jueves, 28 de septiembre de 2017

Terremotos: la Universidad alertó por “negación sísmica”

Un geólogo advirtió que “no hay planes de contingencia o de gestión del riesgo” en la ciudad y zona ante la posibilidad de que ocurra un evento de este tipo. Arquitectos dicen que el poder de policía es del Municipio.

En medio del estupor generado por los reiterados terremotos en México, el doctor en Ciencias Geológicas Guillermo Sagripanti alertó ayer sobre la existencia de “un estado de negación sísmica” en Río Cuarto y la zona y advirtió que “no hay planes de contingencia o de gestión del riesgo”.

En paralelo, y tras varias consultas realizadas por el Puntal de Río Cuarto, se determinó que el Estado no tiene áreas que se ocupen de abordar el tema, pese a que los especialistas sostienen que no es imposible que en la ciudad se produzca un sismo que pueda llegar a ocasionar daños considerables.

Creo que de manera urgente debemos trabajar para revertir nuestro estado de negación sísmica, ya que sería lamentable pasar sin escalas de un estado de negación sísmica a un estado de desesperación por una emergencia generada por un sismo”, indicó el docente e investigador de la Universidad Nacional de Río Cuarto.

Sobre las competencias en cuanto a la definición de políticas de Estado en la materia, Sagripanti fue claro y señaló que es fundamental la intervención “de los gobiernos de turno provincial y regionales” y de Defensa Civil para reducir la vulnerabilidad sísmica que poseen Río Cuarto y la zona, con el objetivo de mitigar los daños que pudiera causar un eventual terremoto de magnitud con epicentro en algún sector del sur de Córdoba.

El geólogo recordó que cerca de la localidad de Sampacho se ubican las fallas Las Rosas y Las Lagunas y sostuvo que a esta última estructura se le adjudica el gran terremoto ocurrido en junio de 1934, que alcanzó una magnitud de 6 grados en la escala de Richter y que destruyó el 90 por ciento de las construcciones del pueblo situado a 45 kilómetros de Río Cuarto.

Investigaciones
Sagripanti aseguró que distintas investigaciones realizadas por el área de neotectónica y paleosismología permitieron completar el registro de sismicidad prehistórica de la zona a partir del relevamiento e interpretación de evidencias de terrenos prehistóricos. En ese marco, el geólogo dijo que hasta el presente se han interpretado al menos cuatro fuertes terremotos ocurridos en los últimos 4 mil años que habrían alcanzado los 6,6 grados de magnitud.

Ante estos antecedentes, la conclusión a la que se arriba es que, en la zona sur de la provincia, un eventual terremoto podría alcanzar esa fuerza (es decir, 6,6 grados).

Respecto a la zona de peligrosidad, Sagripanti señaló que Río Cuarto está dentro de la denominada Zona 1 de Peligrosidad Reducida, de acuerdo al mapa de zonificación sísmica de Argentina.

En mi opinión se debería recategorizar esta zona, al menos en toda su extensión dentro de la provincia de Córdoba, a Zona 2, de Peligrosidad Moderada. De esta manera, se comenzarían a construir viviendas y edificios de forma más segura”, consideró Sagripanti.

- ¿Cuáles son los aspectos más importantes para saber afrontar este tipo de acontecimientos?
- A nivel mundial, en la actualidad, las poblaciones emplazadas en regiones sísmicas invierten mucha energía y recursos económicos en disminuir su vulnerabilidad sísmica. Se considera que la Amenaza + Vulnerabilidad + Costo Económico = Riesgo Sísmico. Por lo tanto, como la amenaza, que vendría a ser la ocurrencia de un fuerte terremoto, no se puede modificar porque se trata de un fenómeno natural, lo único que puede hacer el hombre es trabajar para disminuir la vulnerabilidad sísmica.

- ¿Cómo se la reduce?
- La vulnerabilidad se reduce haciendo actividades de prevención y de concientización sísmica, construyendo en lugares aptos desde el punto de vista geológico y aplicando las normas de sismo-resistencia en las construcciones (edificios, casas, puentes, etcétera). Además, verificando que estas normativas se cumplan. Los terremotos no producen víctimas, son las construcciones mal hechas las que las ocacionan.

Sobre ese punto, Sagripanti dijo que desde el Departamento de Geología están realizando actividades de prevención, brindando charlas de concientización en distintos lugares pero, principalmente, en escuelas de Sampacho y otras localidades de la región.

También elaboramos cartillas de prevención sísmica. Además, se mantiene una comunicación permanente relacionada a la prevención sísmica con Defensa Civil y Bomberos Voluntarios de Río Cuarto y de la región. También se ha confeccionado un manual para los colegios secundarios denominado ‘Terremotos, nuestro planeta vibra bajo el poder de su energía’, que obtuvo el primer premio en un concurso del ‘Cordobensis’ (2007), por lo que fue reproducido para todas las escuelas secundarias de la provincia de Córdoba para que esté a disposición de los docentes en las clases de ciencias naturales.

Ni el Impurc ni el Funperc
El Puntal de Río Cuarto realizó diversas consultas a propósito de la advertencia del docente e investigador de la Universidad. Sin embargo, no hay un área determinada del Municipio que se ocupe de proyectar planes de contingencia.

Desde la oposición dijeron que el tema de los terremotos y los eventuales programas de evacuación no son parte de la agenda de tópicos del Instituto Municipal de Planificación Urbana de Río Cuarto (Impurc), ni tampoco están bajo la órbita de la Fundación Estratégica de Río Cuarto (Funperc).

De esta manera, todos los cañones apuntan a Defensa Civil. No obstante, los especialistas dijeron que el organismo, por sí solo, no puede ocuparse de todo y que es fundamental la presencia de los Estados municipal y provincial.

Arquitectos
Respecto a las construcciones, desde el Municipio indicaron que los arquitectos son los que participan de la supervisión de los finales de obra.

Consultada sobre este aspecto, la presidenta del Colegio de Arquitectos de Río Cuarto, Lucía Fortuna, aclaró que quien debe controlar, por tener el poder de policía, es el Estado local (Municipalidad).

Nosotros no controlamos estructuras. Eso le corresponde a la Municipalidad. El poder de policía sobre las obras es del Municipio y debe ser ejercido con absoluta rigurosidad. Sucede que, a veces, no se cuenta con los inspectores necesarios. El final de obra lo otorga la Municipalidad y en ese momento se debe constatar que todo esté en orden. Los profesionales deben elaborar sus planos de acuerdo a las normativas vigentes, pero el control de que eso suceda debe hacerlo el Estado. La Municipalidad se desliga de la responsabilidad del cálculo de la estructura, pero no puede desligarse de comprobar que se cumplan las previsiones antisísmicas”, concluyó Fortuna.

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