Aunque estemos a
décadas de que todos los coches sean eléctricos, los fabricantes de
automóviles están ocupados mostrando sus modelos ecológicos. La
pregunta es: ¿cuán limpios son desde un punto de vista ético?
Los coches
eléctricos están en el punto de mira. Muchos consumidores creen que
después del escándalo de emisiones contaminantes de automóviles,
es sólo cuestión de tiempo que los vehículos ecológicos y limpios
se conviertan en la norma y que la culpabilidad por conducir sea
finalmente cosa del pasado. Sin embargo, la utilización del cobalto
para este fin plantea varias cuestiones éticas. El mineral se
utiliza como componente de baterías de iones de litio, que alimentan
coches eléctricos, teléfonos inteligentes y ordenadores portátiles.
Más de la mitad
del cobalto que se consume globalmente proviene de uno de los países
más pobres del mundo, la República Democrática del Congo (RDC),
donde la corrupción y el trabajo infantil están a la orden del día.
"Las
condiciones de trabajo son espantosas, no hay equipos de seguridad y
las personas corren el riesgo de ser enterradas vivas en minas
excavadas a mano”, critica en entrevista con DW Matt Dummett,
investigador de Amnistía Internacional. "He visto a niños de
tan sólo siete años trabajando en la superficie. Recogen piedras y
están expuestos a mucha brutalidad y presión durante largos días
de calor”, señala.
En los últimos
años, las campañas sobre derechos humanos y los reportajes de los
medios de comunicación han tratado de arrojar luz sobre el opaco
comercio del cobalto. Especialmente en las denominadas minas
artesanales, donde tan sólo con la ayuda de herramientas manuales
básicas, algunos hombres cavan un túnel profundo en la tierra,
mientras que otros -incluidos mujeres y niños- transportan
bolsas pesadas de rocas de las que posteriormente se extrae el
cobalto.
El Banco Mundial
estima que dos tercios de los congoleños viven con menos de 1,60
euros al día y Amnistía Internacional afirma que debido al hambre y
al desempleo a menudo la población local se ve obligada a buscar
minerales valiosos.
Demanda creciente
No hay escasez de
compradores. Para 2025 se espera que fabricantes de automóviles como
VW y Daimler hayan vendido un cuarto de todos los vehículos
eléctricos. Sin embargo, este movimiento hacia un futuro más
limpio, con la competencia de empresas como Tesla, está aumentando
la demanda de materias primas.
Volkswagen lanzó
recientemente una convocatoria de licitación para asegurarse el
suministro de cobalto durante los próximos cinco años. BMW y Tesla
ya habían realizado acciones similares. Se prevé que la demanda
total del mineral se multiplique por once en 2025. Esto inflará aún
más los precios, que ya subieron drásticamente durante el año
pasado. También centrará la atención en las prácticas mineras.
"El cobalto
ya no es un mineral oscuro. Hoy en día es posible seguir el rastro
de los documentos”, aclara Dummett. "En estos días, las
compañías no tienen excusa”.
A su favor,
algunas empresas occidentales se han sumado a las iniciativas
intersectoriales encaminadas a la adopción de directrices de buenas
prácticas, incluida la "Iniciativa Cobalto Responsable”. A
pesar de todo, los activistas de derechos humanos no bajan la
guardia. "Esto podría ser muy bueno”, continúa diciendo
Dummett, o, "tal vez las empresas piensan que están fuera de
peligro al apoyar estas iniciativas”.
El mes pasado, el
grupo BMW dijo que estaba trabajando para hacer más transparente su
cadena de suministro de cobalto haciendo pública la información
relacionada con sus fuentes y fundiciones. Kai Zöbelein, portavoz de
sostenibilidad, afirma a DW que BMW cumple con las estrictas normas.
"Durante cinco años hemos estado continuamente analizando y
rastreando nuestra cadena de suministro”, añade.
"Las
fundiciones con las que trabajamos utilizan cobalto de la RDC, pero
sólo de minas a gran escala”, aclara, distanciando al gigante
automovilístico de la producción artesanal a pequeña escala no
regulada.
Un portavoz de
VW, asimismo, señala que la empresa no compra cobalto directamente,
sino que utiliza baterías de proveedores e investiga los informes de
infracciones "inmediata y exhaustivamente”.
Corrupción y
cobalto
Sin embargo, la
compra de cobalto a través de terceros o de materias primas
directamente a minas industriales en la República Democrática del
Congo no significa necesariamente que las empresas internacionales se
comporten de forma ética, especialmente considerando el alcance de
la corrupción en el país.
Una investigación
de Global Witness, una organización sin ánimo de lucro, reveló que
entre 2013 y 2015 se perdieron más de 647 millones de euros en
ingresos mineros pagados por las empresas a los organismos estatales
congoleños. Muchas licencias congoleñas son vendidas por Gecamines,
compañía minera estatal a la que Peter Jones, investigador de
Global Witness, describe como "agujero negro”.
"Gecamines
está dirigido por uno de los círculos íntimos del presidente
Joseph Kabila. La compañía ha vendido repetidamente participaciones
en sus proyectos mineros, no publica sus cuentas y es imposible saber
exactamente dónde va a parar el dinero que se paga”, explica
Jones.
Asimismo, con
Kabila, cuyo segundo mandato finalizó el pasado mes de diciembre, y
a falta de una fecha para la celebración de nuevas elecciones, el
potencial de corrupción en el país sigue aumentando.
El grupo de
expertos en movilidad eléctrica Agora Verkehrswende cree que una
debida diligencia y unos controles rigurosos a lo largo de toda la
cadena de suministro son imperativos para garantizar que la próxima
generación de vehículos ecológicos se construya de acuerdo con
normas éticas limpias. En un informe reciente, el director Christian
Hochfeld citó como ejemplo a seguir las normas existentes para los
denominados minerales conflictivos como el oro. También insiste en
la importancia de reciclar más a menudo baterías viejas para
maximizar el uso del cobalto ya extraído y en uso.
"Las normas
ambientales y sociales ambiciosas son un requisito previo esencial
para una creciente aceptación de la movilidad eléctrica”, afirma
Hochfeld. En último lugar "necesita ser creíble como una
tecnología respetuosa con el medio ambiente y el clima”, concluye.
Tema:
Jess Smee, El cobalto congolés ensombrece las promesas de la electromovilidad, 15/11/17, Deutsche Welle. Consultado 15/11/17.
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