El crecimiento de la población, la explotación de recursos naturales para responder al modelo económico de 'usar y tirar', el cambio climático, la acidificación del mar y la pérdida de biodiversidad, son temas que un año más están presentes en el marco de la celebración del Día de la Tierra, que se celebra el próximo 22 de abril.
El promotor de la
creación de un día de la Tierra fue el senador estadounidense,
Gaylord Nelson, quien en los años setenta del siglo pasado quiso
llamar la atención y concienciar sobre los problemas como la
sobrepoblación, la contaminación y la destrucción de la
biodiversidad.
Presión de la
población mundial
El planeta Tierra soporta actualmente la presión de más de 7.300 millones de personas, según datos de la ONU, de los cuales el 54,3 por ciento vivía en ciudades en 2016 (Banco Mundial), porcentaje que puede llegar al 65 % en 2030, según ONU Habitat.
Esos datos no
hacen más que aumentar la presión del hombre sobre la naturaleza
ante la necesidad de cubrir las demandas de alimentos, energía,
agua, transportes, entre otros muchos aspectos.
Cada año se
producen tres millones de fallecimientos prematuros por la
contaminación del aire, y más del 80 % de ciudades del mundo
superan los límites de calidad del aire establecidos por la
Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Es necesario
cambiar el modelo económico de raíz”, señaló a Efeverde la
responsable de recursos naturales y residuos de Amigos de la Tierra,
Alodia Pérez.
“Vemos que, a
pesar de que cada vez hay más políticas medioambientales y
legislaciones, hay tendencias que hay que cambiar como la de los
plásticos”, aseguró Pérez.
Océanos de
plástico
Aparte de los ocho millones de toneladas de plásticos que llegan a los océanos cada año, señaló la responsable de Amigos de la Tierra, “la industria del plástico es cada vez mayor y se fabrican cada vez más productos de ‘usar y tirar’. Lo preocupante es su uso desmesurado”.
Según un estudio
reciente de esta organización, los costes ambientales ocasionados
por los envases de plástico se estiman en 15.000 millones de euros.
Ante la
preocupante situación en océanos y mares, donde ya existen “islas
de plástico”, el Parlamento Europeo (PE) aprobó esta semana un
paquete de economía circular para luchar contra el consumo de usar y
desechar, y ha elevado del 44 % al 55 % el porcentaje de residuos
municipales (de hogares y empresas) que deben reciclarse a partir de
2025.
El objetivo es
llegar al 60 % en 2030 y hasta el 65 % en 2035.
Pérdida de
biodiversidad
Desde WWF, el director de Conservación, Enrique Segovia, explicó a Efeverde que de “seguir con el ritmo actual de consumo que tenemos, necesitaremos en breve dos planetas”.
Y aseguró que,
como recoge el informe Planeta Vivo de WWF, en los últimos 40 años,
las poblaciones de animales han disminuido en un 58 % en el mundo, a
pesar de que hay algunas especies que se están recuperando como el
lince ibérico en España.
“Necesitamos
frenar la pérdida de biodiversidad y restaurar los ecosistemas”,
sostuvo Segovia, quien manifestó que es necesario “acelerar la
conservación, la regeneración y la restauración de nuestros
ecosistemas”.
Cambio climático
A lo que se podrá llegar si se consigue mantener la subida de la temperatura global por debajo de los dos grados, como recoge el Acuerdo de París, ya que “el cambio climático está teniendo lugar y esto tiene serias consecuencias directas en todo el mundo hoy en día”, señaló a Efeverde el coordinador del programa de Cambio Climático de UICN, Sandeep Sengupta.
A comienzos de
2018 la Organización Meteorológica Mundial (OMM) reveló que en los
últimos tres años fueron los tres más cálidos de los que se
tienen datos, dijo Sengupta y añadió que “esto es una clara señal
de la continuidad a largo plazo del cambio climático”.
“La OMM también
confirmó unos meses antes que la concentraciones promedio mundiales
de dióxido de carbono aumentaron un 0.8 % durante 2016, el mayor
incremento anual jamás observado, alcanzando las 403,3 partes por
millón”.
