por Brad Plumer y
Nadja Popovich
El clima extremo
dejó su marca por todo el planeta en 2016, el año más caliente del
que se tenga registro. El récord de calor horneó Asia y el Ártico.
Las sequías azotaron Brasil y el sur de África. La Gran Barrera de
Coral sufrió el peor blanqueamiento que se recuerde, lo cual provocó
la muerte de una gran franja de coral.
En la actualidad,
los climatólogos están comenzando a entender cuáles de las
calamidades del año pasado se pueden o no se pueden relacionar con
el calentamiento global.
En una nueva
serie de trabajos que se publicaron recientemente en Bulletin of the
American Meteorological Society, investigadores de todo el mundo
analizaron veintisiete eventos climáticos extremos de 2016 y
encontraron que el cambio climático que ha provocado el hombre era
un “motor significativo” en veintiuno de ellos. El esfuerzo es
parte del creciente campo de la atribución del cambio climático, el
cual explora las conexiones que hay entre el calentamiento y los
eventos del clima que ya han tenido lugar.
Para juzgar si el
calentamiento global aumentó la probabilidad de que ocurriera un
evento climático extremo, los científicos suelen comparar datos del
mundo real -de momentos en los que el aumento de los gases de efecto
invernadero calentó el planeta durante el siglo pasado- con un mundo
contrafactual modelado en el que no hay esas emisiones crecientes.
Esta técnica ha ganado una aceptación generalizada entre los
climatólogos en la última década.
A continuación,
presentamos cinco eventos climáticos de 2016 que los científicos
atribuyen principalmente al calentamiento global:
1. Temperaturas
récord en todo el mundo
El año pasado,
la Tierra alcanzó las temperaturas más altas de las que se haya
tenido registro, al romper las marcas de 2015 y 2014. Aunque esto
refleja en parte la influencia de El Niño, un evento cíclico que
ocurre en el océano Pacífico y puede elevar las temperaturas de la
superficie terrestre, un nuevo estudio que encabezó Thomas R.
Knutson de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica
(NOAA, por su sigla en inglés) concluyó que el calentamiento récord
a nivel mundial “solo era posible a causa del calentamiento
sustancial que provocó el hombre durante un siglo”.
Otros dos
estudios también concluyeron que las temperaturas inusualmente
elevadas en Asia y el Ártico en 2016 “no habrían sido posibles
sin el cambio climático que causó el hombre”. Este tipo de
aseveraciones son particulares: lo que suele suceder es que los
científicos solo llegan a decir que el calentamiento global propició
la ocurrencia de un evento climático extremo. En estos casos, fueron
más allá al encontrar que este calor extremo no habría podido
pasar en un mundo sin emisiones en aumento.
2. El
blanqueamiento de la Gran Barrera de Coral
En los últimos
dos años, el calentamiento inusual de las aguas en el Pacífico ha
provocado que se blanquee la Gran Barrera de Coral, un fenómeno en
el que el coral expulsa algas vitales de su tejido y toma un
espectral aspecto blanco. Si persisten las temperaturas calientes del
agua, muchos corales se pueden extinguir, lo cual tendría terribles
consecuencias para los ecosistemas marinos que dependen de ellos.
En este caso, los
científicos fueron más mesurados al no culpar totalmente al
calentamiento global, en parte porque el impacto de El Niño fue
difícil de esclarecer: un estudio que encabezó Sophie C. Lewis de
la Universidad Nacional Australiana concluyó que las emisiones de
gases de efecto invernadero que producen los humanos “probablemente
hayan aumentado el riesgo del blanqueamiento extremo en la Gran
Barrera de Coral” debido a la exposición al incremento térmico en
el océano. El estudio también advirtió que era probable que
aumentaran los riesgos en el futuro.
3. Sequía en
África
En los primeros
meses de 2016, sequías intensas y olas de calor azotaron la mayor
parte del sur de África y ocasionaron una escasez de comida y agua a
nivel local que afectó a millones de personas.
A pesar de que
este tipo de “sequías súbitas” se suelen asociar a El Niño,
los científicos ahora aseguran que el cambio climático también
tiene un papel importante. Un estudio que encabezó Xing Yuan de la
Academia China de Ciencias encontró que las sequías súbitas se
habían triplicado en la región durante los últimos sesenta años y
que el cambio climático había sido “el principal responsable”
de la tendencia.
Sin embargo, no
se puede culpar al cambio climático de todas las sequías recientes.
En un estudio diferente, los investigadores analizaron una sequía de
cinco años en el noreste de Brasil, pero “no pudieron hallar
suficiente evidencia de que el cambio climático provocado por los
humanos incrementara el riesgo de sequías”.
