Delegados de la
planta dicen que hoy se trata “el 20 por ciento” de los efluentes
por falta de funcionamiento de equipos. La Municipalidad niega la
situación y asegura que ha invertido 11,5 millones de pesos este
año.
por German
Pandolfi
Otra vez,
empleados de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) de
Bajo Grande denunciaron que continúan sin poder depurar, con el
tratamiento que corresponde, los líquidos cloacales que ingresan a
la planta. Buena parte se arrojan crudos al río Suquía, sin tratar.
La situación fue
planteada por los delegados gremiales Gustavo Albeza, Eduardo Gómez
y Gustavo Ibarra. Dijeron que apenas “se está logrando tratar el
20 por ciento” de los efluentes. En abril, habían denunciado que
la Edar procesaba el 30 por ciento de los líquidos.
“Seguimos
con los mismos problemas de meses atrás, incluso la situación es
peor, porque hace seis días que no tenemos cloro. Y no hay lugar
dónde depositar los lodos”, comentaron.
Los delegados
advirtieron de que hay equipos que no funcionan, por ejemplo,
percoladores primario y secundario, calderas de atemperado de lodos,
sedimentadores primario y secundario, y estación de recirculación
(inundada).
El municipio
refuta
Daniel Bardagi,
director de Redes Sanitarias y Gas, negó que la situación de la
Edar sea la que plantean los delegados.
“El
equipamiento se recuperó bastante en los últimos ocho meses;
venimos trabajando para mejorar una planta con más de 30 años de
funcionamiento, y esto no se hace de un día para el otro”,
expresó.
“Desde mayo
hasta el presente, el municipio ha invertido 11,5 millones de pesos
en la planta”, precisó Bardagi.
Otra visión
tienen los delegados. “No se está haciendo casi nada. Los
efluentes no se tratan debidamente a causa de los equipos rotos y de
la falta de insumos”.
En relación con
la cloración, alertan que “hace días” que no se efectúa este
procedimiento, esencial para la desinfección final de los líquidos.
Los delegados
dijeron que mantuvieron varias audiencias con autoridades del
Ejecutivo municipal, aunque “sin resultado positivo”. “Esta
situación no da para más; no hay un plan adecuado para que la
planta depure la cantidad de líquidos que debería”, fustigaron
los gremialistas.
Bardagi le dijo a
La Voz que buscan recuperar equipos que no funcionan correctamente.
“Con los percoladores, se hará una gran inversión; asesorados
técnicamente por la Nación, se evaluará si serán reparados o
reemplazados”, comentó.
Respecto de los
sedimentadores, la estación elevadora y el equipo de cloración, el
funcionario dijo que “funcionan normalmente, salvo problemas
circunstanciales”. Recordó que este año se instalaron
electrobombas, bombas a tornillo para digestores, bombas a pistón y
un canal desarenador (ahora hay tres).
Bardagi anticipó
que la semana próxima se instalará un nuevo dosificador para clorar
líquidos y que los equipos que faltan se adquirirán en futuras
licitaciones.
En la actualidad,
en horarios pico ingresan a la planta de Bajo Grande entre nueve mil
y 10 mil metros cúbicos de líquidos por hora.
De acuerdo con
los delegados, hoy el 48 por ciento de la población tiene servicio
de cloacas. Según el municipio, hay 800 mil personas servidas.
La planta nueva
Otra crítica que
lanzaron los delegados de la Edar Bajo Grande se vincula con la nueva
planta que la Nación y la Provincia están construyendo para
duplicar el procesamiento de líquidos cloacales. “Esta obra avanza
rápido, mientras que hay un desinterés absoluto por la planta de
Bajo Grande”, cuestionaron.
La nueva planta
estaría lista a fines de 2019. Costará 2.200 millones de pesos: dos
tercios de los fondos serán aportados por la Nación y el resto, por
la Provincia. Para los colectores, se invertirán otros 2.100
millones.
Bardagi indicó
que la intención del municipio es que la Edar funcione a pleno "a
mediados de 2018" y la nueva, en construcción, a fines de 2019
o a principios de 2020.
“Con los 10 mil
metros cúbicos por hora que puede procesar la planta actual y con
otro tanto cuando esté lista la planta nueva, a 30 años se prestará
servicio a dos millones de personas”, destacó.
Análisis
Los últimos
análisis del agua del río Suquía, realizados en junio por el
Centro de Química Aplicada (Cequimap), de la Universidad Nacional de
Córdoba, más allá de la planta Edar, determinaron la presencia de
bacterias coliformes fecales y escherichia coli muy por encima de los
valores que están permitidos.
Fuente:
Fuente:
German Pandolfi, Denuncian que Bajo Grande opera al 20 %: peor que en abril, 18/11/17, La Voz del Interior. Consultado 18/11/17.
No hay comentarios:
Publicar un comentario