El cambio
climático “está teniendo lugar y esto tiene serias consecuencias
directas en todo el mundo, en términos de aumento de inundaciones y
sequías, aumento del nivel del mar o acidificación de los océanos,
al igual que a los ecosistemas naturales de la Tierra”, manifestó.
“Un informe de
la UICN muestra, por ejemplo, que 1 de cada 4 sitios del Patrimonio
Mundial natural están actualmente amenazados por el cambio
climático” y que el cambio climático “está afectando a más
del 80 % de los procesos ecológicos del planeta”.
“Nos
encontramos en fecha límites para que los países comiencen a
implementar el Acuerdo de París”, señaló Sengupta, quien aseguró
que, “si bien los compromisos expresados por los países hasta la
fecha son bienvenidos, no son suficientes para alcanzar el objetivo
de aumento de temperatura de 2 / 1,5 grados acordado en el Acuerdode
París”.
Ha insistido que
“se necesita hacer más” y habrá que “implementar todas las
herramientas posibles para cumplir nuestros objetivos”.
Soluciones
naturales
Pero “las soluciones basadas en la naturaleza, como la conservación y restauración de los bosques, pueden desempeñar un papel fundamental en la mitigación y la adaptación. Por ejemplo, se ha estimado que las soluciones que aporta la naturaleza pueden proporcionar más del 30 % de la mitigación requerida entre ahora y 2030 para permanecer dentro del objetivo de temperatura de los 2 grados”.
Además, “las
inversiones en infraestructura verde (humedales, manglares,
estuarios) pueden ayudar a construir resiliencia y proteger a las
comunidades locales de los desastres relacionados con el clima”.
Pero “estos no
pueden sustituir la necesidad de acciones ambiciosas y tempranas de
mitigación en otros sectores, especialmente en la reducción del uso
de combustibles fósiles. Si bien la naturaleza puede jugar su parte,
los humanos también debemos hacer la nuestra”, ha aseverado.
La “cenicienta”
de la naturaleza
La profesora del departamento de Geología y Geoquímica de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), María José Marqués Pérez, señaló a Efeverde que “al contrario de lo que sucede con el aire y el agua, que son objeto de protección por parte de las leyes, el suelo no ha sido debidamente considerado en las políticas medioambientales”.
El suelo es la
“cenicienta” de la naturaleza, manifestó, y añadió que “a
pesar de los intentos de la Unión Europea de elaboración de una
directiva para la tierra, en 2014 se retiró el último texto
presentado”.
“Poner reglas
al suelo es bastante difícil por el hecho de que el suelo no es como
el aire o el agua que es de todos, el suelo es propiedad de los
estados, las instituciones o las personas que se ven con derecho a
manejar el suelo según sus necesidades”, ha asegurado la experta.
Ha insistido en
que actualmente existen problemas graves como” la erosión, la
escasez de materia orgánica, la agricultura intensiva, la
utilización excesiva de químicos, y la pérdida de agua en el campo
por los regadíos, así como la apropiación de semillas por grandes
multinacionales”.
María José
Marqués está convencida que solo con educación sobre la
sostenibilidad, racionalidad y concienciación se logrará revertir
el deterioro acelerado que sufre el suelo actualmente.
Ciudades más
sostenibles
El suelo, tan ausente de la ciudades por el acelerado urbanismo, de ahí que este año la propuesta de la ONU en el Día de los Bosques, el pasado 21 de marzo, ha sido transformar las ciudades en zonas verdes, sostenibles, saludables y acogedoras, donde los árboles y la vegetación sirvan acercar la naturaleza a las urbes y reducir la contaminación y el efecto de las temperaturas, así como almacenar carbono.
Fuentes:
La acción del hombre, causa principal de los desastres presentes y futuros de la Tierra, 21/04/18, EFEverde. Consultado 22/04/18.
La obra de arte que acompaña esta entrega es "Chimeneas en Bilbao", de Noel y Escasany, un cuadro incorporado a los mosaicos del Subterráneo de Buenos Aires, estación Moreno de la Línea C.
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