La evidencia
muestra que el retroceso del hielo ártico disminuye la llegada de
aguas cálidas a Europa, provocando la extensión de heladas y menos
lluvias.
por Andrés Arnone
Varios de
estudios analizan la evolución de las corrientes oceánicas a lo
largo de siglos y su relación con las eras cálidas y glaciares.
Estas corrientes funcionan como “ríos” que unen los océanos,
llevando aguas cálidas desde el Ecuador a zonas polares, para luego
bajar por los abismos oceánicos y volviendo de nuevo a las zonas
cálidas, emergiendo y reiniciando el intercambio.
El estudio de Cesar, Rahmstorf y otros publicado en Nature calcula una
desaceleración del 15 % de la corriente del Atlántico norte en el
último medio siglo, apuntando como responsable al calentamiento
global causado por la quema masiva de combustibles fósiles. Al
derretirse los hielos permanentes del norte (compuestos de agua
dulce), disminuye la salinidad del océano y así evita que el agua
alcance la densidad suficiente para hundirse hasta el fondo del
océano y mover el circuito.
“La Circulación
Atlántica Meridional de Retorno (AMOC) -un sistema de corrientes
oceánicas en el Atlántico Norte- que tiene un gran impacto en el
clima”, dice el estudio.“Sin embargo, su evolución durante la
era industrial es poco conocida debido a la falta de mediciones de
corriente continua. Aquí proporcionamos evidencia de un
debilitamiento del AMOC en aproximadamente 3 ± 1 sverdrups
(alrededor del 15 %) desde mediados del siglo XX”, señalaron Cesar
y Rahmstorf.
“El patrón se
puede explicar por una desaceleración en el AMOC y un menor
transporte de calor hacia el norte, así como un desplazamiento
asociado de la corriente del Golfohacia el norte. El debilitamiento
del AMOC ya puede tener un impacto en el clima en Europa. El clima
frío en el Atlántico subpolar se correlaciona con las altas
temperaturas de verano en Europa, y la ola de calor europea de 2015
se ha relacionado con el récord de "mancha fría" en el
Atlántico ese año”.
Las simulaciones de modelos sugieren además que un debilitamiento del AMOC podría convertirse en la “principal causa de los futuros cambios en la circulación atmosférica del verano de Europa occidental”, así como también podría conducir a un aumento de las tormentas en Europa. “El debilitamiento del AMOC también se ha relacionado con el aumento del nivel del mar por encima de la media en la costa este de los Estados Unidos y en el aumento de la sequía en el Sahel”.
Es probable que
el calentamiento global continúe debilitando aún más el AMOC a
largo plazo, a través de cambios en el ciclo hidrológico, la
pérdida de hielo marino y el derretimiento acelerado de la capa de
hielo de Groenlandia, causando una mayor renovación del Atlántico
norte. Dado que el AMOC es uno de los “elementos de inflexión”
bien documentados del sistema climático, con un umbral definido para
el colapso, es de considerable preocupación que la proximidad del
Atlántico a este umbral aún sea poco conocida.
Por su lado
Srokosz y Bryden en 2015 presentaron en Science los resultados de las
mediciones directas de los flujos del Atlántico norte, que muestran
un zoom sobre la última década, reforzando la conclusión.
La debilitación
de las corrientes llevaría a una mayor polarización del clima y de
los patrones de precipitaciones: en el verano disminuirían las
lluvias en Europa del norte mientras aumentarían en la Europa del
sur, con aumentos de las precipitaciones de nieve y heladas,
resultando en un menor caudal en los ríos de agua potable y una
menor producción de alimentos.
Crisis ecológica
según Marx
En la obra de
Marx podemos encontrar la denuncia de una crisis causada por la menor
disponibilidad de materias primas o alimentos. Este factor económico
de la crisis ecológica es parte de la degradación de las
condiciones de producción, y está ligado a los mismos medios de
subsistencia que sostienen la vida, tanto de la humanidad como la de
su entorno. Para empezar tan solo a imaginar una solución de fondo
al cambio climático se tendrían que reinvertir gran parte o toda la
ganancia de los grandes empresarios relacionados con la energía,
minería, agricultura, industria, transporte, etc. por lo que el
primer paso para una salida de la crisis ecológica está ligado a la
expropiación de los grandes medios de producción.
Solo en el marco
de un gobierno obrero se podrá lograr la reorientación y
reconversión tecnológica de la economía, administrada
democráticamente por sus trabajadores, junto con los consumidores y
usuarios, planificando qué y cómo se produce, planificando el uso
racional de los bienes naturales. Es por esto que los propios
trabajadores, junto a las comunidades afectadas, somos los únicos
interesados y capaces de terminar con este verdadero ecocidio que
representa la voracidad por el crecimiento continuo e infinito de las
ganancias capitalistas y así garantizar la supervivencia tanto de la
humanidad como la de las demás especies.
Andrés Arnone, Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (UBA)
Fuente:
Andrés Arnone, Cambio climático: las corrientes marinas del Atlántico norte disminuyen un 15 %, 06/05/18, La Izquierda Diario.
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