La cumbre sobre
cambio climático de la ONU (COP23) dedicó la segunda jornada de
este evento a los pueblos indígenas. DW dialogó con representantes
de varias de las organizaciones participantes.
por Judit Alonso
Según datos de
Naciones Unidas hay más de 370 millones de indígenas en el mundo.
Con cerca de 5.000 pueblos distintos y 4.000 lenguas, suelen ser una
de las comunidades más marginadas. En la cumbre sobre cambio
climático (COP23) que empezó el lunes (06.11) y durará hasta el
próximo 17 de noviembre en Bonn (Alemania), se dedicó una jornada
específica a este colectivo con diversas actividades.
En 2008 se fundó
el Foro Internacional de Pueblos Indígenas sobre cambio climático
(IIPFCC, por sus siglas en inglés) para facilitar la participación
de este actor clave. Su objetivo darle es influir en los tomadores de
decisiones que a menudo no tienen en cuenta sus perspectivas sobre el
desarrollo y el medio ambiente.
Los pueblos
indígenas son vulnerables a los impactos del cambio climático que
sufren sus territorios como desplazamientos forzados a causa de la
deforestación, el aumento del nivel del mar, escasez de recursos o
la construcción de infraestructura. Por este motivo, el conocimiento
tradicional de los pueblos indígenas juega un papel importante en la
mitigación y adaptación al cambio climático.
Las actividades
contaron con la contribución de organizaciones, representantes y
líderes indígenas latinoamericanos que dieron a conocer sus
principales aportes.
‘Cuencas
Sagradas’: no hay bosques sin ríos
Robert Guimaraes
es representante del pueblo ‘shipido’ en Ukayali (Perú) cuyo
territorio está amenazado por un proyecto de hidrovía amazónica.
Teniendo en
cuenta la defensa del territorio indígena con un enfoque integral,
este pueblo indígena propone crear ‘Cuencas Sagradas’ para
lograr una “protección efectiva” y que “el estado peruano
reconozca la intangibilidad de los ríos, de los bosques y de las
cuencas”. Es que, continúa, en estas últimas es donde “muchas
veces se desarrolla la espiritualidad del pueblo indígena".
De este modo,
también buscan mostrar “nuestra concepción cultural de pueblo”,
así como compartir dicha visión “para que las sociedades
industrializadas lo tengan en cuenta al momento de la intervención
económica", dijo.
Por este motivo,
aseguró que le exigirán al Estaado peruano “que respete nuestra
espiritualidad y nuestra concepción desde el reconocimiento al
derecho ancestral”.
RIA: alternativa
indígena a REDD+
A pesar de que el
mecanismo de compensación de emisiones de gases de efecto
invernadero (REDD, por sus siglas en inglés) se estableció hace más
de una década como herramienta para combatir el cambio climático,
los pueblos indígenas han desarrollado una propuesta alternativa.
Con RIA (REDD Indígena Amazónico), los pueblos indígenas quieren
aportar estrategias en la lucha contra el cambio climático y “hacer
manera holística el control de nuestros territorios”, explicó
Julio Cesar López, representante legal de la organización nacional
de Pueblos indígenas de la Amazonia colombiana OPIAC.
De esta manera,
se aúnan los conocimientos del colectivo construidos desde y con las
comunidades y “las herramientas del conocimiento occidental para
poder, de manera conjunta, mitigar el cambio climático”.
A pesar de que
esta iniciativa cuenta con dificultades como la seguridad jurídica
de los territorios y la financiación de los proyectos de las
comunidades, existen tres proyectos pilotos. Las inciativas cuentan
con el apoyo económico del Ministerio de Medio Ambiente del gobierno
alemán y se están desarrollando en Colombia, Perú y Ecuador.
Selva Viviente:
desarrollo con cosmovisión
Con el 40 por
ciento de territorio, de 135.000 hectáreas, afectado por una
explotación petrolera, el pueblo kichwa Sarayaku (Ecuador) ve como
“a pesar tener una sentencia ganada con el dictamen de la Corte
Interamericana, las negociaciones siguen en pie”, apuntó Miriam
Cisneros, Presidenta del pueblo indígena. Así criticó que se haya
llevado a cabo una reunión en Estados Unidos, sin que se hubiera
consultado a los afectados. ·Hay planes para iniicar allí una
explotación petrolera a partir de enero de 2018. Según Cisneros, se
trata de “una violación en contra de los derechos de nuestro
territorio”.
Con el objetivo
de “conservar y proteger y hacer ver a la humanidad que el petróleo
no es solo el desarrollo, que también hay otras formas alternativas
de dar desarrollo a los pueblos indígenas”, se ha elaborado la
propuesta de ‘Selva Viviente’. Esta iniciativa pretende que la
zona se reconozca como área protegida a la vez que pone en valor la
cosmovisión del pueblo indígena.
Conocimiento
ancestral: educación generacional
El traspaso de
conocimientos ancestral es uno de los principales aportes de los
pueblos indígenas que permite que los métodos tradicionales para
combatir el cambio climático se mantengan y sigan vivos. “Nuestro
pueblo indígena tiene un conocimiento milenario que se traspasa de
generación en generación”, destacó Benki Piyako del pueblo
indígena brasileño Ashaninka y vicepresidente de la organización
Apiwtxa.
“El manejo de
los bosques y la biodiversidad es toda nuestra vida” aseguró el
brasileño. “Cuidamos la naturaleza de una manera consciente”,
consideró recordando que ésta “es una madre para nosotros y nos
ofrece todos los conocimientos, todas las medicinas, aguas y animales
para nuestra supervivencia”.
Fuente:
Judit Alonso, La COP23 honra el conocimiento ancestral de los pueblos indígenas, 08/11/17, Deutsche Welle. Consultado 10/11/17.
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