Pescadores de Chiloé cortan la carretera 5 Sur, mayo de 2016. Foto: Pilar Pezoa/ Inter Press Service |
Santiago. Finalmente, y tras una extensa espera, se da a conocer el informe que el gobierno encargó a un comité de científicos para analizar las causas que generaron una de las crisis sociales y medioambientales más graves de los últimos años en el país.
El informe
confirma algunas cuestiones relevantes que Greenpeace también había
planteado en su propio análisis publicado en septiembre. Una de
ellas es reafirmar que existían las condiciones idóneas para el
desarrollo de marea roja (FAN) en la zona.
Para la
organización ecologista el problema está dado precisamente por la
autorización de un vertimiento de salmones en descomposición en
medio de estas condiciones. Todo, sin ningún tipo de estudio,
evaluación o análisis de riesgo previo.
“Este informe
no hace más que comprobar lo que Greenpeace denunció desde el
principio: se utilizó el mar como vertedero en medio de las
condiciones perfectas para el desarrollo de marea roja. Esto no fue
sólo una omisión, sino que fue una decisión deliberada del
gobierno para proteger a la industria salmonera. No podemos permitir
que esto siga ocurriendo ahora en otras regiones del país”,
plantea Estefanía González, coordinadora de Océanos de Greenpeace
en Chile.
Para Greenpeace
resulta inevitable: lo que vivió Chiloé se volverá a repetir. Y
advierten: el riesgo que ahora sea la Patagonia la que enfrente un
“nuevo Chiloé” resulta inminente.
Frente a este
análisis encargado por el gobierno y que finalmente ha salido a la
luz pública hay que tener en cuenta que el Ejecutivo solicitó el
estudio tres meses después del vertimiento de unas 4.500 toneladas
de salmones en descomposición en la costa Pacífico de Ancud y que
los resultados finales se han entregado al finalizar el año.
De hecho, las
autoridades no llegaron a la zona afectada sino hasta fines de mayo,
por lo que buena parte del contenido del estudio encargado se refiere
a una situación poscrisis.
No obstante, los
resultados presentados incluyen el análisis de información y previa
e histórica, concluyendo que no existe relación entre el vertido y
la crisis por marea roja.
Para Greenpeace,
en cambio, resulta imposible descartar dicha relación.
“No existen
fundamentos oceanográficos para descartar el aporte del vertido al
desarrollo de la crisis por marea roja, por lo que afirmar que no
existe ningún tipo de relación no sólo es irresponsable, sino que
altamente preocupante para el futuro de nuestro océano. Lo relevante
sería utilizar la ciencia para aplicar medidas concretas de
recuperación de Chiloé y no permitir que esto se repita. Sobre eso,
el informe dice muy poco, lo cual resulta lamentable”, dice
Estefanía González.
El gobierno elude
su responsabilidad y evita presentar informe en Chiloé. Queda claro
que el Ejecutivo está más cerca de la industria salmonera que de la
comunidad chilota y la recuperación social y medioambiental de la
isla.
“Ojalá que
este informe que hemos conocido hoy no sirva para exculpar el
lamentable actuar del gobierno, hacer un lavado de imagen y menos que
sea utilizado como justificativo para que siga la descontrolada
entrega de concesiones salmoneras en extensas zonas del país”,
concluye Estefanía González.
Fuente:
Greenpeace y el informe científico del gobierno por la crisis en Chiloé: Una marea de dudas, 25/11/16, Greenpeace Chile. Consultado 26/11/16.
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