Tras analizar
casi 500 muestras de aguas subterráneas de distintos puntos del
país, el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) junto con la
ONG NutriRed lograron ubicar las zonas con mayores niveles de este
elemento natural, capaz de causar serias alteraciones en la salud
humana.
por Agustina
Sucri
La exposición
prolongada al arsénico a través del consumo de agua y alimentos
contaminados, puede causar cáncer, lesiones cutáneas, problemas de
desarrollo, enfermedades cardiovasculares, neurotoxicidad y diabetes,
según alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Se trata de un
elemento natural de la corteza terrestre, ampliamente extendido en el
medioambiente, que en su forma inorgánica es muy tóxico.
En la Argentina
son numerosas las zonas abastecidas con aguas subterráneas que deben
enfrentar el problema de la contaminación con arsénico y los
riesgos que trae aparejados. Así lo demuestra el `Mapa del
arsénico', presentado el viernes último por el Instituto
Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) en conjunto con la ONG NutriRed.
Para lograr
detallar los distintos grados de contaminación con arsénico, ambas
entidades recibieron y analizaron casi 500 muestras de agua de 100
localidades de todo el país. Con los resultados de los análisis,
confeccionaron luego un mapa interactivo, que se actualiza
constantemente y que cualquiera puede consultar a través del sitio:
http://www.nutrired.org/tag/mapa-arsenico/
En una entrevista
con La Prensa, el doctor Jorge Stripeikis, director del departamento
de Ingeniería Química y del Centro de Ingeniería en Medio Ambiente
(Cima) del ITBA, explicó las razones que llevaron a idear este mapa
y el desarrollo que se llevó adelante en el laboratorio con el
objetivo de dar solución a la problemática.
- ¿Cómo surge
el proyecto de desarrollar un mapa del arsénico en el país?
- Nace por la
problemática que existe en la República Argentina, desde hace
muchos años, en cuanto a la contaminación de arsénico. Si uno
revisa los mapas respecto a esta problemática, se va a encontrar con
que a veces la contaminación de arsénico aparece superpuesta a
zonas muy densamente pobladas, pero a veces también aparece en zonas
aisladas, en localidades de 500 habitantes, escuelas rurales... Y a
veces la información no llega a esos lugares. Nuestro objetivo fue
unirnos a la ONG NutriRed y actuar como un órgano emisor de
información para hacerle saber a todas las personas acerca de la
cantidad de arsénico que tiene el agua que consumen. Simplemente
acercando sus muestras al ITBA, nosotros hacemos el análisis y,
además de brindarle la información puntual a las personas que las
traen, vamos completando este mapa que se va modificando con cada
nueva muestra que nos acercan.
- ¿Cuándo
comenzaron con esta tarea?
- En 2011.
- ¿Cuántas
muestras llevan analizadas?
- Casi 500, de
distintas localidades de todo el país. En el mapa se puede observar
que están cubiertas la gran mayoría de las provincias.
- ¿Por qué no
se incluyó la Capital?
- Porque no tiene
la problemática de arsénico debido a que la red de distribución de
agua de la Capital Federal es superficial, viene del Río de la
Plata, y el problema del arsénico no es de aguas superficiales sino
de aguas subterráneas
- ¿Cómo llega
el arsénico al agua? ¿Se debe a procesos naturales?
- Se trata de un
proceso absolutamente natural, que se remonta a miles de millones de
años atrás, cuando se plegaron los bloques continentales y se
levantó la Cordillera de los Andes. En esas primeras épocas la
Cordillera era muy activa: había montones de volcanes en erupción
que emitían ceniza volcánica y esa ceniza es rica en minerales de
arsénico. La ceniza se desperdigó prácticamente por todo el país,
incluso hasta el océano Atlántico. Ese sedimento, con el tiempo,
fue aglomerándose. Después se generaron acuíferos en esa zona y el
agua contenida en esos acuíferos, por efecto de la erosión y el
paso del tiempo, disolvió una fracción de estas rocas y minerales.
Así aparece el arsénico disuelto en las aguas subterráneas.
Salud en riesgo
- ¿Cuáles son
los riesgos para la salud del consumo de agua con arsénico?
- El tipo de
intoxicación que produce es crónica porque se da con el paso del
tiempo. Sucede que las cantidades de arsénico que están presentes
en el agua son bajas pero son suficientes como para que si se hace
una ingesta cotidiana durante periodos realmente prolongados, durante
10 o 15 años, se puedan empezar a manifestar los síntomas
característicos de la enfermedad que se conoce como `hidro
arsenicismo crónico regional endémico'(HACRE). La sintomatología
normalmente empieza con erupciones en la piel, sobre todo en la
planta de los pies y las palmas de las manos. En un estadio más
avanzado, está comprobado que la ingesta de arsénico prolongada
produce carcinogénesis, es decir que puede provocar la aparición de
tumores, fundamentalmente en piel, pulmón, vejiga y riñones.
- ¿Estos riesgos
también se corren al tomar contacto con el agua contaminada, por
ejemplo, al bañarse?
- No, solamente
por consumo porque la forma tóxica del arsénico es la inorgánica,
lo que está disuelto en el agua. Y esa forma inorgánica no
atraviesa la dermis. Entra en el cuerpo humano por ingestión o por
inhalación. En el caso del agua es por ingestión directa o por
consumir alimentos que se cocinaron con el agua contaminada o por
cultivos alimentarios que fueron regados con este tipo de agua.
- ¿Cuáles son
las zonas identificadas con mayor cantidad de arsénico en el agua?
- Oeste, norte y
sur de la provincia de Buenos Aires, que está bastante afectada.
