Los embalses de
Córdoba redujeron su volumen en los últimos meses, pero dentro del
nivel histórico para esta época. Este año, hubo menos lluvias que
en los tres anteriores en la zona serrana. Desde la Provincia
plantean que si llueve lo habitual en verano, no habría riesgos de
escasez en 2018, como hubo entre 2010 y 2013.
por Fernando
Colautti
Villa Carlos Paz
decretó el “alerta rojo” para reducir los consumos de agua, ante
el escaso caudal del río San Antonio del que se provee, mientras una
turista quedó “atrapada” en los barros de la costa del lago San
Roque, provocados por la bajante de su nivel.
¿Está Córdoba
a las puertas de una nueva crisis hídrica luego de tres años en que
sobró el agua en sus diques?, ¿es posible que mientras las sierras
y el oeste provincial tengan síntomas de sequía, el sudeste
cordobés siga con excesos hídricos y campos inundados?
Carlos Paz se
provee de agua del río, a varios kilómetros del embalse San Roque.
El alerta que decretó su municipio se vincula con el bajo caudal en
ese punto, que compromete la provisión si las lluvias no aparecen en
las sierras y el consumo se mantiene alto. Con la luz roja, se
prohíbe que el agua potable se use con otros destinos que no sea el
consumo humano.
El San Roque luce
bajo, pero no muy diferente a la imagen que suele presentar en esta
época del año. Ayer estaba a cuatro metros de su vertedero, dos
metros menos de los que mostraba hace un año pero unos centímetros
por arriba de los que tenía hace dos.
En general, todos
los diques de Córdoba muestran un nivel similar al promedio de las
últimas décadas para esta época. Aunque en los últimos meses
llovió por debajo del promedio en la zona serrana, se acumulan tres
años en los que las precipitaciones estuvieron por encima de la
media.
Contrastes
Entre 2010 y
2013, Córdoba atravesó un período crítico de falta de agua, con
ríos y lagos flacos que provocaron que varias zonas, sobre todo del
muy poblado Gran Córdoba, sufrieran hasta restricciones en sus
servicios de agua potable. Entonces, la preocupación se orientaba a
preservar el agua que ingresaba a los embalses.
Se arrastraba una
década de lluvias por debajo del promedio histórico, pero además
pasaba factura el deterioro de los ecosistemas serranos que con cada
vez menos cobertura vegetal preservan menos agua en sus suelos.
Pero en 2014,
2015 y 2016 el régimen de lluvias varió. Lo caído superó el
promedio habitual y las inundaciones y crecientes complicaron a
varias regiones de la geografía cordobesa Córdoba.
La paradoja fue
que después de años en que la prioridad fue acumular agua en los
embalses, en esos tres giró hacia la necesidad opuesta de evacuarla
para que pudieran recibir más caudal de las crecientes y evitar que
colapsen.
Ahora, para el
verano que sigue, la impresión es que se está lejos de repetir
escenas de crisis hídricas, aunque tampoco sobrará agua para abrir
válvulas y compuertas de los diques antes de que llegue a sus
vertederos.
Escenario posible
Edgar Castelló,
secretario de Recursos Hídricos de la Provincia, apuntó como “muy
probable” que no se repitan los excedentes hídricos de los últimos
tres años. Marcó que la mayoría de los pronósticos indican que en
estos meses las lluvias estarán por debajo de la media, pero que a
fines del verano se normalizarían. “Si las precipitaciones son las
normales, dentro del promedio histórico, no hay motivo para imaginar
ningún escenario de crisis”, apuntó.
Castelló comentó
que “todos los diques hoy están dentro del promedio de nivel de
los últimos 25 años, salvo La Viña, en Traslasierra, que está un
poco por debajo”. Acotó además que “el San Roque está incluso
un poquito por encima de esa media histórica”.
Contraste en
Córdoba: el oeste con sequía y el este con excesos hídricos
Una singular
paradoja muestra la provincia de Córdoba por estos días. Su mitad
oeste padece por la falta de agua, con varios meses de escasas
precipitaciones que ya complican las actividades agropecuarias. Pero
esa imagen convive al mismo tiempo con la de la otra mitad, hacia el
este del mapa, que registra excesos hídricos desde hace varios años,
con napas que siguen al borde del suelo y decenas de miles de
hectáreas de campos anegadas por el agua.
“Es así, al
oeste de una línea imaginaria que podríamos trazar entre la laguna
Mar Chiquita al norte y la ciudad de Río Cuarto al sur, hay un
déficit de agua, con lluvias insuficientes este año, por debajo de
la media histórica. Y al este se da lo contrario, con lluvias que
siguen por encima del promedio”, apuntó Edgar Castelló,
secretario de Recursos Hídricos de la Provincia.
En Traslasierra y
el arco noroeste del mapa provincial, la sequía hace meses que está
complicando sobre todo a los productores agropecuarios. Pero esa
preocupación llega también por estos días a zonas agrícolas del
norte, centro y sur.
Mientras, todo el
este viene registrando dificultades, desde hace tres años en los que
llovió por encima del promedio, con las napas altas y los suelos que
ya no absorben agua, y amplias áreas rurales inundadas, sobre todo
en el extremo sudeste, en los límites con Santa Fe, La Pampa y
Buenos Aires.
Fuentes:
Fernando Colautti, Diques en bajo nivel, pero lejos de una crisis hídrica, 25/10/17, La Voz del Interior. Consultado 25/10/17.
Contraste en Córdoba: el oeste con sequía y el este con excesos hídricos, 25/10/17, La Voz del Interior. Consultado 25/10/17.
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