Un
productor realizó aplicaciones en medio de las negociaciones con los
vecinos y el jefe comunal, quien aún no firma la resolución que
prohíbe fumigar en esa localidad.
por
Adrián Camerano
Mientras
el jefe comunal Nilo Pérez (UpC) anunció pero no firmó aún una
resolución que limita las fumigaciones en Dique Chico, un empresario
agropecuario aplicó en cercanías de la localidad y hay otras
recetas fitosanitarias listas para ser autorizadas. Quien fumigó el
viernes 20 de octubre a las 22 horas es Enzo Dalmasso, uno de los
productores que días atrás se encadenó frente a la comuna, a modo
de protesta por una normativa comunal que Pérez anunció en
repetidas ocasiones durante este mes, pero que sigue en borrador. La
aplicación fue difundida -fotos y texto- por el propio empresario
agropecuario, a quien acompañaron fiscalizadores del Gobierno
provincial. El malestar de los vecinos de la localidad es profundo, y
hay temor de nuevas aplicaciones en las próximas semanas.
Mediante
un comunicado de prensa, Dalmasso informó públicamente que efectuó
la aplicación “con la presencia del departamento del área de
fiscalización del Ministerio de Agricultura de la provincia de
Córdoba. Y bajo la ley provincial 9164”. “Trabajando en el marco
a derecho. Comprometidos con salud y el ambiente, como lo dice la
ley, y sus organismos que la regulan, realizamos una aplicación de
productos fitosanitarios, para garantizar aún más que somos
agricultores responsables”, completó.
Los
vecinos que se oponen a las aplicaciones denuncian que esa aplicación
mina la mesa de diálogo convocada por Pérez días atrás, y apoyan
al jefe comunal para que firme de una buena vez la anunciada
resolución que prohibiría aplicar a menos de 2000 metros de las
viviendas. O 1000 metros, no se sabe. Porque el argumento de Pérez
para establecer ese radio es que se trata de campos a los que
llevaría servicios, pero eso sólo sería comprobable a unas diez
cuadras del límite de la localidad. En rigor, los terrenos están
ubicados en una “zona gris”, fuera del radio de acción comunal;
pero como ya está solicitada la ampliación del ejido urbano, sería
vinculante toda resolución que la comuna tomase sobre esos predios.
El
empresario agropecuario Enzo Dalmasso, uno de los productores que
días atrás se encadenó frente a la comuna, fumigó el viernes 20 a
la noche, y al productor local lo acompañaron fiscalizadores del
Gobierno provincial.
El
riesgo es que el texto de la resolución dé lugar a la posible
judicialización de la norma, por lo que Pérez se ha mostrado firme
en la decisión pero cauteloso a la hora de firmar la resolución. El
tema es que, mientras tanto, se sigue fumigando con recetas visadas
por la comuna.
Esteban
José, uno de los vecinos de la zona que se oponen a las
aplicaciones, insistió en que no están en contra de la actividad
agrícola y que proponen “la reconversión agroecológica” de los
campos cercanos. Y bregó porque Pérez “corrija el borrador y lo
firme”.
Un
año de conflicto
La
polémica en la localidad surgió un año atrás, cuando vecinos
denunciaron fumigaciones a metros de las casas y una escuela. El
debate se postergó hasta el mes pasado, cuando -a la vuelta del
calendario de siembra- los productores volvieron a solicitar el
visado de las recetas fitosanitarias, para poder efectuar la
aplicación. En ese marco, los vecinos salieron a la calle a
protestar y también los productores, que esgrimen su derecho a
seguir utilizando agroquímicos en sus prácticas agrícolas.
Tras
el encadenamiento frente a la comuna, se abrió una mesa de diálogo
para intentar arribar a consensos entre dos posturas bien marcadas:
la de los productores y la de sus propios vecinos, que exigen que
deje de aplicarse a por lo menos 2000 metros del casco urbano. Pero
la nueva fumigación impacta de lleno en el debate que se viene dando
en la comuna, de unos 400 habitantes estables, que se duplican en
época estival.
El
propio productor confirmó mediante un comunicado de prensa que
efectuó la aplicación “con la presencia del departamento del área
de fiscalización del Ministerio de Agricultura de la provincia de
Córdoba”.
Desde
2004 rige en Córdoba la Ley Provincial de Agroquímicos Nº 9164, el
eje normativo al que deben acogerse las zonas grises o todos aquellos
pueblos y ciudades que no tengan ordenanzas propias. La ley restringe
parcialmente las fumigaciones terrestres, estipulando que en los 500
metros vecinos a viviendas no pueden aplicarse algunos productos,
aunque sí permite otros, considerados como de menor riesgo tóxico.
De todas maneras, en esos casos exige que se cumplan varios
requisitos (climáticos, técnicos y de aplicación mediante un
profesional autorizado y con maquinarias habilitadas), más un
control de la comuna o municipio.
Fuente:
Adrián Camerano, Dique Chico: nuevas fumigaciones tensionan la mesa de diálogo, 30/10/17, La Nueva Mañana. Consultado 31/10/17.
No hay comentarios:
Publicar un comentario