4. Incendios
forestales en América del Norte
En 2016, los
incendios forestales quemaron cerca de 3,6 millones de hectáreas al
oeste de Canadá y Estados Unidos, incluido un incendio que fue
particularmente destructivo en Alberta, el cual generó evacuaciones
masivas y destruyó 2400 hogares. En este caso, lo más probable es
que el cambio climático haya tenido un papel secundario.
Investigadores de
la Universidad de Edimburgo encontraron que el calentamiento global
había provocado que la probabilidad de “un déficit extremo de la
presión del vapor” aumentara cinco veces durante los meses de
verano en la región: una medición de los cambios en la humedad
atmosférica que se asocia a la sequía de la vegetación y al riesgo
de incendios forestales. No obstante, este hallazgo llegó con una
advertencia: el aumento del riesgo de incendios que está relacionado
con el cambio climático no corresponde al mes de mayo, cuando se
desató el incendio de Alberta.
5. La “mancha”
cálida en el océano Pacífico
En los últimos
años, ha aparecido una gran masa de agua caliente inusual en las
costas de Alaska, a la cual se le conoce popularmente como “la
mancha”. Estas aguas cálidas han permitido que prolifere un alga
tóxica en toda la región, la cual ha provocado la muerte de miles
de aves marinas y ha forzado el cierre de pescaderías locales.
Un nuevo estudio
que encabezó John E. Walsh de la Universidad de Alaska mencionó que
la mancha “no tenía precedentes” y argumentó que “no se podía
explicar salvo por el calentamiento climático antropogénico”,
aunque los factores naturales como El Niño y la variabilidad
atmosférica también tuvieron un papel importante. El estudio
también concluyó que era probable que se presentaran más de ese
tipo de manchas si aumenta el calentamiento, lo cual “tendrá como
resultado un cambio profundo en la gente, los sistemas y las
especies”.
Sin embargo, la
atribución climática sigue siendo compleja
La atribución
climática es más sencilla en algunos eventos climáticos que en
otros. Lo más fácil es relacionar las temperaturas récord con el
cambio climático. No obstante, puede ser más difícil ligar las
sequías con tendencias de calentamiento puesto que reciben la
influencia de una interacción compleja de temperatura, precipitación
y humedad del suelo. En el caso de los huracanes es aún más
complicado debido a que suceden pocas veces.
Con todo, en
general, la ciencia de la atribución ha mejorado de forma
significativa desde que hace seis años Bulletin of the American
Meteorological Society comenzó a publicar sus investigaciones
anuales sobre eventos climáticos extremos, mencionó Heidi Cullen,
directora científica de Climate Central, una organización noticiosa
que se enfoca en climatología.
“En 2011, la
gente seguía pensando que no se podía atribuir cualquier evento
individual al cambio climático”, señaló Cullen. “Pero con cada
suceso subsecuente, la gente puede asegurar que el cambio climático
en realidad está aumentando el riesgo” de ciertos eventos
extremos.
Sin embargo, lo
importante es que la revista no pretende demostrar de forma explícita
la relación entre los eventos climáticos extremos específicos y el
calentamiento global. En cambio, los editores aceptan las propuestas
para investigar ciertos eventos climáticos antes de que se conozcan
los resultados, con el fin de minimizar las preferencias editoriales.
En algunos casos,
los científicos descartaron o no pudieron encontrar que el cambio
climático tuviera un papel significativo, con el argumento correcto
de que un evento climático extremo determinado podría haber
ocurrido en un mundo sin calentamiento global. Así ocurrió en el
caso de la sequía brutal de Brasil, la cual tuvo una enorme
influencia de El Niño y de una inmensa tormenta de nieve en la mitad
del Atlántico por Estados Unidos.
“Hubo unos
pocos eventos el año pasado con una magnitud de modo que se
determinó que no habrían podido ocurrir en el clima de hace unos
cientos de años atrás”, comentó Martin P. Hoerling, un
meteorólogo de la NOAA que editó la recopilación. Sin embargo,
agregó que “no se puede demostrar que todo es más grave debido al
cambio climático”.
En el futuro, los
científicos esperan refinar y estandarizar sus métodos de
atribución, para que las comunidades afectadas por tormentas,
incendios forestales u otros eventos extremos puedan aprender mucho
más rápido cómo ese evento pudo estar influenciado por el
calentamiento global y tomar acciones para adaptarse.
Fuente:
Brad Plumer, Nadja Popovich, Cómo el calentamiento global influyó en cinco fenómenos climáticos extremos, 22/12/17, The New York Times. Consultado 28/12/17.
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