El anuncio del
Gobierno chileno de no construir nuevas plantas de carbón y el cese
gradual de las existentes, abre el camino de la transición
energética en el país, con las energías renovables como
protagonistas.
por Judit Alonso
Con cerca de un
40 por ciento, el carbón constituye la principal fuente de
generación eléctrica de Chile, según datos del Ministerio de Medio
Ambiente. No obstante, el Gobierno y las empresas de la Asociación
de Generadoras de Chile, AES Gener, Colbún, Enel y Engie, anunciaron
que no se construirán nuevas plantas de carbón “que no cuenten
con sistemas de captura y almacenamiento de carbono u otras
tecnologías equivalentes”.
Esta decisión,
que se enmarca en el programa Política Energética 2050, incluye la
creación de un grupo de trabajo, coordinado por el Ministerio de
Energía, para determinar las condiciones y un calendario de un cese
programado y gradual de las centrales a carbón que no cuenten con
dichos sistemas de captura y almacenamiento de carbono.
Este anuncio
coincidió con la publicación de un estudio elaborado por PSR-Moray
que prevé que la generación térmica se reduciría al 25 % en 2030,
mientras que el 75 % restante provendría de energías renovables.
Así, mientras que las fuentes solares fotovoltaicas (que con una
representación del 30 %, se convierten en predominantes) y eólicas,
sumarían 42 %, el 29 % llegaría del aporte hídrico. En el 4 %
restante se incluirían la biomasa, geotermia y la energía obtenida
con el sistema de concentrador solar de potencia (CSP).
En busca de un
futuro más sostenible
Para Christian
Hübner, Director Regional del Programa de Eficiencia Energética y
Cambio Climático de América Latina de la Konrad-Adenauer-Stiftung
(KAS), “América Latina tiene excelentes condiciones geográficas y
climáticas para las energías renovables, además de experiencia en
su uso a través de la energía hidroeléctrica y de biomasa”. Por
este motivo, celebró el anuncio del Gobierno chileno y su apuesta
por las energías renovables. “Da un paso importante hacia su
independencia energética y puede liderar la transición energética
en la región”, agregó.
En este sentido,
Eduardo Bitrán, vicepresidente de Corfo (Corporación de Fomento de
la Producción) destacó “las extraordinarias ventajas de Chile”,
que permiten “desarrollar estas energías sin necesidad de
subsidios y con mayor rapidez que las energías tradicionales”. “La
singularidad de poseer en el desierto de Atacama la mejor radiación
solar del mundo (un 60 % de radiación UVB más que en el sur de
Europa),en el mayor distrito minero metálico y no metálico, genera
oportunidades que solo se podrán aprovechar si las empresas innovan
en sus procesos productivos incorporando hidrógeno solar y
combustibles sintéticos a las operaciones mineras, por ejemplo”,
destacó.
Superando
obstáculos
El aumento de la
a capacidad instalada y de almacenamiento de energía eólica y solar
con sistemas inteligentes de gestión y la creación de redes para su
transmisión son algunos de los retos que deben superar las energías
renovables en este país latinoamericano, apuntó Hübner, recordando
que “Alemania tiene casi los mismos desafíos”. No obstante, a
pesar de poseer unas condiciones climáticas menos favorables en
comparación con el país latinoamericano, cuenta con una gran
inversión en investigación y desarrollo de los sectores público y
privado.
Para Bitrán,
“Chile es un buen ejemplo de un sistema eléctrico con inversión
privada, con un Estado de derecho sólido y un sistema regulatorio
transparente y predecible”. Asimismo, destacó la innovación
tecnológica que está promoviendo el Gobierno chileno teniendo en
cuenta las especificidades locales y recordó el lanzamiento de la
iniciativa 'Solar Minera' en la COP23, celebrada el pasado mes de
noviembre en Bonn (Alemania). El proyecto, dirigido a suministrar
energía eléctrica renovable a la minería, pretende “abastecer un
millón de toneladas de cobre verde al 2030 para el mercado de la
electro movilidad”, subrayó.
Ganando la
batalla de los dominantes combustibles fósiles
A pesar del
incremento que experimentarán las energías renovables en los
próximos años, el informe de PSR-Moray mantiene al gas y al carbón
en el sistema energético chileno de 2030. “Durante el proceso de
transición del sistema de energía, puede ser necesaria una cierta
cantidad de generación de fósiles flexibles para cubrir los tiempos
con baja generación de energía renovable”, explicó Sylvie Ludig,
investigadora del Instituto de Ecología Aplicada de Berlín,
refiriéndose a la imposibilidad de generar energía solar durante la
noche y la falta de persistencia del viento.
No obstante, hay
razones para el optimismo en la batalla contra los combustibles
fósiles que dominan la matriz energética de la región
latinoamericana. Ludig, cuya investigación se centra en el futuro
del sistema energético alemán, aseguró que “con cantidades
suficientes de generación hidroeléctrica y tecnologías de
almacenamiento, la cantidad de tecnologías de generación de fósiles
puede reducirse significativamente hasta cerca del 0 %”.
Fuente:
Judit Alonso, Chile apuesta por las renovables en la descarbonización de su energía, 19/02/18, Deutsche Welle.
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