Los locales
rechazan la práctica y ambientalistas denuncian el ocultamiento de
informes que revelan la polución. Qué dice el Gobierno.
por Julian D'Imperio
La cuestionada
práctica del fracking sigue generando polémica y tensiones en
Mendoza. A casi dos meses de ser aprobada, por decreto del gobernador
Alfredo Cornejo, la explotación de hidrocarburos por fractura
hidráulica no convence a un gran sector de los habitantes mendocinos
ni a especialistas ambientalistas, que denuncian el ocultamiento de
informes que comprueban la contaminación. Además, señalan un
conflicto de intereses entre un representante del laboratorio que
investiga el estado de agua que a la vez es consultor de la petrolera
que explota el pozo de Malargüe.
Contaminación.
Dos semanas atrás, el abogado ambientalista Enrique Viale criticó
el fracking: "Está prohibida en Francia, en Alemania, en
algunos estados de Estados Unidos, en Bulgaria, en Inglaterra. Hay
muchas pruebas científicas que comprueban su contaminación",
afirmó en diálogo con Perfil.
"La
traducción de fracking es fractura hidráulica: a través del agua
-y de muchos químicos- se fractura la roca a miles de metros de
profundidad, a diferencia de los hidrocarburos convencionales que uno
pincha y por la propia presión obtienen los minerales. El proceso
del fracking termina con todos esos centenares de miles de litros de
químicos en las aguas subterráneas, generando contaminación. De
hecho el agua que les vuelve ya contaminada la dejan en pozos,
generando más contaminación", explicó el especialista.
El científico
Esteban Servat (magister en Biotecnología que vivió diez años en
la meca de la tecnología mundial, Silicon Valley) denunció en
diáogo con este portal que "Malargüe es altamente sísmica y
el fracking fractura cualquier encamisado". "Imaginen lo
que puede provocar sobre una roca madre que está a 3.000 metros de
profundidad", planteó.
Los informes
ocultos. Un estudio del Departamento de Irrigación de Mendoza,
designado para controlar la contaminación del agua, reveló días
atrás que en la primera toma las napas de Malargüe estaban
contaminadas. El informe fue difundido por Ecoleaks, una organización
ambiental similar a WikiLeaks que denunció que el gobierno
provincial ocultó esta información de orden público.
Servat, quien
integra Ecoleaks, contó a Perfil: "Un informe secreto del
Departamento de Irrigación de Mendoza que analizó cinco muestras
piloto del fracking y las mismas revelaron contaminación por
hidrocarburos en napas de agua, ya que dos de ellas tenían cuatro
veces más del límite establecido y una siete veces más de los
permitido".
Conflicto de
interés. Otro de los puntos que más polémica generaron es que,
según reveló Servat, Ricardo Fuentes es a la vez consultor de la
Petrolera El Trebol, que explota los recursos en Mendoza, y
vicedecano de la Universidad Tecnológica Nacional de la Facultad
Regional de Mendoza, donde se analizaron las muestras del agua
contaminadas por esa petrolera.
En diálogo con
Perfil, Fuentes admitió ambos cargos, pero desmintió que los
informes los realizara la UTN, que -sostuvo- dependen del
Departamento de Irrigación. El propio decreto que autorizó el
fracking establecía a esa oficina gubernamental como responsable
efectiva de controlar la contaminación de las aguas. No obstante, un
convenio del 2015 entre la universidad e Irrigación General resolvió
que por 10 años se unificarían los laboratorios para estudiar las
aguas de la región. Consultado ante esto, el vicedecano insistió en
que los estudios se habían realizado en otros laboratorios.
¿Qué dice el
Gobierno? Miriam Skalany, ingeniera química y directora de
Protección Ambiental provincial, desmintió a este portal que exista
contaminación: "Está reglamentado que se utilice agua de
formación, que es agua que no es apta para ningún uso. El fluído
de la estimulacion es 94,5 % de agua, el 5 % es arena y el 0,5 % de
aditivos. De esos aditivos, lo poco que puede quedar está a 2500
metros de profundidad, que es donde se realiza el proceso. Es muy
improbable que afecte a las napas que están a 300 metros de
profundidad", aseguró.
La funcionaria
explicó a Perfil que los estudios que dieron contaminación fueron
la "primera prueba" y que los hidrocarburos detectados eran
provenientes de "la perforación del pozo inicial, en donde no
habían limpiado antes de hacer la prueba". "En las
siguientes dos pruebas dio negativa la presencia de hidrocarburos,
así como en la auditoría pública que realizamos. Se hizo una
auditoria con investigadores del CONICET. Está todo probado",
concluyó la funcionaria provincial.
Ante los dichos
de Skalany, Servat dijo que "es mentira que la fractura inicial
genere contaminación de hidrocarburos, es inherente". "Nosotros
anticipamos desde Ecoleaks que el primer informe se hizo en la
Universidad Nacional de Cuyo y los siguientes, que dieron negativos,
estaban adulterados porque fueron realizados en la UTN de Fuentes",
dijo a este medio.
Denuncias y
movilizaciones. La propia Multisectorial de General Alvear -integrada
por entidades empresariales, sindicales, educativas y políticas,
entre otras- pidió que no se permita el fracking hasta que no haya
pruebas científicas internacionales. Además, insistió con exigir
estudios que excluyan el vínculo con Ricardo Fuentes.
Por otro lado, la
organización Oikos llevará adelante una denuncia penal en nombre de
diversas organizaciones ambientales contra el gobernador de Mendoza,
Alfredo Cornejo, y a los responsables del Departamento General de
Irrigación de la provincia por "autorizar un decreto que
permite la práctica del fracking que violenta la ley ambiental"
y por "ocultar información pública".
Semanas atrás,
miles de personas de General Alvear se concentraron para pedir que no
se permita el fracking en su provincia.
Fuente:
Julian D'Imperio, Fracking: conflicto de intereses, contaminación e informes secretos, 03/05/18, Perfil.
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