“Entre
las vastas extensiones de tierras y las maravillas de la tecnología,
que además de la tierra conquistó los cielos para el hombre, la
burguesía logró convertir nuestro planeta en una sucia prisión"
León Trotsky.
por Axomalli
Villanueva
Este
24 de octubre de 2017 se conmemoró el Día Mundial contra el Cambio
Climático, con el objetivo de movilizar y sensibilizar a millones de
personas de todo el mundo acerca de los efectos sobre el planeta y el
grave peligro que conlleva el calentamiento global.
Este
siglo comenzó con una notoria alza en las temperaturas globales, por
lo menos los últimos 15 años han sido los años más calurosos que
hemos visto, de hecho, el periodo de 2011 al presente año han sido
los años consecutivos más cálidos de los que se tienen registro.
Si
bien es cierto que los ciclos de la tierra muestran una variabilidad
en cuanto a temperaturas, los periodos de tiempo en los que se dan
estos cambios son mucho mayores en comparación con el último siglo,
que coincide con el inicio del uso de los combustibles fósiles y con
ello las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Según
el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, (IPCC) en su
quinto informe de evaluación, calcula que las emisiones de GEI son
más elevadas que nunca. En 2010, alcanzaron 49 gigatoneladas de CO2
equivalente. Esto se agrava porque el alza de las emisiones se
acelera: entre 2000 y 2010 aumentó un 2,2 % cada año, mientras que
entre 1970 y 2000 aumentó solo 1,3 % anualmente.
Las
energías fósiles y la industria representaron 78 % de las emisiones
entre 1970 y 2010. Los sectores de actividad que más emiten GEI son
la producción de energía (35 %), agricultura y forestación (24 %),
industria (21 %), transportes (14 %), construcción (6 %). Los
principales países emisores son China (alrededor de 24 %), Estados
Unidos (15,5 %), la Unión Europea (11 %), India (6,5 %), Rusia (5%).
Las
concentraciones actuales de GEI son las más elevadas registradas en
800.000 años. La concentración media de los GEI superó los 400 ppm
CO2eq (CO2 equivalente en partes por millón) en 2014, un hito
negativo que pensamos que jamás alcanzaríamos. Para tener mayores
probabilidades (entre 66 y 100 %) de limitar el alza de temperatura
global a 2ºC, esa concentración no debe superar 450 ppm CO2eq en
2100.
El
promedio global en la superficie del planeta ganó cerca de 1°C
entre 1880 y 2015.
El
alza no es homogénea: es más importante en los continentes y a
nivel de los polos. Esta visualización muestra cómo ha ido
aumentando el promedio anual de temperatura, al punto que el año
2014 fue el año más caliente.
Las
tres últimas décadas han sido sucesivamente las más calurosas
desde 1850. La temperatura en la superficie de los océanos se elevó
0,11°C por década entre 1971 y 2010.
El
IPCC imaginó 4 escenarios para el futuro: en ausencia de nuevas
medidas para reducir las emisiones, el alza global de las
temperaturas alcanzará probablemente entre 3,7 y 4,8°C a fin de
siglo con relación a 1850-1900.
Si
logramos limitar el calentamiento del planeta a un máximo de 2°C
implica, eso estabilizaría las condiciones del planeta hasta cierto
punto y permitiría mantener gran parte de la vida como la conocemos.
Para
alcanzar este nivel de temperatura, el planeta debe reducir entre 40
y 70 % las emisiones de GEI de aquí a 2050 (con relación a 2010) y
hacerlas desaparecer en 2100.
Reducir
fuertemente las emisiones exige inversiones de varios cientos de
miles de millones de dólares por año de aquí a 2030
Estos
datos ya de por si alarmantes se suman a la inacción de los líderes
políticos, se han acrecentado. Este año, México, EU y el Caribe
recibieron numerosos y fuertes huracanes, los cuales son causados por
el calentamiento de las aguas marinas, (cosa muy común en verano,
pero que en este año en particular fue mayor que en los anteriores).
Las víctimas de estos huracanes fueron, por supuesto, los más
pobres.
Al
ser nosotros los explotados y carecer del poder político que tiene
la burguesía, no somos capaces de cambiar el rumbo de la humanidad
para revertir los efectos del cambio climático, las acciones
individuales, aunque muestran muy buena voluntad, no son suficientes
ante los grandes emisores de GEI, que concentran la mayor parte de
las grandes industrias mundiales.
Las
acciones que se toman por arriba son insuficientes, pues buscan solo
ser una pantalla ante el mundo pero siguen sin tomar medidas
trascendentales para mitigar los efectos del cambio climático, si
los explotados y oprimidos -casi el 90 % de la población mundial-
tomáramos el poder político y fuéramos los que administráramos la
producción, eliminando la contradicción entre la necesidad de
ganancia y mejorar nuestro nivel colectivo de vida, la lucha contra
el cambio climático sería una victoria en nuestro haber.
Fuente:
Axomalli Villanueva @axomalli, Día Mundial contra el Cambio Climático, 28/10/17, La Izquierda Diario.
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