jueves, 3 de mayo de 2018

El mapa argentino de la contaminación con arsénico

Tras analizar casi 500 muestras de aguas subterráneas de distintos puntos del país, el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) junto con la ONG NutriRed lograron ubicar las zonas con mayores niveles de este elemento natural, capaz de causar serias alteraciones en la salud humana.

por Agustina Sucri

La exposición prolongada al arsénico a través del consumo de agua y alimentos contaminados, puede causar cáncer, lesiones cutáneas, problemas de desarrollo, enfermedades cardiovasculares, neurotoxicidad y diabetes, según alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Se trata de un elemento natural de la corteza terrestre, ampliamente extendido en el medioambiente, que en su forma inorgánica es muy tóxico.

En la Argentina son numerosas las zonas abastecidas con aguas subterráneas que deben enfrentar el problema de la contaminación con arsénico y los riesgos que trae aparejados. Así lo demuestra el `Mapa del arsénico', presentado el viernes último por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) en conjunto con la ONG NutriRed.

Para lograr detallar los distintos grados de contaminación con arsénico, ambas entidades recibieron y analizaron casi 500 muestras de agua de 100 localidades de todo el país. Con los resultados de los análisis, confeccionaron luego un mapa interactivo, que se actualiza constantemente y que cualquiera puede consultar a través del sitio: http://www.nutrired.org/tag/mapa-arsenico/

En una entrevista con La Prensa, el doctor Jorge Stripeikis, director del departamento de Ingeniería Química y del Centro de Ingeniería en Medio Ambiente (Cima) del ITBA, explicó las razones que llevaron a idear este mapa y el desarrollo que se llevó adelante en el laboratorio con el objetivo de dar solución a la problemática.

- ¿Cómo surge el proyecto de desarrollar un mapa del arsénico en el país?

- Nace por la problemática que existe en la República Argentina, desde hace muchos años, en cuanto a la contaminación de arsénico. Si uno revisa los mapas respecto a esta problemática, se va a encontrar con que a veces la contaminación de arsénico aparece superpuesta a zonas muy densamente pobladas, pero a veces también aparece en zonas aisladas, en localidades de 500 habitantes, escuelas rurales... Y a veces la información no llega a esos lugares. Nuestro objetivo fue unirnos a la ONG NutriRed y actuar como un órgano emisor de información para hacerle saber a todas las personas acerca de la cantidad de arsénico que tiene el agua que consumen. Simplemente acercando sus muestras al ITBA, nosotros hacemos el análisis y, además de brindarle la información puntual a las personas que las traen, vamos completando este mapa que se va modificando con cada nueva muestra que nos acercan.

- ¿Cuándo comenzaron con esta tarea?

- En 2011.

- ¿Cuántas muestras llevan analizadas?

- Casi 500, de distintas localidades de todo el país. En el mapa se puede observar que están cubiertas la gran mayoría de las provincias.

- ¿Por qué no se incluyó la Capital?

- Porque no tiene la problemática de arsénico debido a que la red de distribución de agua de la Capital Federal es superficial, viene del Río de la Plata, y el problema del arsénico no es de aguas superficiales sino de aguas subterráneas

- ¿Cómo llega el arsénico al agua? ¿Se debe a procesos naturales?

- Se trata de un proceso absolutamente natural, que se remonta a miles de millones de años atrás, cuando se plegaron los bloques continentales y se levantó la Cordillera de los Andes. En esas primeras épocas la Cordillera era muy activa: había montones de volcanes en erupción que emitían ceniza volcánica y esa ceniza es rica en minerales de arsénico. La ceniza se desperdigó prácticamente por todo el país, incluso hasta el océano Atlántico. Ese sedimento, con el tiempo, fue aglomerándose. Después se generaron acuíferos en esa zona y el agua contenida en esos acuíferos, por efecto de la erosión y el paso del tiempo, disolvió una fracción de estas rocas y minerales. Así aparece el arsénico disuelto en las aguas subterráneas.

Salud en riesgo

- ¿Cuáles son los riesgos para la salud del consumo de agua con arsénico?

- El tipo de intoxicación que produce es crónica porque se da con el paso del tiempo. Sucede que las cantidades de arsénico que están presentes en el agua son bajas pero son suficientes como para que si se hace una ingesta cotidiana durante periodos realmente prolongados, durante 10 o 15 años, se puedan empezar a manifestar los síntomas característicos de la enfermedad que se conoce como `hidro arsenicismo crónico regional endémico'(HACRE). La sintomatología normalmente empieza con erupciones en la piel, sobre todo en la planta de los pies y las palmas de las manos. En un estadio más avanzado, está comprobado que la ingesta de arsénico prolongada produce carcinogénesis, es decir que puede provocar la aparición de tumores, fundamentalmente en piel, pulmón, vejiga y riñones.

- ¿Estos riesgos también se corren al tomar contacto con el agua contaminada, por ejemplo, al bañarse?

- No, solamente por consumo porque la forma tóxica del arsénico es la inorgánica, lo que está disuelto en el agua. Y esa forma inorgánica no atraviesa la dermis. Entra en el cuerpo humano por ingestión o por inhalación. En el caso del agua es por ingestión directa o por consumir alimentos que se cocinaron con el agua contaminada o por cultivos alimentarios que fueron regados con este tipo de agua.

- ¿Cuáles son las zonas identificadas con mayor cantidad de arsénico en el agua?

