Lo denunció el médico Emilio Iosa en la Audiencia Pública que trata el impacto ambiental de la Autovía de Punilla.
El médico Emilio
Iosa finalmente intervino en la audiencia pública para tratar el
Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de la obra de la Autovía de
Punilla. Denunció que además de arrasar bosque nativo, remover
uranio y contaminar cursos de agua, es “una insensatez” porque
las cuencas del lago San Roque y Los Molinos “están muriendo”.
Iosa renunció
días atrás a su cargo en la Municipalidad de Villa Carlos Paz para
poder intervenir sin condicionamientos en esta audiencia y manifestar
su oposición a la autovía.
Dijo que “la
desmesura del gobierno provincial es tan grande que mientras se
gastan 4500 millones de pesos en 30 kilómetros de hormigón, las
cuencas de los lagos San Roque y Los Molinos están muriendo”.
La Autovía de
Punilla unirá San Roque con Cosquín a través de 14 kilómetros de
extensión y la alternativa elegida por la provincia es la que más
daño ambiental produce de las cinco existentes, según el análisis
de distintas organizaciones ambientalistas. El 76 % del recorrido de
la autovía daña bosque nativo de categoría Rojo, es decir de
máxima conservación, y 5 kilómetros de su traza pasan por encima
de la mina de uranio Rodolfo.
Iosa en su
intervención en la Audiencia señaló que “la audiencia pública
tiene que ver con una obra de infraestructura encarada por el
gobierno de la provincia de Córdoba, llamada Autovía de Montaña,
pero a mi entender, este espacio tiene que ver con la posibilidad de
compartir una visión sobre el paradigma de desarrollo y progreso que
tenemos que elegir los cordobeses para legar a nuestros hijos y
nietos un lugar donde la vida sea una opción posible”.
Agregó que “esta
obra monumental será recordada y estudiada por generaciones futuras.
Los funcionarios que llevaron adelante esta obra serán recordados y
estudiados por generaciones futuras. Esta obra monumental quedará en
los anales de la historia de la insensatez humana”.
Reflexionó que
“4500 millones de pesos están siendo utilizados con un apuro y
velocidad sorprendentes en 30 kilómetros de hormigón que arrasan
con el bosque nativo más prístino de las sierras, que remueven
minerales radioactivos contaminando cursos de agua esenciales para la
vida en la región y que vulneran el derecho de las familias y
localidades del valle de poder elegir un futuro basado en la salud y
el respeto a la vida”.
Siguió diciendo
que “la desmesura del gobierno provincial es tan grande que
mientras se gastan 4500 millones de pesos en 30 kilómetros de
hormigón, las cuencas de los lagos San Roque y Los Molinos están
muriendo. Se están convirtiendo en una enorme cloaca a cielo abierto
donde prolifera un organismo extremadamente tóxico llamado
cianobacteria (una bacteria que puede llevar a cabo la fotosíntesis
oxigénica. La fotosíntesis oxigénica, por su parte, es un tipo de
fotosíntesis: el proceso que permite sintetizar sustancias orgánicas
a partir de sustancias inorgánicas, utilizando la energía que
aporta la luz solar. En el caso específico de la fotosíntesis
oxigénica, es el agua la sustancia que aporta electrones y que
desarrolla la liberación de oxígeno a modo de subproducto). El
gobierno de la provincia prefiere priorizar el hormigón al agua y la
mayoría de los intendentes prefieren apoyar la demencia del poder y
el dinero a la vida de las familias que representan”.
El lago San Roque
se está convirtiendo en una enorme cloaca a cielo abierto donde
prolifera un organismo extremadamente tóxico llamado cianobacteria.
“Es tan obsceno
lo que están haciendo, que mientras se avanza en la obra de un
mega-puente frente al dique San Roque, el agua que pasa por debajo y
de la que se alimentan los cordobeses registra valores de
cianobacterias tóxicas de proporciones crecientes y bacterias
provenientes de las heces humanas por encima de los valores
permitidos para el uso recreativo del espejo de agua”, profundizó
el ex funcionario de la comuna de Villa Carlos Paz.
Luego de enumerar
sus acciones para enfrentar la contaminación y los daños
ambientales en la cuenca del lago San Roque, resaltó que “de mi
gestión al frente de la Secretaría de Salud, el logro que más
valoro es haber puesto un cartel. Un solo cartel, que está en Bahía
del Gitano, que previene a vecinos y turistas sobre la peligrosidad
del contacto con el agua del lago San Roque y que previene sobre la
ingesta de peces provenientes del lago”.
Reveló que
“cuando se produjo la crisis ambiental por afloramiento de
cianobacterias, el gobierno provincial aportó para su manejo cuatro
botes y personal no especializado. es decir, que hay 4500 millones de
pesos para 30 kilómetros de hormigón versus 0 pesos para un recurso
estratégico para el desarrollo como el agua que toman 1,5 millones
de cordobeses y de la que vive la economía de Punilla y
Calamuchita”.
Finalizó
diciendo que “a esto lo llaman desarrollo y progreso. Estamos en
contra del paradigma de desarrollo y progreso que privilegia el
hormigón al agua, el dinero a la vida y que permite la concentración
de la riqueza. Tenemos que refundar el paradigma de desarrollo y
progreso”.
Cordobés del año
El nombre de Iosa
es conocido para muchos habitantes de esta provincia, ya que en 2013
recibió el reconocimiento como Cordobés del Año (que entrega el
diario La Voz del Interior). En esa ocasión se valoró su trabajo
social en las comunidades aborígenes del norte argentino. También
ha sido visible su militancia en diversas luchas sociales, como fue
el caso de la resistencia vecinal de Malvinas Argentinas a la
instalación de Monsanto.
Iosa renunció a
su cargo de Secretario de Salud del municipio de Villa Carlos Paz con
el fin de inscribirse como expositor en la Audiencia Pública. “He
decidido inscribirme para presentar mi opinión personal sobre el
impacto en la salud ambiental que está ocasionando la priorización
de la obra de la autovía de montaña”, escribió Iosa en el
segundo párrafo de su renuncia.
Tras ello,
declaró entender que su “opinión al respecto de dicha obra puede
herir la relación institución del Municipio” que dirige Esteban
Avilés, “respecto del gobierno y/o las instituciones
provinciales”. Atento a las “consecuencias políticas” que sus
declaraciones pudieran ocasionar, consideró que lo correcto era
“liberar” al intendente y a su gobierno de dichas consecuencias.
Recordando su
carácter de médico, Iosa argumentó su juramento hipocrático,
recordando que éste lo obliga “desde el punto de vista ético y
moral, a prevenir el daño y trabajar para repararlo en caso de tomar
conocimiento sobre algo que pueda ser peligroso para la salud de una
persona”. Sobre el caso en particular de la obra en plena montaña,
entendió que lo que se pone en riesgo es “la salud de miles de
ciudadanos de la provincia y de los turistas que visitan las
sierras”.
Fuente:
“Mientras el gobierno hace la Autovía de Punilla, la cuenca del San Roque se está muriendo”, 17/05/18, Enredacción. Consultado 17/05/18.
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