Culpan a la intendencia de San Antonio de Arredondo por la falta de agua potable. Hay una causa judicial por un aporte de Enohsa. Prueban alta presencia de bacterias en el pozo.
por Héctor
Brondo
Las Jarillas es
una pequeña villa que padece un problema grande: la falta total de
agua apta para el consumo humano.
La solución
divide opiniones y enfrenta a los usuarios con las autoridades
locales.
Las disputas se
dan en el terreno político, administrativo y judicial.
El bucólico
recoveco está ubicado a 16 kilómetros al sur de Villa Carlos Paz y
a poco más de 50 kilómetros de la ciudad de Córdoba. Forma parte
de la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Quebrada del
Condorito y se encuentra enclavado en el corazón de la Reserva
Recreativa Natural Valle del Cóndor.
UBICACIÓN. Villa Las Jarillas
Durante casi
medio siglo, funcionó como comuna independiente, condición que
perdió en 1991, cuando fue anexada a San Antonio de Arredondo.
La aldea está a
siete kilómetros de ese municipio, desde el que se accede por la
ruta provincial
S-251, de tierra en todo el trayecto.
El caserío debe
su nombre al arroyo que la atraviesa, de este a oeste, en su paso
hacia el río San Antonio.
El enclave cuenta
con unos 20 vecinos estables y 35 viviendas, la mayoría de ellas se
utilizan los fines de semana o en vacaciones.
Cansados de
reclamar
Los pobladores
del vergel serrano pelean a brazo partido, desde hace tiempo, para
preservar el entorno natural (rico en flora y en fauna silvestre) y
solucionar el dilema crónico que les plantea la falta de agua
potable.
“Estamos
cansados de pedirle a la intendenta (Patricia) Cicerone que concrete
las obras de saneamiento y potabilización del agua de Las Jarillas,
pero no nos lleva el apunte y se la pasa haciendo promesas que nunca
cumple”, se queja José Villavicencio, quien vive en el lugar hace
32 años.
“Sólo hacen
parches en la red de vez en cuando, pero no invierten ni un peso para
recuperar la cisterna, dotar al sistema de una buena bomba y tratar
el agua como corresponde”, acota Jimena López, también residente
permanente.
“Con una
inversión de 100 mil pesos, más o menos, nos olvidamos de esta
cuestión”, completa José Martín, mientras muestra una iniciativa
para bombear agua al tanque comunitario desde el arroyo Las Jarillas.
Desde el
Municipio, el secretario de Desarrollo Roberto Grigioni asegura que
el principio de solución llegará “pronto”.
La mandataria fue
denunciada penalmente por concejales opositores por un convenio que
firmó en 2015 con el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento
(Enohsa) para llevar agua a la villa. La obra se suspendió a poco de
arrancar y generó dudas sobre el destino de los fondos. La causa
está radicada en la Fiscalía N° 2 de Villa Carlos Paz, a cargo de
Ricardo Mazzuchi.
De pura a
contaminada
Aunque hoy cueste
creerlo, en su origen la villa contaba con un eficiente servicio de
provisión de agua potable. En 1945, cuando comenzó el loteo, se les
exigió a los promotores del negocio inmobiliario para su aprobación
que contaran previamente con un sistema de suministro del fluido que
garantizara la cantidad suficiente y la calidad exigida para la
ingesta de las personas. Por eso, antes de subdividir el parcelario,
se construyó una gran cisterna en altura en el faldeo del cerro
Negro (como lo llaman los lugareños) donde se almacenaba el agua que
aportaban dos manantiales a través de tuberías cerámicas.
Los primeros
vecinos de Villa Las Jarillas organizaron una cooperativa para
gestionar el servicio y mantener el sistema de distribución por
gravedad.
Así funcionó la
prestación hasta mediados de la década de los ’70, cuando el
tanque y toda la red quedaron a merced de la desidia.
“En la
actualidad, se nos provee de agua desde una vertiente abandonada y se
completa con el bombeo directo del arroyo a nuestros tanques, sin
ningún tratamiento previo”, resume el problema Oscar Negrete,
habitante del lugar.
Este diario
comprobó in situ que el abandono es casi total.
