Malas, muy malas, con
color desagradable, repulsiva al gusto y al olfato, con altos valores
de turbiedad y sólidos en suspensión. Hace unos 5 años que esta
localidad turística sufre cada verano una crisis en el servicio de
agua de red.
Un grupo de
personas se reunieron para hablar sobre la problemática del agua,
este lunes 20 de noviembre de 2017 en la plaza del Monolito. Se trató
de un pequeño gesto, tan solo 16 personas, que quizás no salga en
los titulares de mañana.
Toda crónica
sobre el agua de Embalse debería enumerar las causas de la problemática, contar que las autoridades mienten sobre la calidad del agua, y analizar por qué hay enormes carteles con
anuncios de plantas potabilizadoras, con presupuestos millonarios,
y de las canillas sigue saliendo el agua sucia.
Para no recorrer
un camino tan trillado, te propongo que le preguntes a tus amigos y
conocidos qué es el agua. Recibirás una gran variedad de
respuestas: muchos te dirán que es un elemento esencial para beber y
cocinar, otros que es necesaria para la higiene personal o para regar
los cultivos, un químico te explicará que está compuesta por 2
átomos hidrógeno y 1 de oxígeno, otro se lamentará por lo costoso
que le resulta comprar agua en bidones. El agua tiene infinitos
significados para el ser humano, es la sustancia más estudiada y
la menos entendida, también la menos cuidada.
Por el agua nació
la vida en la tierra y por ella la salud se conserva, es alimento y medicina. El
agua conecta a todos los seres vivos de este mundo e iguala a los pobres con los ricos. Su
falta hace que los frágiles estén todavía más desprotegidos. En
Embalse hay ciudadanos de primera que pueden comprar agua de primera, y
ciudadanos de segunda que toman el agua que sale de la canilla.
El agua está
presente en todos los momentos de nuestra vida, en el bautismo de los
creyentes, en la curación de los enfermos, está en las nubes, en la
lluvia y en las lágrimas, en los momentos de felicidad y de
tristeza. Borges escribió: “Agua, te lo suplico, por este
soñoliento/ Enlace de numéricas palabras que te digo,/ Acuérdate
de Borges, tu nadador, tu amigo,/ No faltes a mis labios en el
postrer momento”.
El agua es
pasado, presente y futuro, tus hijos son casi todo agua, y lo que le
pase al agua tarde o temprano le va a pasar a ellos también. Según la
Organización de la Naciones Unidas, al menos 1 millón 800 mil
menores de 5 años mueren cada año por males vinculados al agua
sucia. La cuarta parte de la población mundial no tiene acceso al
agua potable, no es un problema de carencia, sino de mala gestión.
Embalse se
desarrolló a la vera de la principal reserva de agua dulce de la
provincia de Córdoba. Teniendo tanta agua y ni una gota para tomar,
necesitamos comenzar con una sencilla meditación sobre el agua. De
ahí la importancia de reunirse para hablar del agua, aunque no salga
en los titulares de mañana.
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