Todo el corredor de la ruta 5, que arranca en Chivilcoy, pasa por 9
de julio, Casares, Bragado, Pehuajó, Trenque Lauquen, hasta Santa
Rosa (La Pampa), con sus ramificaciones laterales (General Villegas,
Puán, Chacabuco, Junín) son zonas que tienen aguas subterráneas
arsenicales.
También el sur
de Santa Fe y sur de Córdoba, La Pampa, algunas regiones de Mendoza,
San Luis y San Juan, todo el norte (NOA y NEA): Salta, Jujuy,
Tucumán, Chaco y Formosa. Estos son los lugares más comprometidos,
con mayor nivel de arsénico datados en sus aguas subterráneas.
- ¿Hay zonas del
país que no han analizado porque no les han llegado muestras?
- Sí. Del Sur no
hemos recibido mucho, pero no me preocupa tanto porque aparentemente
en el Sur no habría demasiado problema porque la distribución de
ceniza volcánica que mencioné antes no afectó en su momento a las
provincias de esa región. Es decir que, en rigor, estaría menos
afectada por la problemática.
- ¿Hay
actividades del hombre que también pueden contribuir con la
contaminación de arsénico?
- Es mayormente
natural. El arsénico se usa como preservante de las maderas, como
semiconductor, se agrega en cierto tipo de aleaciones... la gente que
trabaja en ese rubro está potencialmente más expuesta, pero es
acotado. La contaminación global y la que afecta a las aguas
subterráneas es absolutamente natural. El aporte antropogénico es
casi nulo.
Una solución
- En el ITBA han
dado un paso más al desarrollar un filtro que permita dar una
solución a la problemática del agua contaminada con arsénico.
- Sí. Ya fue
desarrollado y testeado a nivel laboratorio. Es una membrana
conformada por partículas muy pequeñas de óxido férrico, que han
sido sintetizadas en nuestros laboratorios por grupos de alumnos y
docentes. Esas partículas se suspenden sobre un soporte poroso y han
mostrado que cuando entran en contacto con un agua que contiene
arsénico, las absorbe, las captura. Con lo cual, el agua que pasa a
través de esa membrana, ya queda libre de arsénico.
Las pruebas de
laboratorio se completaron. Ahora estamos a la espera de sponsors y
subsidios para pasar a la siguiente etapa: cambiar la escala de
producción a mayor cantidad y obtener un primer prototipo que pueda
ser probado en campo.
- ¿Es un
desarrollo costoso? ¿Una vez desarrollado a gran escala tendría un
precio similar al de los filtros de agua para hogares que se
comercializan actualmente?
- Es difícil en
este momento estimar el costo porque lo tenemos estimado a nivel
laboratorio y, normalmente, al cambiar de escala se reducen. La
producción del material no es tan costosa: el valor de producción
de la nanopartícula, que es el corazón de la absorción, ronda los
24 dólares el kilo. El tubo que la soporta sale 12 dólares cada
uno, en el que se debe colocar aproximadamente 10 gramos de partícula
embebida. Son números de laboratorio. Estimamos que al producirse a
mayor escala podría ser competitivo en precio final.
- Los filtros que
se comercializan actualmente también filtran el arsénico?
- Sí, algunos
sí. No los genéricos. Pero ya existen productos comerciales que han
desarrollado resinas especiales que capturan el arsénico. En
realidad, hay muchas soluciones, hay muchos grupos de investigación
que están trabajando en el tema, no solo nosotros: en la Comisión
Nacional de Energía Atómica, en la Universidad Nacional de La
Plata, en la de Córdoba, en la de Santiago del Estero... todos los
grupos han aportado diferentes soluciones con distintos materiales,
que aparentemente han mostrado ser efectivas a nivel laboratorio.
Muchas de ellas están esperando -como nosotros- pasar a la escala
piloto.
Algunas ciudades
importantes ya invirtieron y solucionaron la problemática. En Venado
Tuerto, por ejemplo, hasta 2015 las aguas de pozo tenían niveles
altísimos de arsénico y la Municipalidad tomó la decisión de
equipar el aprovisionamiento de aguas con membranas para quitar el
arsénico. Y últimamente tuvimos la oportunidad de hacer un análisis
del agua que distribuye la Municipalidad y constatar que no tiene
nada de arsénico.
- ¿Qué aspectos
superadores o a destacar presenta el filtro que han desarrollado en
el ITBA?
- Probablemente
el costo operativo, que será menor que otras resinas. Y el hecho de
que la operación es sencilla, de muy fácil aplicación, no necesita
que la persona sepa mucho para el uso. Además, podría llegar a
servir sin energía eléctrica porque algunos de los sistemas que se
comercializan necesitan energía eléctrica.
- ¿El filtro se
coloca en la salida de la canilla?
- Sí, la idea
del prototipo sería armar una especie de columna con el filtro que
va enchufado directamente a la canilla, se regula el caudal de la
canilla y a la salida de ese filtro uno puede ir colectando el agua
ya libre de arsénico.
- ¿Cómo deben
proceder las personas que quieren enviar a analizar su muestra de
agua?
- Pueden ingresar
a la página de NutriRed, donde hay un folleto que explica cómo se
debe tomar la muestra y cómo hacerla llegar. Se puede enviar un mail
a: aguas@nutrired.org. El análisis de las muestras se realiza en
forma gratuita en el ITBA. La entrega de las muestras se hace en Av.
Madero 399 (Portería) a nombre de Mauro Vanarelli (Laboratorio) o
Liliana Bertini (Ing. Química). También es posible llamar para más
información al: 6393-4800 (int. 5828).
Fuente:
Agustina Sucri @agustinasucri, El mapa argentino de la contaminación con arsénico, 29/04/18, La Prensa. Consultado 03/05/18.
No hay comentarios:
Publicar un comentario