La expansión
humana está reduciendo el tamaño medio de los mamíferos a la
décima parte.
por Miguel Ángel
Criado
Allí donde han
llegado los humanos, la vida salvaje se ha resentido. La mayoría de
las especies, salvo las oportunistas, han mermado y muchas de ellas,
en particular las potenciales rivales por los recursos, fueron
llevadas a la extinción. Ahora un estudio muestra que la expansión
humana por el planeta ha ido en paralelo a una reducción del tamaño
de los mamíferos que han sobrevivido a su llegada. Y el fenómeno no
es del siglo pasado, lleva pasando desde que los primeros humanos
salieron de África.
Diversos estudios
han mostrado que la biodiversidad está en retirada en todas partes.
La tasa de extinción de especies de los últimos siglos es hasta 100 veces mayor que la tasa natural. Las causas son múltiples, aunque la
mayoría llevan la marca humana: conversión de espacios naturales en
campos de cultivo, urbanización, caza, deterioro del hábitat,
cambio climático... Pero el riesgo de desaparecer no es el mismo
para todos los animales.
"Cuánto más
grande, mayor probabilidad de extinción", dice la bióloga
Felisa Smith, de la Universidad de Nuevo México (Estados Unidos). En las
extinciones masivas del pasado no se produjo este sesgo por masa
corporal, ni siquiera en la extinción del Cretácico-Paleógeno, la
de los dinosaurios, de hace 65 millones de años, que dio paso al
reinado de los mamíferos. "Aquel evento llevó a la extinción
a la mayoría de los organismos de más de 10 kilogramos, pero el
riesgo de extinción no aumentó en función del tamaño corporal",
añade. ¿Qué variable no existía en las cinco masivas extinciones
anteriores? La presencia humana.
Junto a un grupo
de colegas de varias universidades de Estados Unidos, Smith ha recopilado
datos, la mayoría obtenidos del registro fósil, sobre la masa
corporal, la distribución geográfica y el tipo de alimentación de
3.300 especies de mamíferos, muchas de ellas ya extinguidas. Su
trabajo, publicado en la revista Science, muestra que, desde finales
del periodo Cuaternario (hace unos 125.000 años), los fósiles cada
vez eran más pequeños. Lo más llamativo de este empequeñecimiento
de la vida es que no se había producido antes en toda la era
cenozoica, que incluye al Cuaternario, es decir, desde la extinción
de los dinosaurios.
Al analizar los
datos por continentes, el estudio muestra la coincidencia temporal
entre la expansión humana, primero en África y después fuera de
ella, y la jibarización de las especies. Aunque la datación del
inicio del gran viaje desde el continente africano aún no está
clara, los científicos están más o menos de acuerdo en los rangos
temporales: entre hace 80.000 y hace 60.000 años, los Homo sapiens
ya habitaban tanto África como Eurasia. En torno a hace 50.000 años
llegaron a Australia y, mucho después, hace menos de 20.000 años,
lo hicieron a las Américas.
El estudio
muestra que siempre después de la llegada de los humanos, nunca
antes, las especies más grandes fueron las que más se extinguieron.
El fenómeno de la extinción de la megafauna de finales del Pleistoceno (mamut lanudo, tigre dientes de sable...) es el más
estudiado. Pero no es el único y la tendencia siempre ha ido en la
misma dirección: las especies supervivientes a la llegada de los
humanos son más pequeñas que las que había antes.
"En términos
globales, el tamaño corporal medio hace 125.000 años era de 69
kilogramos y el máximo [las especies más grandes, como los mamuts]
en torno a las 10,8 toneladas. Hoy, la media es de 16 kg y el máximo
[elefantes] de 3.900 kg. En el futuro, bajarán hasta los 6,9 kg y un
máximo de 900 kg", estima Smith. En ese futuro, la
investigadora estadounidense considera muy improbable la
supervivencia de los grandes mamíferos que aún quedan en África y
otras regiones.
"Igual no se
extinguen, quedarán algunos reductos, dos poblaciones de elefantes
allá o dos de leones, pero con nulo papel ecológico", dice el
investigador Gerardo Ceballos, del Instituto de Ecología de la
Universidad Nacional Autónoma de México. No relacionado con este
estudio, Ceballos lleva años investigando, aportando datos y
alertando de la sexta extinción masiva que está en proceso. "Este
trabajo muestra que, ya desde el inicio de su expansión, los humanos
empezaron a tener un gran impacto", comenta.
Pero Ceballos
cree que ahora se está en una nueva fase. "La extinción era
antes de los grandes mamíferos y desde hace un tiempo ha dejado de
ser selectiva, afectando no solo a los mamíferos de todos los
tamaños, sino también a peces, aves, anfibios...". En lo que
coincide con los autores del trabajo es que, de no detener esta
"aniquilación de la vida salvaje", la mayoría de los
animales serán domésticos o de granja y los más grandes serán las
vacas.
Fuente:
Miguel Ángel Criado, El animal terrestre más grande que quedará será la vaca, 19/04/18, El País.
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