- Oeste, norte y sur de la provincia de Buenos Aires, que está bastante afectada. Todo el corredor de la ruta 5, que arranca en Chivilcoy, pasa por 9 de julio, Casares, Bragado, Pehuajó, Trenque Lauquen, hasta Santa Rosa (La Pampa), con sus ramificaciones laterales (General Villegas, Puán, Chacabuco, Junín) son zonas que tienen aguas subterráneas arsenicales.

También el sur de Santa Fe y sur de Córdoba, La Pampa, algunas regiones de Mendoza, San Luis y San Juan, todo el norte (NOA y NEA): Salta, Jujuy, Tucumán, Chaco y Formosa. Estos son los lugares más comprometidos, con mayor nivel de arsénico datados en sus aguas subterráneas.

- ¿Hay zonas del país que no han analizado porque no les han llegado muestras?

- Sí. Del Sur no hemos recibido mucho, pero no me preocupa tanto porque aparentemente en el Sur no habría demasiado problema porque la distribución de ceniza volcánica que mencioné antes no afectó en su momento a las provincias de esa región. Es decir que, en rigor, estaría menos afectada por la problemática.

- ¿Hay actividades del hombre que también pueden contribuir con la contaminación de arsénico?

- Es mayormente natural. El arsénico se usa como preservante de las maderas, como semiconductor, se agrega en cierto tipo de aleaciones... la gente que trabaja en ese rubro está potencialmente más expuesta, pero es acotado. La contaminación global y la que afecta a las aguas subterráneas es absolutamente natural. El aporte antropogénico es casi nulo.

Una solución

- En el ITBA han dado un paso más al desarrollar un filtro que permita dar una solución a la problemática del agua contaminada con arsénico.

- Sí. Ya fue desarrollado y testeado a nivel laboratorio. Es una membrana conformada por partículas muy pequeñas de óxido férrico, que han sido sintetizadas en nuestros laboratorios por grupos de alumnos y docentes. Esas partículas se suspenden sobre un soporte poroso y han mostrado que cuando entran en contacto con un agua que contiene arsénico, las absorbe, las captura. Con lo cual, el agua que pasa a través de esa membrana, ya queda libre de arsénico.

Las pruebas de laboratorio se completaron. Ahora estamos a la espera de sponsors y subsidios para pasar a la siguiente etapa: cambiar la escala de producción a mayor cantidad y obtener un primer prototipo que pueda ser probado en campo.

- ¿Es un desarrollo costoso? ¿Una vez desarrollado a gran escala tendría un precio similar al de los filtros de agua para hogares que se comercializan actualmente?

- Es difícil en este momento estimar el costo porque lo tenemos estimado a nivel laboratorio y, normalmente, al cambiar de escala se reducen. La producción del material no es tan costosa: el valor de producción de la nanopartícula, que es el corazón de la absorción, ronda los 24 dólares el kilo. El tubo que la soporta sale 12 dólares cada uno, en el que se debe colocar aproximadamente 10 gramos de partícula embebida. Son números de laboratorio. Estimamos que al producirse a mayor escala podría ser competitivo en precio final.

- Los filtros que se comercializan actualmente también filtran el arsénico?

- Sí, algunos sí. No los genéricos. Pero ya existen productos comerciales que han desarrollado resinas especiales que capturan el arsénico. En realidad, hay muchas soluciones, hay muchos grupos de investigación que están trabajando en el tema, no solo nosotros: en la Comisión Nacional de Energía Atómica, en la Universidad Nacional de La Plata, en la de Córdoba, en la de Santiago del Estero... todos los grupos han aportado diferentes soluciones con distintos materiales, que aparentemente han mostrado ser efectivas a nivel laboratorio. Muchas de ellas están esperando -como nosotros- pasar a la escala piloto.

Algunas ciudades importantes ya invirtieron y solucionaron la problemática. En Venado Tuerto, por ejemplo, hasta 2015 las aguas de pozo tenían niveles altísimos de arsénico y la Municipalidad tomó la decisión de equipar el aprovisionamiento de aguas con membranas para quitar el arsénico. Y últimamente tuvimos la oportunidad de hacer un análisis del agua que distribuye la Municipalidad y constatar que no tiene nada de arsénico.

- ¿Qué aspectos superadores o a destacar presenta el filtro que han desarrollado en el ITBA?

- Probablemente el costo operativo, que será menor que otras resinas. Y el hecho de que la operación es sencilla, de muy fácil aplicación, no necesita que la persona sepa mucho para el uso. Además, podría llegar a servir sin energía eléctrica porque algunos de los sistemas que se comercializan necesitan energía eléctrica.

- ¿El filtro se coloca en la salida de la canilla?

- Sí, la idea del prototipo sería armar una especie de columna con el filtro que va enchufado directamente a la canilla, se regula el caudal de la canilla y a la salida de ese filtro uno puede ir colectando el agua ya libre de arsénico.

- ¿Cómo deben proceder las personas que quieren enviar a analizar su muestra de agua?

- Pueden ingresar a la página de NutriRed, donde hay un folleto que explica cómo se debe tomar la muestra y cómo hacerla llegar. Se puede enviar un mail a: aguas@nutrired.org. El análisis de las muestras se realiza en forma gratuita en el ITBA. La entrega de las muestras se hace en Av. Madero 399 (Portería) a nombre de Mauro Vanarelli (Laboratorio) o Liliana Bertini (Ing. Química). También es posible llamar para más información al: 6393-4800 (int. 5828).

Fuente:
Agustina Sucri @agustinasucri, El mapa argentino de la contaminación con arsénico, 29/04/18, La Prensa. Consultado 03/05/18.

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