Por eso, la
escasa agua que llega a las casas está contaminada en extremo por
una serie de bacterias, según un análisis reciente realizado por el
Centro de Investigaciones en Ingeniería Química Ambiental de la UTN
Regional Córdoba.
¿Qué tiene el
agua de Las Jarillas?
Los análisis del
Ciqa detectaron una gran cantidad de bacterias.
Aerobias
heterotróficas. Muestra 1: 1.670 unidades formadoras de colonias
(UFC) por mililitro. Muestra 2. 770 UFC por mililitro. Máximo
permitido: 100 UFC por mililitro.
Coliformes
fecales. Muestra 1: más de 16 NMP de bacterias cada 100 mililitros.
Muestra 2. Más de 16 NMP de bacterias cada 100 mililitros. Máximo
permitido: Máximo permitido: 2,2 NMP de bacterias cada 100
mililitros.
Escherichia coli.
Muestra 1: 4 NMP de bacterias cada 100 mililitros. Muestra 2. Más de
16 NMP de bacterias cada 100 mililitros. Máximo permitido: 2,2 NMP
de bacterias cada 100 mililitros.
Pseudonoma
aeroginosa. Muestra 1: presencia. Muestra 2. ausencia. Máximo
permitido: presencia.
Fuente. Análisis
bacteriológico realizado por el Ciqa de la UTN. Muestras de febrero
de 2017.
La presencia de
bacterias en el agua es altísima
El 9 de enero, un
grupo de vecinos de Las Jarillas encargaron un análisis
bacteriológico del agua de la villa al Centro de Investigación y
Transferencia en Ingeniería Ambiental de la Universidad Tecnológica
Nacional Regional Córdoba.
El informe
estableció que los niveles de contaminación bacteriana superan
sensiblemente los “límites permitidos para el agua potable de
suministro público y uso doméstico, establecidos por la Secretaría
de Recursos Hídricos y Coordinación de la Provincia de Córdoba”.
Los responsables
del trabajo destacan que tanto el agua que se capta del arroyo Las
Jarillas como la que aportan las vertientes a la cisterna comunitaria
“están contaminadas con un alto porcentaje de bacterias, como
escherichia coli (EC) y salmonella”.
Advierten que la
EC, si entra en el cuerpo humano en un lugar equivocado, puede causar
enfermedades graves y hasta letales. Lo mismo con la salmonella.
Promesas de una
pronta solución
El secretario de
Desarrollo de San Antonio de Arredondo, Roberto Grigioni, le aseguró
a La Voz que “la solución al problema del agua en Villa Las
Jarillas llegará pronto”.
El funcionario
informó que el lunes próximo, a las 14, autoridades políticas del
municipio mantendrán una reunión en la ciudad de Córdoba con
técnicos de la Secretaría de Recursos Hídricos de la Provincia
“para avanzar en un proyecto que permita superar el dilatado
inconveniente” del agua en Las Jarillas.
Explicó que la
alternativa consiste en una nueva perforación en la zona de la
vertiente y el entubado correspondiente para aumentar el volumen de
agua y evitar su contaminación.
Por otra parte,
reconoció que hace tres o cuatro años, el municipio gestionó un
crédito con la Nación para realizar una obra que llevaría agua
desde las redes troncales de la Cooperativa Integral de Servicios de
Villa Carlos Paz (Coopi) hasta el pueblo serrano.
“Se hicieron
2.500 metros de zanjeo, pero Vialidad (provincial) detuvo los
trabajos porque el tendido de caños previsto pasaba justo por la
traza de la ruta S-251 (ex N° 48)”, precisó Grigioni.
“Estamos con el
proyecto suspendido y el Enohsa está al tanto”, aseguró.
Los concejales de
la oposición denunciaron penalmente a las autoridades vecinales
por el fallido.
Fuentes:
Héctor Brondo, La obra de potabilización divide aguas en el caserío de Las Jarillas, 01/07/17, La Voz del Interior.
La presencia de bacterias en el agua es altísima, 01/07/17, La Voz del Interior.
Promesas de una pronta solución, 01/07/17, La Voz del Interior.
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