Las catastróficas inundaciones en Comodoro Rivadavia del 31 de marzo de 2017. Foto: Florencia Downes/ Télam |
A más de un mes del temporal de lluvia y lodo que cubrió la ciudad, la vida cotidiana es compleja; problemas de abastecimiento de agua, falta de infraestructura y caminos cortados.
por Ana Tronfi
COMODORO
RIVADAVIA.- A un mes y medio del temporal que afectó el sur de
Chubut, el tránsito colapsado, el lento peregrinaje de los que
tramitan en las sucursales del Banco del Chubut unos 1200 préstamos
para recuperar sus viviendas y las dificultades para normalizar el
suministro de agua en los barrios, cuya intensidad de bombeo se
redujo en un 30 %, ponen a los habitantes de esta ciudad al borde del
ataque de nervios.
El temporal
agravó problemas crónicos y potenció reclamos estructurales de una
Comodoro Rivadavia que todavía sufre, y para largo, las
complicaciones diarias después del peor temporal de su historia.
Pese a que, se estima, la trama vial está recuperada en un 95 %, la
ciudad padece cotidianamente en el tránsito la falta de sus dos
principales caminos alternativos: el Roque González y el Juan
Domingo Perón. Ambos derivan los autos hacia caminos opcionales a la
ruta nacional N° 3.
Mientras el
primer camino -que podría habilitarse de manera parcial esta semana-
une las zonas norte y sur de Comodoro Rivadavia, el segundo lo hacía
como alternativa entre esta ciudad y Rada Tilly.
El camino Perón
no podrá recuperarse, con el agravante de que la ruta nacional N°
3, en la rotonda con la ruta 26, se angosta en solo un carril de ida
y uno de vuelta, provocando el colapso en el movimiento de autos en
las horas pico. Unir 12 kilómetros entre Comodoro Rivadavia y Rada
Tilly puede ser un trámite de hasta dos horas en auto después de
las 18.
Se estima que
ambas localidades del sur de Chubut suman 96.000 autos patentados.
Esto representa un vehículo cada dos habitantes, además del flujo
lógico de rodados y camiones que transitan por la ruta hacia el
norte o el sur del país.
Los más de
100.000 metros cúbicos de tierra y barro que reubicaron camiones
municipales y de Urbana, la empresa que se ocupa del servicio de
recolección de residuos en esta ciudad y en Rada Tilly, tampoco
alcanzaron para devolver la normalidad a la ciudad.
Los barrios
Pueyrredón y Juan XXIII reclaman por las montañas de tierra y el
barro que mantienen tapados vehículos y viviendas. En el primer
barrio, los vecinos reclaman un canal evacuador desde hace más de 15
años, debido a anteriores inundaciones. Pero la obra nunca llegó.
"Las consecuencias están a la vista. Seguimos con problemas de
cloacas y barro en las casas. Muchos vecinos abandonaron sus
viviendas y alquilaron en otros puntos de la ciudad; los que pueden",
explicó María Elena Fernández, vecina de uno de los sectores más
afectados.
En el barrio Juan
XXIII, los vecinos usaron la ironía: cansados de los inconvenientes
que les trajo el temporal de agua y barro, rebautizaron la calle
Manuela Pedraza y la denominaron "Barrosa". Lejos de perder
el sentido del humor, optaron por cambiarle el nombre al cartel con
aerosol blanco a una de las principales arterias del sector, una de
las que se vieron más afectadas por la catástrofe que dejó miles
de damnificados.
Quienes residen
en la calle Manuela Pedraza entre Mariano Rodríguez y Congreso
presentaron un escrito en la municipalidad para exigir explicaciones
y ratificar que "las máquinas siguen sin pasar, los camiones
sin ir, los chupa sin entrar. Sólo trabajaron un poco en lo que es
Kennedy y Chile", sostuvo Gabriel Uribe, uno de los
damnificados.
Otro capítulo
merece el barrio de Laprida, ubicado en la zona norte de la ciudad.
Allí llegaron unos 13 módulos habitacionales enviados por la
Nación, destinados a las decenas de familias que perdieron sus
viviendas debido al agrietamiento del suelo.
A las largas
colas para el pedido de préstamos en el Banco del Chubut, que sumó
una línea específica para damnificados, se añadieron medidas desde
el municipio local. El secretario de Recaudación de Comodoro
Rivadavia, Israel Coen, explicó y los trámites que deben realizar
las personas afectadas en su vivienda o los comercios damnificados
por la catástrofe climática a los fines de acceder a la exención
en el pago de los impuestos Inmobiliario, Tasa de Higiene Urbana y
Derecho de Ocupante.
En cuanto a los
requisitos, explicó que, para el caso de los impuestos de rentas,
"debe presentarse prueba documental fotográfica u otras que
certifiquen el daño sufrido sobre la vivienda y allí se le
entregará un formulario a completar con los datos necesarios".
La eximición tendrá un plazo de "180 días a contar desde
mayo", precisó Coen.
En el medio, la
tensión política: la restricción del 30 % del bombeo del acueducto
-que abastece Comodoro Rivadavia, Rada Tilly, Sarmiento y la
santacruceña Caleta Olivia- por dificultades para adquirir elementos
de potabilización, abrió una discusión entre la Sociedad
Cooperativa Popular Limitada, prestataria del servicio de agua y luz,
y el gobierno de la provincia.
Los cuatro
municipios que dependen del abastecimiento del sistema acueducto Lago
Musters recibieron la notificación por parte de la Sociedad
Cooperativa (SCPL) de que a partir del lunes último se redujo el
bombeo del acueducto en un 30 % de su capacidad por falta de fondos
para la compra de elementos de potabilización.
La SCPL le
reclama a la provincia una deuda de $ 100 millones. Fue el ministro
de Infraestructura de la provincia, Alejandro Pagani, quien
respondió: "Están buscando un culpable para su propia
ineficiencia".
Fuente:
Ana Tronfi, Es lenta la recuperación de Comodoro Rivadavia, 18/05/17, La Nación.
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