país y del mundo se encuentra allí, pero ha sufrido grandes fracasos reproductivos desde 2005.

"En 2003 y 2004, vimos muchos polluelos muertos, pero especialmente en 2005”, lamenta. Esta tendencia a la baja se ha mantenido hasta hoy. "Si la situación continúa, nos enfrentamos a un mundo muy diferente para el frailecillo”, teme Hansen.

Disminución de la fuente de alimento

Trazar las razones exactas del descenso de aves no es sencillo, pero una de ellas es la falta de alimento, una cuestión relacionada, al menos en parte, con el cambio climático y el calentamiento de los océanos.

El frailecillo, al igual que otras aves marinas vulnerables como la gaviota, se alimenta de una especie de pez llamado aguacioso o lanzón. Con el aumento de la temperatura del océano, sin embargo, desaparece la principal fuente de alimento del lanzón: el zooplancton de agua fría. O es reemplazado por zooplancton de agua caliente. El resultado es el mismo: el lanzón no encuentra alimento, disminuye el número de ejemplares y, como consecuencia, también disminuye la fuente de alimento de ambas aves marinas.

Sin embargo, hay signos esperanzadores de que la desaparición del lanzón no sea definitiva. Según Erpur Hansen, hace dos años los peces regresaron inesperadamente a la zona de caza del frailecillo, en la bahía de Faxaflói, cerca de Reikiavik.

"Hemos tenido una productividad de frailecillos muy alta allí. No podría haber sido mejor”, cuenta a DW.

Sin embargo, Francis Daunt, ecologista de poblaciones del Centro de Ecología e Hidrología, es menos optimista. Daunt cree que el problema de la disminución en el número de frailecillos en ciertas áreas es más complejo que el calentamiento de los mares. Cita la sobrepesca, la competencia con las focas, las condiciones climáticas extremas y las ratas, que se comen los huevos y polluelos, como factores contribuyentes.

Los conservacionistas no pueden cambiar la temperatura del mar ni la incidencia de eventos climáticos extremos, según Daunt. En cambio, "hay que concentrarse en el trabajo tangible. Por ejemplo, erradicar las ratas de las islas de aves marinas sería muy valioso”, señala.

Esta es precisamente la labor de la RSPB en las Islas de Shiant, en Escocia, así como en otros lugares. La organización también ha puesto en marcha el Proyecto Frailecillo, donde los voluntarios monitorizan y supervisan las poblaciones de aves e intercambian información con otros grupos.

"Estamos haciendo todo lo posible para garantizar que las aves marinas tengan la mejor oportunidad de combatir las presiones a las que se enfrentan”, dice Dunn. Esto incluye también la creación de tres zonas protegidas de lanzón frente a las costas escocesas.

"Poco más se puede hacer que asegurar que no haya actividad humana en estas áreas para dejar en paz a las poblaciones de lanzón existentes”, concluye Dunn.

Fuente:
Greg Norman, El calentamiento del agua amenaza la supervivencia del frailecillo, 05/06/18, Deutsche Welle.

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