El pacto alcanzado de madrugada entre los 28 y las instituciones comunitarias plantea que en 2023 se revise al alza el objetivo.
por Manuel Planelles
y Álvaro Sánchez
Después de 12
horas de negociación entre el Parlamento Europeo, la Comisión y los
Gobiernos de los 28 esta madrugada se ha llegado a un acuerdo sobre
la directiva de energías renovables, que debe servir de guía para
la transformación del sistema energético europeo para los próximos
años. Finalmente, se ha acordado que el 32 % de toda la energía
final consumida en la UE en 2030 deberá ser de origen renovable. Es
un punto intermedio entre la posición de partida de los Gobiernos de los 28, que propusieron un 27 %, y la de la Eurocámara, que pedía un 35 %.
El acuerdo
incluye también, según fuentes del Parlamento Europeo, la creación
de un fondo para el desarrollo de energías renovables que ayude a
las comarcas carboneras de Europa. El carbón para generar
electricidad se perfila como el gran perdedor de la lucha contra el
cambio climático debido a los gases de efecto invernadero que
expulsa cuando se quema. Y algunos países muy dependientes de este
combustible (como Polonia) pedían ayudas como compensación para sus
zonas mineras. En España, algunas áreas de Asturias y Castilla y
León, también se podrán beneficiar.
El objetivo
general del 32 % para 2030 es un punto de entendimiento entre los
Gobiernos de los 28 y el Parlamento Europeo. Ahora esa cuota europea
ronda el 17 %. Pero más allá de la meta concreta para 2030 es
importante que se haya incluido una revisión (al alza) en 2023. Ese
objetivo deberá aumentar si se requiere para que Europa cumpla con
los compromisos del Acuerdo de París o si la reducción de costes de
las tecnologías renovables hace que sea más fácil ser más
ambiciosos.
Lo que no se ha
logrado, por la oposición frontal de los Gobiernos desde el
principio de la negociación, es incluir objetivos individuales para
cada Estado, como los que existen ahora. Estos objetivos son un arma
de presión para los Gobiernos, que se ven examinados en el
cumplimiento de esas metas por la opinión pública. La Comisión sí
elaborará informes sobre los esfuerzos de cada país y lo que
contribuyen al objetivo general de 2030. Pero solo serán
indicativos.
"Este
acuerdo es una victoria duramente trabajada para desbloquear el
verdadero potencial de la transición de Europa hacia una energía
limpia. Esta nueva ambición nos ayudará a cumplir con los objetivos
del Acuerdo de París y se traducirá en más empleos, facturas
energéticas más baratas para los consumidores y menos importaciones
de energía", ha celebrado en Bruselas el comisario de Energía
y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete.
En representación
de la posición de la Eurocámara en esta negociación ha estado el
parlamentario europeo del PSOE José Blanco, quien ha celebrado
también el pacto alcanzado esta madrugada: "Nos va a permitir
cumplir con el Acuerdo de París". Blanco también ha resaltado
la importancia para España del fondo para la "transición
justa" en las comarcas afectadas por el cierre del carbón.
Autoconsumo
Finalmente, las
cargas al autoconsumo (con sistemas de paneles solares en los
hogares, por ejemplo) como el llamado impuesto al sol estarán
vetadas en la UE hasta al menos diciembre de 2026. A partir de ese
momento, según señalan fuentes de la negociación, los Estados
podrán decidir si las incluyen atendiendo a una serie de parámetros
fijados para que el sistema eléctrico pueda sostenerse
económicamente.
Además, se
establece una cláusula por la que se fija como derecho recibir una
remuneración de acuerdo con el valor de mercado por la energía que
se vierta a la red. Y también se fija que los paneles en una
vivienda o conjunto de viviendas pueden ser propiedad de un tercero,
siempre según las mismas fuentes negociadoras.
En el pacto a
tres bandas se ha incluido también un apartado sobre interconexiones
entre Estados; se fija un objetivo del 15 % para 2030.
"Acuerdo
agridulce"
La supresión de
trabas como el impuesto al sol ha sido aplaudida por las
organizaciones ecologistas, como Greenpeace. "Acabar con estas
medidas era una de las exigencias centrales de Greenpeace y de la
sociedad civil recogidas por el Parlamento Europeo durante las
negociaciones", ha resaltado la organización ecologista.
Sin embargo,
tanto Greenpeace como otras asociaciones y formaciones han lamentado
que el acuerdo se haya quedado en el 32 %. "El acuerdo es
agridulce porque no hay suficiente ambición para el objetivo de
renovables en 2030. No estamos en la senda del Acuerdo de París",
ha lamentado Florent Marcellesi, eurodiputado de Los Verdes.
El cambio de
rumbo de España
Las posturas
entre los Estados miembros no han sido unánimes durante esta larga
negociación que arrancó a principios de año. Incluso, se han dado
cambios de última hora en algunos de los Gobiernos. Es el caso, por
ejemplo, de España. Hasta el reciente cambio de Gobierno, el
Ejecutivo español había aceptado a regañadientes un objetivo de
renovables del 30 % para 2030. Pero la entrada de Pedro Sánchez en
La Moncloa ha supuesto un cambio de rumbo y el Ejecutivo español ha
defendido en esta última fase negociadora llegar al 35 %. La misma
posición, según fuentes comunitarias, han mantenido Italia, Suecia
y Portugal.
Francia ha sido
algo más conservadora, un 32 %, la misma cifra que se ha acordado
finalmente. Mientras que Reino Unido y los países del bloque del
Este eran partidarios de ir más despacio y dejarlo en un 30 % o
incluso menos.
Fuentes:
Manuel Planelles, Álvaro Sánchez, Acuerdo en Europa: la UE se fija una cuota del 32% de energías renovables en 2030, 14/06/18, El País.
La obra de arte que ilustra esta entrada es una versión del famoso cuadro "La noche estrellada" de Vincent van Gogh, con la incorporación de un parque eólico. Fue realizada por alumnos del colegio australiano Tregantle House.
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