Pasaron 77 días
desde que se perdió la pista del último desaparecido argentino, un
asunto de Estado en el país austral.
por Carlos E. Cué
Tardaron 77 días
en encontrarlo, pero estaba muy cerca. A unos 300 metros del lugar de
la Patagonia en el que desapareció Santiago Maldonado el 1 de
agosto, la policía encontró un cadáver. Aún no se ha confirmado
que sea el del desaparecido, pero parece la opción más probable. Un
miembro del Gobierno señaló a El País que, a la espera de la
confirmación oficial, todo indica que es él. El cuerpo apareció en
el río Chubut, que había sido rastreado sin éxito varias veces
desde la desaparición de Maldonado, el 1 de agosto, cuando
participaba en una protesta de apoyo a un grupo de mapuches que han ocupado una finca del grupo Benetton. El asunto del último
desaparecido ha generado multitudinarias manifestaciones y ha
monopolizado durante semanas la política argentina. La noticia llega
a cinco días de las elecciones.
La posibilidad de
que el cuerpo de Santiago Maldonado estuviera en el río estuvo
encima de la mesa durante mucho tiempo, pero todos los intentos de
encontrarlo con buzos especializados fracasaron. Por eso los grupos
de la oposición y la familia de Maldonado insistían que para ellos
la principal hipótesis era que la Gendarmería, la policía que
intervino en la operación contra los mapuches del 1 de agosto, se lo
había llevado secuestrado y había escondido el cadáver.
Las sospechas se
mantienen y será difícil disiparlas del todo en un país
acostumbrado a desconfiar de las autoridades y apasionado por las
historias de operaciones de servicios secretos para alterar la
realidad. De la misma manera que digan lo que digan los expertos,
millones de argentinos tienen su propia opinión sobre lo que pasó
con el fiscal Alberto Nisman, que apareció con un tiro en la cabeza
en enero de 2015, diga lo que diga la autopsia de este cadáver
localizado ahora algunos seguirán pensando que la Gendarmería se lo
llevó y después colocó el cuerpo en el río.
El comunicado de
la familia, sin decirlo expresamente, apunta en ese sentido, al
señalar que la zona en la que apareció había sido revisada "en
tres oportunidades" por los buzos de la policía.
El primer juez
del caso Maldonado, Guido Otranto, fue desplazado precisamente por
apuntar esta hipótesis. Dijo que en su opinión lo más probable es
que Maldonado se hubiera ahogado. Esa idea generó una indignación
en la familia de tal calibre que finalmente el juez fue apartado de
la causa. La clave ahora será si Santiago Maldonado, que no sabía
nadar, fue alcanzado por un tiro o fue golpeado antes de morir,
sufrió algún tipo de violencia que lo llevó a perder la conciencia
o simplemente se ahogó.
Como es habitual
en Argentina, todo en el caso son cabos sueltos que generan
sospechas. Sobre todo llama la atención que no se localizara el
cuerpo en una zona tan cercana a la de la desaparición. El río
tiene 800 kilómetros pero en esa zona no es especialmente caudaloso,
lo que en un principio hizo descartar la hipótesis del ahogamiento.
La Patagonia estaba en pleno invierno cuando desapareció Maldonado,
en agosto, y el agua estaba muy fría.
Lo que también
es cierto es que el río está lleno de ramas y árboles inundados en
esa zona que complicar un rastrillaje y hacen que un cuerpo pueda
quedarse enganchado en cualquier lugar. En cualquier caso será muy
difícil disipar los puntos oscuros tras 77 días de fracaso en la
búsqueda. La aparición de confusos mensajes de audio de varios
gendarmes en los días siguientes aumentó las sospechas de una
desaparición forzada y la protesta contra la Gendarmería.
El asunto se convirtió en una cuestión de Estado que amenazaba la carrera
política de Patricia Bullrich, la ministra de seguridad, la que más
se implicó en negar cualquier responsabilidad de la Gendarmería en
la desparición de Santiago Maldonado. La aparición del cadáver
debería resolver muchas incógnitas, aunque las respuestas no
satisfarán a todos. Un perito de la familia inspeccionará el
cadáver y controlará las labores de la autopsia, que se hará en
Buenos Aires.
En cualquier caso
este tipo de situaciones es relativamente frecuente en Argentina, un
país donde las especulaciones son la norma. En julio pasado
desapareció en el delta del Paraná una avioneta con tres personas a
bordo. La aeronave no aparecía y se desataron todas las hipótesis,
incluida la de que sus miembros eran narcos que se habían escondido
en Paraguay. Sin embargo, casi un mes después, en un lugar que en
teoría había sido revisado varias veces, apareció la avioneta
semisepultada en el barro del río y los tripulantes estaban allí.
Las familias, desoladas, exigían sin éxito a todos los que lanzaron
teorías especulativas que se retractaran.
Fuente:
Carlos E. Cué, La policía encuentra un cadáver donde desapareció Santiago Maldonado, 18/10/17, El País. Consultado 18/10/17.
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