Contaminación
con DDT. Estamos hablando de una situación en la que se ven
involucrados organismos del Estado nacional y del Estado provincial:
uno ocultó durante décadas el verdadero uso de unas instalaciones
ubicadas en plena zona urbana. Alta Córdoba sigue sin remediación
por el DDT.
La Cámara
Federal de Apelaciones de Córdoba confirmó una condena contra el
Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) por
daño moral y físico en perjuicio de siete personas que vivieron
durante años en el depósito que esa institución administraba en la
calle Avellaneda al 1700, en pleno corazón del barrio de Alta
Córdoba.
Sin que ellos lo
supieran, allí se guardaban toneladas de dicloro difenil
tricloroetano (DDT), una sustancia tóxica que puede provocar cáncer
y suprimir el sistema inmunológico.
Toda Córdoba
desconoció lo que guardaba ese depósito del Senasa hasta enero de
2005. Al conocerse la verdad, cundió el pánico, y con razón: una
treintena de vecinos se hicieron análisis de sangre y 28 de ellos
supieron que estaban contaminados.
La entonces
Agencia Córdoba Ambiente, hoy Secretaría de Ambiente, ordenó el
inmediato retiro del DDT. En cumplimiento de esa demanda, Senasa lo
trasladó al predio de Taym, en la zona de Bouwer.
Pero en los 12
años que pasaron desde entonces no se hizo nada más. La planta de
Alta Córdoba sigue esperando por el plan de remediación, no se
realizaron más estudios del impacto sobre la salud de los vecinos y
el DDT sigue intacto en Bouwer. ¿Por qué?
Estamos hablando
de una situación en la que se ven involucrados organismos del Estado
nacional y del Estado provincial: uno ocultó durante décadas el
verdadero uso de unas instalaciones ubicadas en plena zona urbana, y
el otro no exigió una respuesta en tiempo y forma a la altura de las
circunstancias. Doce años es tiempo más que suficiente para
concluir que ninguno de los dos hizo lo que le correspondía.
En principio, por
disposición judicial, Senasa está por iniciar el plan de
remediación y ya tendría todo listo para contratar los servicios
correspondientes. Sin embargo, Ambiente asegura que aún no se
presenta ante el organismo provincial el plan como corresponde, de
modo que no cuenta con la aprobación respectiva. ¿Cómo se puede
contratar a alguien, entonces, para que realice una tarea que no fue
fijada con claridad?
Hay algo más
preocupante. En declaraciones a este diario, Javier Britch,
secretario de Ambiente, sostuvo que cualquier plan de remediación
implica generar nuevos residuos contaminantes y que “no hay lugar
en Córdoba, y creo que tampoco en el país, para tratar y disponer
finalmente de ellos”.
De ser así, el
alojamiento “transitorio” en Bouwer se realizó sabiendo que se
generaba otro foco contaminante Y ahora, 12 años después, las
partes implicadas parecen estar a punto de decirnos que no pueden
hacer nada. Sería una confesión más inadmisible, si vale la
comparación, que la inadmisible parálisis de tantos años.
Fuente:
Una situación inadmisible, 12/07/17, La Voz del Interior. Consultado 14/07/17.
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