La superficie del
bloque de hielo es 10 veces la de la ciudad de Córdoba y se soltó
del sector pretendido por Argentina. Los científicos creen que
partes del témpano podrían llegar hasta las islas Georgias de Sur.
Un gigantesco
iceberg, de unos 5.800 kilómetros cuadrados, se desprendió ayer de
la barrera de hielo Larsen C de la península antártica.
El fenómeno deja
al resto de la plataforma vulnerable a rupturas futuras, revelaron
ayer los expertos de la Universidad Swansea, del Reino Unido,
responsables del proyecto Midas que monitorea los hielos antárticos.
Los científicos
llevaban vigilando el desarrollo de una gran grieta abierta en esa
zona del continente blanco desde hacía más de una década, pero el
proceso de ruptura se aceleró a partir de 2014, lo que pronosticaba
la inminencia de este suceso.
La rotura fue
detectada por el instrumento satelital Aqua Modis de la Nasa. Los
expertos indicaron que el enorme témpano (que se bautizaría como
A68), pesa más de un billón de toneladas y tiene una extensión
equivalente a 10 veces la superficie del ejido de la ciudad de
Córdoba. Tiene unos 200 metros de grosor.
Aunque el A68 ha
entrado en la lista de los 10 bloques más grandes registrados, se
queda aún lejos de los 11 mil kilómetros cuadrados que tiene el
iceberg B15, que se separó de la plataforma antártica Ross en 2000
y cuyos fragmentos lograron llegar hasta Nueva Zelanda seis años
después.
Los científicos
no tienen claro que esta ruptura haya sido causada por el cambio
climático. Y descartan que produzca un aumento en el nivel del mar,
porque el témpano ya está flotando en el océano desde antes de
desprenderse.
Vulnerable
Este nuevo
desprendimiento ha reducido alrededor de un 12 por ciento el tamaño
de Larsen C y los científicos advierten de que este fenómeno
transformará para siempre el paisaje de esta península antártica.
Adrian Luckman,
del proyecto Midas, manifestó que Larsen C está ahora en una
“situación vulnerable”, a pesar de que el desprendimiento haya
sido un evento natural. “Nuestros modelos indican que se mantendrá
más o menos estable, pero cualquier colapso futuro ocurriría dentro
de varios años o décadas”, apuntó.
En los próximos
meses y años, agregó, la placa de hielo podría regenerarse
gradualmente o “sufrir más desprendimientos, lo que le llevaría
al colapso, aunque las opiniones de la comunidad científica están
divididas respecto a estos escenarios.
El destino del
témpano
“Es uno de los
más grandes registrados y resulta complicado predecir su futuro
progreso. Sigue formando ahora un solo bloque, pero es más que
probable que se romperá en segmentos”, afirmó Luckman, e indicó
que podría permanecer en la zona durante décadas, mientras que
partes del iceberg podrían derivar al norte hacia aguas más
cálidas.
Otros
especialistas entienden que el témpano se desplazará hacia el norte
y que fragmentos de él podrían llegar hasta las Islas Georgias del
Sur, a unos 1.400 kilómetros al sudeste de las islas Malvinas. Este
proceso podría demorar meses o años.
“El movimiento
de los icebergs está controlado por los vientos y por las corrientes
oceánicas que empujan al bloque de hielo que está por debajo de la
superficie del agua”, explicó a BBC Mundo Anna Hogg, experta en
observaciones satelitales de la Universidad de Leeds, en Reino Unido.
Si nada lo
detiene comenzará a viajar alrededor del continente antártico. “Una
vez que llegue a la punta de la península antártica continuará
viajando hacia el norte en dirección al Pasaje de Drake, donde se
irá disipando”, explicó la experta.
¿Cuánto
tardaría una persona en beber todo ese líquido? El iceberg tiene
más de mil billones de litros de agua. Si una persona pudiera tomar
20 vasos de agua por minuto (vasos de 240 mililitros) tardaría más
de 408 millones de años en beberse toda el agua contenida en el
témpano.
Fuente:
La rotura de un iceberg gigante debilita la península antártica, 13/07/17, La Voz del Interior. Consultado 13/07/17.
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