Río Negro. Desde el arco opositor político y desde los ambientalistas surgieron las críticas a la postura de Nación que irá a la Justicia para lograr el permiso. Movimientos como el MAR se juntaron en la catedral de Viedma y acordaron retomar acciones todos los jueves. Febrero será el mes clave las acciones.
por Adrián Pecollo
Actores
ambientalistas y la oposición política reaccionaron rápidamente
ante la insistencia del gobierno nacional para la instalación de una
central Nuclear en Río Negro, previendo -inicialmente- lograr la
neutralización de la ley de prohibición, promulgada en septiembre
pasado.
La senadora
Magdalena Odarda, los legisladores peronistas Nicolás Rochás y
Mario Sabbatella, como también agrupaciones ambientalistas
rechazaron la postura del presidente Mauricio Macri que ratificó su
“interés” por lograr ese asentamiento en el territorio
rionegrino, puntualmente, en Sierra Grande.
Así, se lo
reiteró el miércoles al gobernador Alberto Weretilneck cuando lo
recibió en Villa La Angostura y, dos días después, lo repitió
frente a sus diputados Sergio Wisky y Lorena Matzen.
Nación
-conjuntamente con sus referentes en la provincia- y el intendente
serrano, Nelson Iribarren estudian las opciones judiciales para
neutralizar la prohibición planteada por la ley 5227, promulgada en
septiembre pasado.
Ayer, el jefe
comunal ratificó que un equipo jurídico trabaja contra reloj para
la presentación a “fines de enero o principio de febrero” en la
Justicia.
Mientras tanto,
movimientos ambientalistas -como el MAR- se juntaron en la Catedral
de Viedma y retomaron actividades frente a las acciones que reavivan
el debate de la central nuclear. Ya se fijaron diferentes labores,
incluso se cumplió el sábado una importante movida al arribo de la
Regata, en la Costanera de Viedma.
Justamente este
grupo es el que más fuerza hizo por que se frene la instalación de
la central, con acciones muy intensas como cuando llegó la
delegación china a la provincia a explorar posibles asentamientos.
En un comunicado,
Odarda calificó el hecho como “intromisión de la Nación a la
autonomía provincial, y un desconocimiento de la ley vigente en Río
Negro”. Afirmó que la planta nuclear “no tiene licencia social”,
planteando que “el 75% de Sierra Grande optó por abstenerse de
votar en la cuestionada consulta. Insistir -agregó- es desconocer la
voluntad de gran parte de la población de la extensa zona costera,
pero también en el resto del territorio que mira con repudio esta
decisión”. Recordó de la existencia de “un gran número de
áreas marinas protegidas” en “toda la costa atlántica
rionegrina y que los municipios de Sierra Grande, Viedma y San
Antonio Oeste “son municipios declarados no nucleares”.
El fin de semana
se había expresado el legislador Mario Sabbatella, quien indicó que
“al margen de las connotaciones positivas o negativas de la energía
nuclear, la Legislatura ya se expresó al respecto, ahora vemos
claramente cómo se avasalla la autonomía provincial, vemos la
sumisión del gobernador al extremo de no defender una ley cuyo
proyecto él mismo propuso hace 3 meses”.
“Es una intromisión de la Nación a la autonomía provincial, y un desconocimiento de la ley vigente en Río Negro”
Magdalena Odarda, senadora nacional Río Negro
A fines de enero
o principio de febrero podrían presentarse las primeras acciones en
la justicia para conseguir aval a la construcción de la central
nuclear.
Fuente:
Adrián Pecollo, Crece el rechazo al nuevo intento de instalar la central nuclear, 16/01/18, Río Negro.
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